
La Paz, 25 oct (ANF).- A tres años de la muerte de Ana María Romero de Campero, quien fue la primera Defensora del Pueblo, esta institución reconoce su valioso aporte en la defensa de los derechos humanos y por haber respondido con altura al “desafío histórico” que le tocó vivir.
“Hoy, la Defensoría del Pueblo, bajo los mismos principios que guiaron el trabajo de Ana María, enfrenta y da respuesta a las demandas de la población boliviana en una nueva realidad que vive el país en un naciente Estado Plurinacional, con renovadas visión y misión institucionales”.
Un breve comunicado de la defensoría señala que el aporte de “Anamar” en la institución es un legado importante, no solo en la lucha y defensa de los derechos humanos, sino en el fortalecimiento de la democracia en nuestro país.
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