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El reto de conocer a los actores sociales emergentes y entender la nueva realidad

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La historiadora Paula Peña, el director de ANF Sergio Montes SJ, las sociólogas María Teresa Zegada y Gabriela Canedo y el abogado Carlos Hugo Molina participan en otra sesión del Grupo de Reflexión de ANF para conversar sobre los nuevos actores sociales.
8 de Enero, 2021

Las sociólogas María Teresa Zegada y Gabriela Canedo, la historiadora Paula Peña y el abogado Carlos Hugo Molina conversaron sobre los actores emergentes y nueva realidad social y política del país.


La Paz, 8 de enero  (ANF). – Reconocer la importancia de nuevos actores sociales como es el caso de los ricos comerciantes aymaras que están en todo el país, analizar si los liderazgos emergentes en cada región representan o no un cambio respecto al pasado y entender la importancia social y política de la conectividad potenciada durante la pandemia son desafíos clave que plantea la realidad nacional. 

Así lo señalaron las analistas María Teresa Zegada, Gabriela Canedo, Paula Peña y Carlos Hugo Molina en el grupo de reflexión de la Agencia Noticias Fides moderado por su director, Sergio Montes, SJ.

Zegada llamó la atención sobre la importancia sociológica y política de conocer mejor a la denominada “burguesía chola” o “burguesía popular” formada sobre todo por los ricos comerciantes aymaras, porque son un grupo social numéricamente importante y con mucho poder económico, producto de sus actividades en los mercados populares de varias capitales del país.

Es un sector que ha apoyado al Movimiento al Socialismo (MAS) durante el gobierno de Evo Morales (2006-2019), pero que antes ha tenido otras preferencias y siempre busca ser mejor representado en función de sus intereses comerciales, según la socióloga.

Los que tienen mucho poder económico participan de la globalización en sus relaciones comerciales con China, pero, a la vez, mantienen sus patrones culturales andinos muy fuertes.

 “Yo creo que ese sector representa mucho a la Bolivia actual; entonces, necesitamos saber de nuevo quiénes somos y dónde estamos”, reflexionó Zegada.

La historiadora Paula Peña coincidió en que sí existen clases emergentes en el país y que a diario se las observa en Santa Cruz, Cochabamba y La Paz con sus dinámicas comerciales y económicas, pero que no se pueden encuadrar de forma homogénea porque tienen una composición diversa. 

Según Peña, se trata de sectores que en 2019 votaron contra MAS, pero un año después lo apoyaron. Al mismo tiempo, son sectores que tienen intereses diferenciados y en Santa Cruz han votado, simultáneamente, para tener al MAS en el Gobierno, a Rubén Costas en la gobernación de Santa Cruz y a Percy Fernández en la alcaldía.

Sin embargo, no cree que la aparición de nuevas clases sociales implique automáticamente la aparición de liderazgos concretos o proyectos renovados en alguna parte de Bolivia porque, según dijo, varios candidatos a gobernadores y alcaldes repiten los viejos discursos de la política tradicional.

“No veo a ningún candidato dispuesto a tratar de entender la compleja realidad boliviana, de esa persona que puede estar ligada a negocios en China, que puede estar celebrando cultural y económicamente que está en un mundo globalizado, pero culturalmente sigue festejando, comiendo y haciendo lo que hace su comunidad”, sostuvo la historiadora. 

De su parte, el estudioso de las migraciones internas Carlos Hugo Molina dijo que los investigadores sociales no están acompañando el desarrollo de la realidad boliviana “en ninguno de sus campos, ni políticos ni sociales ni económicos” y que al hablar de nuevos actores se puede cometer el error de identificar aquellos que son conocidos, pero que en realidad sólo han cambiado de nombres.

En cambio, agregó, hay evidencias de otros cambios verdaderos que no se están visibilizando; por ejemplo, el impacto de la tecnología en Bolivia, que cuenta con más de 11 millones de habitantes, pero tiene 15 millones de teléfonos celulares activos, de los cuales 9 millones son inteligentes.

“Se trata de aparatos que organizan la vida de las personas en actividades económicas y educativas, que ayudaron en la pandemia, y aunque se descubra una vacuna, ya se habrá dado un paso grande”, dijo para destacar que la “ciudadanía mundial” se expresa en el uso masivo del móvil y alcanza a todos.

Otra realidad es la migración de los jóvenes del área rural a las ciudades capitales e intermedias, quienes ya no retornan a sus lugares de origen porque en las urbes desarrollan capacidades y habilidades en condiciones que no tenían en el campo, con mejores posibilidades de vida.

Enfatizó que tampoco hay un acompañamiento de la investigación sociológica frente al hecho de que el 85 % de la población vive en los departamentos del eje central, lo cual “es migración pura y dura” y supone un abandono de otras regiones.

En ese sentido, reiteró que, si los 11 millones de habitantes del país se fueran a vivir a Santa Cruz, la tasa nacional sería de 30 habitantes por kilómetro cuadrado, cuando en El Salvador el mismo dato es de 330; en Ecuador, 256; Guatemala, 146; y en España, 90. 

Para Molina, esa realidad tan dinámica que se está produciendo en Bolivia “efectivamente” excede el ritmo de las investigaciones sociales por lo que abogó por hacer “un trabajo de inteligencia” para descubrir cuáles son los temas sustantivos de la realidad objetiva que deben preocupar a los bolivianos.

La socióloga Canedo subrayó que el país debería centrarse en la construcción de un horizonte común con una gobernabilidad para los 11 millones de habitantes, que todavía ve lejana porque, a su juicio, el camino de la plurinacionalidad tal como se lo ha recorrido, ha dividido a la sociedad.

No obstante, señaló que tampoco se puede rechazar la plurinacionalidad para retroceder a la condición republicana por lo que es partidaria de revisar los errores de la ruta que se ha seguido.

Concluyó con que los analistas en efecto pueden ser superados por la realidad misma, “que va pasos agigantados” porque la gente realiza su vida con unas dinámicas y recorridos que aún no centran el interés de los expertos como en el caso de los ejemplos descritos por Molina. 

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