La Paz, 22 de marzo de 2025 (ANF).- El gobernador del Beni, Alejandro Unzueta, reveló que los representantes del Estado ficticio de Kailasa enviaron propuestas “muy tentadoras” y ofrecieron “miles de dólares” a cambio de conseguir credibilidad y validación para continuar con sus objetivos de asentarse en Bolivia y lograr instalar un territorio soberano.
En la última semana se conoció que un grupo de una secta hindú opera en el país desde el año pasado y firmó algunos convenios con comunidades indígenas de Santa Cruz y Beni para conseguir tierras y sentar soberanía a perpetuidad.
Algunos dirigentes indígenas habrían firmado esos convenios a cambio de recibir miles de dólares anuales. Sin embargo, esos documentos quedaron nulos por su carácter ilegal.
“En octubre del año pasado, un grupo conocido como “Kailasa”, cuyo líder es un fugitivo de la justicia en varios países, según informes internacionales, buscó una audiencia con la Gobernación. Su objetivo era obtener credibilidad y validación para facilitar sus operaciones, presentando propuestas tentadoras con una muy buena presentación: ofrecieron cientos de miles de dólares, así como medicamentos y alimentos para nuestras comunidades indígenas”, dijo el gobernador del Beni en un comunicado.
Unzueta contó que realizaron una investigación exhaustiva de este grupo y descubrieron que esa nación no existía y que había numerosas acusaciones en su contra por actividades fraudulentas y delictivas.
“Comprendimos que asociarnos con ellos podría traer consecuencias graves para nuestro departamento y decidimos rechazar cualquier vínculo con ellos. Lamentablemente, recientemente vimos que, sin nuestro conocimiento, ya habían trabajado y/o firmado convenios con algunas comunidades, tanto en el Beni como en Santa Cruz, obteniendo así una parte de la validación que buscaban”, indicó la autoridad departamental.
La Cancillería negó cualquier convenio con ese Estado ficticio que asegura ser un país con bandera, constitución, banco central y pasaporte.
Indígenas de las naciones Tacana, Cavineña y Esse Ejja decidieron declarar personas no gratas a los extranjeros y a todas aquellas personas vinculadas con el ficticio Estado de Kailasa, porque su presencia no responde a una visión de desarrollo, sino de engaño.
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