La Paz, 10 de junio de 2024 (ANF).- La forma en la que fueron enterrados los ocho indígenas tsimanes víctimas del desplome del puente Rapulo, en Santa Ana de Yacuma, en bolsas y en una fosa común generó indignación en la población. Este lunes, se acordó con la Alcaldía de ese municipio darles un entierro digno.
El presidente de la Subcentral del pueblo indígena Movima, Miguel Rea, informó que este lunes llegaron a un acuerdo con las autoridades de la Alcaldía de Santa Ana de Yacuma y el Ministerio Público del Beni.
“Se ha llegado a un acuerdo, se va a proceder a la exhumación a desenterrarlos a ellos con el fiscal, para darles recién la cristiana sepultura, trasladarlos a nuestro cementerio general, no así en el cementerio Covid (…) se va a construir sus nichos de los ocho hermanos”, señaló Rea en declaraciones a la ANF.
El sábado Rea expresó a esta agencia su indignación porque la familia de ocho miembros que fueron víctimas del desplome del puente Rapulo, fueron colocados en bolsas plásticas y echados en tres fosas comunes. Protestó porque la fiscalía no hizo el intento de individualizar los cuerpos.
El dirigente indígena señaló que “el Gobierno Municipal (reaccionó) medio a regañadientes, queriendo enojarse” por el reclamo de las organizaciones indígenas, sin embargo, dijo que es la obligación de las autoridades brindar explicaciones de sus decisiones, en especial a la gran familia indígena del Beni en relación al trato a toda una familia indígena.
Indignación en el Gran Consejo Tsiman
“Es algo indignante de que nos hayan hecho esto como pueblos indígenas, la verdad es indignante lo que nos ha hecho el municipio de Santa Ana de Yacuma de meternos en una bolsa y en una fosa como cualquier animalito”, expresó su malestar el presidente del Gran Consejo Tsiman, Maguin Gutiérrez.
Exigió a las autoridades locales y nacionales “respeto” como a cualquier otro ser humano, “tenemos los mismos derechos” y exigimos el “mismo trato como a cualquier otra persona”, reiteró el representante tsiman.
El dirigente que se encontraba en Rurrenabaque señalo que el representante de la regional de Santa Ana de Yacuma estaba realizando las gestiones para que “los hermanos tsimanes tengan un entierro digno”. “Estamos verdaderamente indignados”, reiteró.
Precisó que la familia de ocho miembros no son culpables del suceso, sino que es costumbre de los tsimanes cobijarse bajo los puentes, muchos otros lo hacen debajo del puente Maniqui. En el caso de los indígenas tsimanes dormían cuando la enorme loza de cemento cayó y sepultó a los indígenas.
Las víctimas de semejante tragedia fueron: Ana Pachi Sarabia, Aneida Vie Pacha, Dilse Vie, Erika Kary, Sandalio Kaity Pacha, Sonia Kaity, Yail Kaity Kary y Nelson Vie Cuata quien era el corregidor de la comunidad indígena Turindi.
La representación de la Defensoría del Pueblo en Beni informó que la alcaldesa de Santa Ana de Yacuma, Rocío Roca, se comprometió a rectificar y aplicar los protocolos para dar correcta sepultura a los fallecidos a causa del puente caído. La autoridad municipal también se habría comprometido a gestionar los ataúdes.
El representante de la Defensoría en Beni, Alberto Condori, dijo que con el apoyo de un traductor “se gestionará que sea la familia o un representante de los T`simanes quienes decidan sobre la sepultura de los fallecidos en el lugar ofrecido o en su propia comunidad, debiendo respetar la sepultura de acuerdo a sus usos y costumbres”.
Un funcionario de la Alcaldía señaló que los cuerpos de los indígenas eran totalmente “irreconocibles” y que sepultarlos en el cementerio Covid fue “temporal” hasta que se puedan dar mejores condiciones para ser sepultados.
“Como municipio hicimos todo lo humanamente posible (…) El municipio se hará responsable de los sobrevivientes hasta el retorno a sus comunidades”, sostuvo el secretario de la Alcaldía municipal.
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