
La puntuación de libertad económica de Bolivia en el año 2025 es de 44,1 puntos, lo que posiciona a nuestra economía en el puesto 164 de 176 países en el ranking a nivel mundial, esto según el Índice de Libertad Económica 2025 publicado recientemente por The Heritage Foundation. Su calificación ha aumentado en 0,6 puntos respecto al año 2024, y Bolivia ocupa el puesto 30 de 32 países de todo el continente de América. Donde Canadá (75,5), Chile (73,2) y USA (70,2) ocupan los tres primeros lugares. En cambio, al fondo de la tabla, los países con menor libertad económica fueron Cuba (25,4), Venezuela (27,4) y Bolivia (44,1).
La puntuación de la libertad económica de Bolivia fue menor que del mundo, cuyo promedio fue de 59,7 puntos, y también estuvo por debajo del promedio regional, de 59,4 puntos. Por lo tanto, la economía boliviana se considera REPRIMIDA según el índice de libertad económica 2025, de acuerdo este informe internacional.
Según este estudio, los fundamentos de la libertad económica en Bolivia siguen gravemente obstaculizados por problemas estructurales e institucionales. El sistema judicial es vulnerable a la injerencia política, la corrupción prevalece y el estado de derecho es débil. La creciente presencia del estado en la actividad económica ha alejado a la economía cada vez más de la apertura del libre mercado. En general, el nivel de libertad de las empresas sigue siendo bajo. El código laboral es anticuado y gravoso. El gobierno mantiene controles sobre los precios de productos como el azúcar, el maíz y el pan (según este informe). Sin olvidar un sistema de tipo de cambio fijo asfixiante sobre el dólar y las reservas internacionales, y una subvención a los carburantes cada vez menos sostenible en términos de liquidez de divisas. (opinión personal).
La libertad económica en Bolivia ha caído en los últimos 27 años en un 36%, ya que en el año 1998 llegamos a un tope de 68,8 puntos, lo cual nos ubicaba en un sitial privilegiado a nivel regional. Es decir, según estos datos, se podría decir que durante la época neoliberal existía más libertad económica en nuestro país, lo cual se fue degradando en los gobiernos socialistas que se instalaron en Bolivia desde el año 2000 en adelante, lo cual es lógico dado sus antagónicos modelos económicos. Sin embargo, se ha demostrado, a nivel internacional, que la libertad económica puede convivir en naciones cuyos modelos de Estado no son plenamente de mercado o liberales, cuyos gobiernos diferencian claramente la ideología del pragmatismo económico.
Bolivia, paradójicamente tiene, según este estudio, una puntuación alta en carga fiscal (88,8 puntos) y una baja en salud fiscal (4,4 puntos), lo cual, en realidad se sabe que en nuestra economía la presión fiscal es una de la más altas de Sudamérica, con un impuesto a las utilidades empresariales del 25% por ejemplo. También indica que tenemos una libertad monetaria alta (70,6 puntos), aunque esto, con el actual corralito bancario y escasez de dólares, se contradice mucho. Otros indicadores negativos según este estudio son los derechos de propiedad (19,9 puntos) y la libertad de inversión (15 puntos), los cuales son limitados en nuestro país.
Finalmente, más allá de que algunos de sus indicadores y datos macroeconómicos no están totalmente de acuerdo a la realidad del país, en términos generales este informe refleja claramente que nuestra libertad económica está reprimida y limitada, lo cual se fue deteriorando en los últimos años bajo el actual modelo económico socialista. Con normas anticuadas, instituciones al servicio del gobierno de turno, donde año a año el común denominador son los paros y bloqueos nacionales de índole incluso político, ha ahuyentado los capitales nacionales y extranjeras, donde evidentemente no encuentran en Bolivia ningún tipo de seguridad económica y jurídica para invertir. Será tarea del nuevo gobierno mejorar este y otros indicadores económicos, políticos y sociales del país, lo cual amerita un cambio estructural de fondo en temas laborales, económicos, políticos e institucionales sin duda, que reencaminen a Bolivia y lo saquen de la actual crisis que vive.
El autor es presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija