La Paz, 12 de julio de 2024 (ANF).- Virginia (27), ciudadana uruguaya, logró su libertad después de estar detenida por casi cuatro meses en la cárcel. Este viernes se reencontró y volvió a abrazar con Silvia (60), su madre, quien fue liberada el pasado 4 de julio. Ambas fueron detenidas por siete gramos de marihuana.
Ambas están libres, después de vivir una pesadilla en Bolivia desde el 17 de marzo, ese día retornaban a su país, luego de hacer turismo en el país, pero en el aeropuerto de El Alto detectaron en la mochila de la joven siete gramos de marihuana, fueron retenidas, luego aprehendidas y finalmente enviadas a la cárcel de Obrajes.
La madre estuvo 108 días en el penal, la hija 116 días. Este viernes, al fin la justicia emitió el mandamiento de libertad para Virginia, quien se acogió a un juicio abreviado para acelerar su salida de la cárcel, pero igual demoró el proceso.
Silvia abrazó a su hija cuando la joven dejó el penal de Obrajes, siente que con Virginia a su lado "es como el final de un tramo amargo que nos tocó vivir en Bolivia”.
La abogada Mariela Pareces informó que el juez determinó una multa de Bs 250, que se constituye en la sanción y sentencia. “Estamos felices porque después de cuatro meses han recobrado su libertad”, comentó.
Lamentó los tropiezos en la administración de justicia, además de las demoras en el proceso. Pese a que en los primeros dos meses se logró el sobreseimiento de Silvia (madre), recién logró su libertad la pasada semana.
Por la cantidad de marihuana, siete gramos, se explicó que era para el consumo de la joven, sin embargo, de todas maneras fueron detenidas. La Defensoría del Pueblo que hizo seguimiento desde el 22 de junio, cree que es necesario ajustar el artículo 49 de la Ley 1008, respecto a la cantidad de sustancias controladas en posesión para el consumo personal.
“El caso de las ciudadanas uruguayas procesadas por poseer 7 gr. de marihuana demuestra el vacío del art. 49 de la Ley 1008. Existe la necesidad de establecer una definición clara de la cantidad máxima que se puede poseer legalmente para consumo personal para evitar la arbitrariedad de las autoridades. La condición de extranjeras de las uruguayas no debió ser un óbice para el debido proceso”, sostuvo Pedro Callisaya, defensor del Pueblo.
Ambas mujeres llegaron al país como turistas, su propósito fue conocer Uyuni, el lago Titicaca, entre otros lugares turísticos. Su paso por el país se convirtió en una pesadilla. Nunca imaginaron que terminarían detenidas y en prisión en un país ajeno.
Silvia comentó que la Embajada de Uruguay en Bolivia estuvo desde el día uno. “Nos apresaron un sábado, y el domingo nos fueron a ver”, y desde ese momento estuvieron siempre; el camino fue bastante intenso con su abogada Mariela Paredes; en el tramo final se sumó la Defensoría del Pueblo “y fue decisivo para que se acelere, porque estaba en un punto de estancamiento”, afirma.
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