La Paz, 25 de enero de 2024 (ANF).- El jefe de la bancada del Movimiento al Socialismo en la Cámara de Diputados, Jerges Mercado, dice estar tranquilo porque él sí le dijo al expresidente Evo Morales que el referéndum del 21 de febrero de 2016 era “innecesario”, y que tras la derrota planteó que se respete los resultados.
“Para tranquilidad mía, quiero decirle que yo sí se lo dije internamente (a Evo Morales). Primero, que el referéndum era innecesario, porque el pueblo boliviano no hacía ni un año atrás, el 2015, le había dado un mandato por cinco años, pero antes de que se cumpla el mandato de un año, por lo menos, ya le estaba pidiendo al pueblo que le dé cinco años adicionales”, declaró Mercado.
En octubre de 2015, Mercado asumió como director de la Federación de Asociaciones Municipales (FAM). En esa ocasión, el vicepresidente de esa institución, Hugo Valverde, señaló claramente que las nueve asociaciones del país respaldaban la reelección del entonces presidente Evo Morales y de su vicepresidente Álvaro García Linera.
Morales se ha convertido en el “blanco” de algunas autoridades gubernamentales, incluso de quienes fueron parte de su gobierno, que ahora lo acusan de ser el responsable y principal autor de la “reelección indefinida como un derecho humano”.
En la travesía de la repostulación, Evo Morales no estuvo solo, estuvieron el entonces ministro de Economía y ahora presidente del Estado, Luis Arce; el vicepresidente David Choquehuanca era canciller cuando se realizó el referéndum del 21 de febrero de 2016; en 2017 fue relevado del gabinete, pero fue designado secretario general de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA).
El actual embajador de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos, Héctor Arce Zaconeta, fue uno de los principales defensores de la sentencia 084/2017 que avaló la reelección indefinida. En el gobierno de Morales ocupó importantes cargos; fue viceministro de Coordinación Gubernamental, presidente de la Cámara de Diputados, ministro de Justicia y Procurador General del Estado.
El diputado Héctor Arce dijo que, junto a Iván Lima, Arce Zaconeta fue autor de la “reelección indefinida como un derecho humano”.
En 2021, la Corte Interamericana de Derechos Humanos dio un revés al Tribunal Constitucional Plurinacional al declarar que la reelección indefinida no está protegida por la Convención Americana de Derechos Humanos.
El actual ministro de Defensa, Edmundo Novillo, también acompañó durante mucho tiempo a Morales en todo su gobierno, ocupando diferentes cargos. El ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, fue diputado en el periodo 2015-2020, aunque en ese tiempo no criticó o se opuso a la repostulación de los mandatarios. Ahora es uno de los más críticos al exmandatario.
En otros niveles de gobierno, como viceministerios, direcciones, empresas estratégicas, sucede lo mismo; funcionarios que estuvieron en todos los mandatos de Morales, ahora se muestran totalmente críticos a su gestión.
En ese entonces, el entorno no podía ver el futuro sin Evo Morales; simplemente, la existencia y unidad del MAS se entendía solo a partir de la exautoridad. Los discursos del entonces vicepresidente Álvaro García Linera y de sus ministros son evidencia de ello.
Mercado aseguró que cuando el MAS perdió en el referéndum de 2016 para la modificación parcial de la Constitución Política del Estado, en el artículo 168, sobre las veces que el presidente y vicepresidente podían ser reelectos, también le dijo a Morales que se debía respetar los resultados de ese proceso de consulta.
“Le dijimos internamente que no correspondía, que había que respetar ese referéndum”, sostuvo, y comentó que escribió un documento denominado Un referéndum innecesario, pero que tiene que respetarse; el mismo se habría publicado en un periódico denominado Alerta”, manifestó.
El jefe de bancada del MAS dijo que, por haber expresado su posición internamente, en ese tiempo le “pusieron 10 años en la "nevera". Por eso 10 años no aparecí”, contó.
En su opinión, otra gente también observó internamente la decisión; sin embargo, “nadie se animaba a decirlo públicamente, porque en esos momentos, ni bien uno criticaba, inmediatamente era considerado enemigo; inmediatamente era considerado de la derecha. O sea, no había democracia interna.
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