La Paz, 22 de marzo (ANF). – Los pacientes con cáncer del Hospital de Clínicas de La Paz viven un calvario a la hora de conseguir medicamentos para tratar la enfermedad que les causa mucho sufrimiento. Si bien los tratamientos de quimioterapia, radioterapia y algunos fármacos son financiados por el Sistema de Único de Salud (SUS) del Estado, hay al menos seis remedios que no son cubiertos por el sistema sanitario público y el costo de uno de ellos llega a los 42.000 bolivianos, un monto equivalente a 19 sueldos mínimos.
Esa situación obliga a muchos de los pacientes de escasos recursos a abandonar sus tratamientos y quedar a su suerte, confirma a ANF la secretaria de fiscalización de la Asociación de Pacientes y Familiares con Cáncer, Susana Zuazo, quien además señala que hay tres tipos de estudios médicos que esta población requiere y tampoco los cubre el SUS.
Entre los medicamentos oncológicos inaccesibles están el Bevacizumab, fármaco esencial para tratar a pacientes con cáncer cervicouterino que ya realizaron sesiones de quimioterapia, radioterapia y braquiterapia y no lograron controlar la enfermedad. Este medicamento es la “última esperanza” de salvar sus vidas, sin embargo, muchos pacientes no pueden acceder al fármaco por su alto costo. Cada ampolla tiene un valor de 15 mil bolivianos, un equivalente a casi siete sueldos mínimos. El sueldo mínimo fue fijado en 2.164 bolivianos.
Otro de los medicamentos inaccesibles por su elevado precio es el Trastuzumab, aplicado para tratar el cáncer de mama. El costo por ampolla también es de 15 mil bolivianos.
“Hay una paciente que vende zapallos y verduras en el mercado Rodríguez y necesitaba ampollas del Trastuzumab que cuesta 15.000 bolivianos y no ha logrado reunir el dinero, y eso pone en riesgo su vida”, señala la representante.
Mientras que el Abiraterona, que es usado en los tratamientos de enfermos con cáncer de próstata, cuesta 15 mil bolivianos la caja, y el Pemetrexed, para el cáncer de pulmón, tiene un costo aproximado de 5 mil bolivianos el frasco.
Carmen Pacheco (54) en 2015 venció el cáncer de mama, pero hace tres años la enfermedad atacó a sus pulmones y requiere Pemetrexed.
“Quería seguir con mi vida como si nada pasara hasta que Dios decida, pero estamos volviendo a sufrir, ya hemos hecho eventos solidarios, pero no hemos logrado reunir el dinero”, lamenta.
Una paciente con cáncer en Radioterapia del nosocomio miraflorino. Foto: ANF
Otro de los fármacos inaccesibles para las personas de escasos recursos es el Atezolizumab. El frasco tiene un valor de 42 mil bolivianos, más de 19 sueldos mínimos, y es usado en el tratamiento de diferentes tipos de cáncer.
Mientras que el Pegfilgrastim, que se pide a la mayoría de los pacientes para subir sus defensas, tiene un costo de 1.500 bolivianos cada ampolla.
Alicia (36) es una de las pacientes afectadas por falta de recursos económicos para comprar los medicamentos. “Ya no tengo plata”, lamenta Alicia, que llegó hace dos meses de Cochabamba a la ciudad de La Paz, dejando a dos de sus tres hijos, en busca de tratamiento para el cáncer cervicouterino que sufre desde hace dos años. Realizó quimioterapia y radioterapia, pero aún la enfermedad no es erradicada de su cuerpo y requiere medicamentos.
“Ahora me han pedido el Pegfilgrastim, pero ya se me acabó la plata, cada ampolla cuesta 1.500 bolivianos y tengo que tomar eso porque después voy a hacer braquiterapia”, señala.
Carmen Pachecho lucha contra el cáncer de pulmón. Foto. ANF
Suazo indica que cuando los enfermos oncológicos no consiguen las medicinas por falta de dinero,“pierden una oportunidad más de vivir, debido a que la enfermedad sigue avanzando y deteriorando la salud de la persona”.
“Muchas veces recurren a hacer kermeses u otros tipos de eventos solidarios, pero aun así no logran recaudar los fondos que se necesitan (…), no todas las medicinas para tratar el cáncer las cubre el SUS”, remarca Suazo, a tiempo de pedir a las autoridades que aceleren sus oficios para actualizar la lista de los fármacos para beneficiar a los enfermos oncológicos.
De acuerdo a la responsable del Programa de Lucha Contra el Cáncer del Ministerio de Salud, Reyna Copana, para esta gestión se destinó 102.857.367 bolivianos para la lucha contra la enfermedad.
Destaca que el SUS ofrece a los enfermos desde estudios para detectar el cáncer, laboratorios, además de tratamientos de radioterapias y quimioterapias gratuitas. Estima que el Estado eroga entre 20 mil y 30 mil bolivianos para el tratamiento de cada paciente oncológico.
“Desde el 2019 se proporciona atención gratuita a pacientes que no son parte de la seguridad social y se ha logrado incluir muchas otras atenciones. Ahora hay tratamientos gratuitos, pese a que son de alto costo, ahora tienen la disponibilidad de beneficiarse a través del SUS. Estamos trabajando para mejorar las atenciones y que sean más oportunas”, señala.
Suazo revela que hay pacientes que al verse imposibilitadas de comprar los fármacos costosos, usan otro tipo de medicamentos “más económicos” para calmar el dolor, pero “a la larga eso complica la enfermedad y les quita la vida”.
Otra preocupación de la organización de pacientes son los estudios costosos que requieren y que tampoco los cubre el SUS, como el de inmunohistoquímica que tiene un valor de 1.500 bolivianos, la biopsia guiada por TAC y nefrostomías que está entre 2.000 a 3.000 bolivianos, además de pruebas moleculares para casos metastásicos específicos con un costo cercano a los 6.000 dólares.
“Hay muchas carencias en el sistema de salud, esperamos que el Ministerio de Salud incluya más medicamentos al SUS teniendo en cuenta las necesidades de los pacientes, sabemos que va a llevar tiempo, pero esperamos que sea lo más pronto porque es muy importante”, señala.
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