Hablar de Bolivia, con una taza de café

Dos investigadores proponen construir la identidad boliviana desde las diversidades y la tricolor

28 OCT
28 de Octubre, 2020

Paula Peña y Pedro Portugal analizaron desde la visión regional la construcción de una identidad nacional


Por Juan Carlos Salazar

La Paz, 28 de octubre (ANF).- La construcción de una identidad nacional, como requisito para la superación de problemas como el regionalismo, requiere del reconocimiento de las diversidades étnicas, culturales y regionales, según coincidieron los investigadores Pedro Portugal y Paula Peña en la tertulia que organiza la Agencia de Noticias Fides (ANF) para “Hablar de Bolivia con una taza de café”.

“El regionalismo es un problema no resuelto en Bolivia. No es algo nuevo. Es resultado de una trayectoria histórica de este país”, dijo Peña, en tanto que Portugal señaló que es un problema que se arrastra desde la constitución misma de la nacionalidad boliviana  y que se exacerba en momentos de crisis como el actual.

Paula Peña es historiadora y docente, dirige el Museo y Archivo Histórico Regional de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno y es miembro de número de la Academia de Historia, en tanto que Pedro Portugal es ensayista, con estudios de historia y conduce el periódico Pukara, especializado en temas indígenas.

Peña dijo que es posible resolver este problema desde las regiones y el poder central, porque, aunque las regiones tienen historias diferentes, comparten intereses.

“A pesar de nuestras diferencias, compartimos un país, compartimos una patria y debemos compartir un proyecto nacional hacia el futuro, en el que la sumatoria de todos haga parte del proyecto nacional, con el que tendríamos la posibilidad de salir más rápido hacia adelante, reconociendo las diferencias”, afirmó.

Portugal señaló que el regionalismo y el racismo se exacerban en tiempos de crisis, como el actual, pero que precisamente son estos momentos los que ofrecen una oportunidad para tomar  conciencia de la existencia de estos problemas y de la necesidad de solucionarlos “una vez que las aguas se calmen”.

Tras señalar que el racismo es “un tema que hoy está en el tapete”, muchas veces aparejado a las expresiones regionalistas, Peña expresó su preocupación por el odio presente en algunas de esas manifestaciones.

“Me preocupa no solo el racismo, sino el odio. Es un tema que debe ser tratado desde la escuela, una escuela incluyente que reconozca las diferencias étnicas, culturales y que reconozca al otro como parte de la nacionalidad boliviana”, subrayó

Portugal dijo que la construcción de la “entidad nacional” no supone una “ilusión” ni un “desvarío nacionalista” que aparte a Bolivia del mundo, sino ubicar a las regiones en el concierto nacional y al país en el mundial con sus riquezas propias.

Agregó que Bolivia no debería importar modelos, como ocurrió con el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) en 1952, que “copió malamente” el nacionalismo que estaba en boga en Europa, o con el Movimiento Al Socialismo (MAS), que hizo lo propio con “una moda muy interesante, muy noble también, del multiculturalismo que hacía furor en la academia y en los ámbitos internacionales”, cuya aplicación fue “intrascendente, por no decir en algunos aspectos perjudicial”.

“Es importante –sostuvo- tener una visión local propia, nuestra, y a partir de esa visión interpretar lo que pasa en el mundo”.

Peña coincidió en que el régimen surgido de la revolución del 52 intentó una “homogeneización” que más bien dio como resultado “el resurgimiento de identidades ya sean étnicas o regionales”, y que la política del MAS tampoco ayudó al reconocimiento de la diversidad, porque no se trata de aprobar leyes ni  basta con decir “este es un país de 36 naciones o hay 36 lenguas, vamos a hacer una educación en 36 naciones”.

“Estamos cansados de leyes, hemos tenido muchas, no bastan, son nominales; necesitamos acciones claras; para mí la primera acción es la transformación de la escuela, una escuela donde el niño se sienta representado”, subrayó. “No se construye país imponiendo leyes, se construye reconociendo las diferencias y permitiendo que todos puedan formar parte del país sin que unos sean mejores que otros”, añadió.

Portugal recordó que las regiones tienen vivencias y culturas propias, con las que han nacido, tienen modos, usos y costumbres heredados de la familia, pero que en todos los países del mundo la gente se unifica en base a “símbolos que representaba una unidad más grande de la que uno vive a nivel local”, como es, por ejemplo,  la bandera.

En este sentido, criticó el hecho de que se haya querido imponer, junto a la bandera tricolor que representa a todos, otra bandera, la wiphala, que “nos representaba a nosotros localmente, en el altiplano, y que además era una bandera política porque nació con un grupo político, el Mitka, y que irónicamente terminó representando a otro grupo político,  el MAS”.

En forma coincidente, Paula Peña señaló que “la wiphala representa a  unos y no a otros”, y que la bandera de la flor del Patujú “también es una invención”, que no representa a todos, fueron impuestas, cuando “todos habíamos asumido el rojo, amarillo  y verde como el símbolo boliviano”.

/JCS/ANF/


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