La Paz, 13 de julio de 2023 (ANF).- El obispo de San Ignacio de Velasco, Roberto Flock, niega haber encubierto un hecho de violación por parte del P. José Mario Paz, en cambio, advirtió que de seguir la campaña difamatoria en su contra asumirá las acciones legales contra sus detractores.
“En ningún momento he encubierto el caso, ni tampoco he intervenido para que el P. José Mario huya del país, como dice la noticia. Más bien el caso ha sido ampliamente difundido en los medios de comunicación y en las redes sociales, como parte de nuevas campañas difamatorias contra mi persona”, manifestó el sacerdote en una aclaración pública.
Precisó que se trata de una “campaña difamatoria” de la denunciante y de su abogado, quienes aprovechan la actual coyuntura del escándalo para insistir con un hecho que en su momento se dilucidó en el Ministerio Público.
“En todo momento, las instancias correspondientes del Vaticano han sido informadas a través de la Nunciatura Apostólica de Bolivia, y si es necesario, iniciaré acciones legales contra mis detractores y me defenderé de la calumnia e injusticia”, afirmó.
En la Fiscalía de La Paz se presentó una demanda penal en contra del obispo Flock, presuntamente por encubrir la violación a una “misionera” en 2017, informó el abogado de la víctima, Marvin Astorga, a la estatal ABI.
“La querella ya se encuentra en la Unidad de Análisis de la Fiscalía de La Paz”, explicó y aseguró que el Flock ayudó a huir al acusado del vejamen José María Paz.
José María Paz, sacerdote argentino, sirvió en la parroquia de San José de Chiquitos y fue denunciado por “amenaza y violación” ante la fiscalía de Santa Cruz el 15 de abril de 2019, por una persona que se presenta como “misionera”.
El obispo cuestionó que la denunciante se haga pasar como “misionera” “lo que es falso”, toda vez que no tiene la acreditación alguna de una autoridad eclesiástica de que haya sido agente pastoral de la Iglesia Católica. “Cabe aclarar que los fieles no pueden autonombrarse misioneros, ni de ningún otro oficio pastoral de la Iglesia”.
Detalló que la denunciante vivía de manera irregular en la casa parroquial del conjunto misional de San José de Chiquitos. Mientras que el denunciado vivía en el convento de su congregación completamente aparte. Pero, además, la mujer también había denunciado a otro sacerdote con el mismo objetivo.
“Consideramos la denuncia una calumnia como parte de su estrategia para permanecer como residente en la casa parroquial. La misma persona había organizado una campaña de difamación contra otro sacerdote con el mismo objetivo el año anterior, falsificando firmas y engañando a autoridades indígenas, campaña que se descubrió en la fiesta patronal, después de investigar el caso”.
El sacerdote señaló que, al tratarse de una denuncia grave contra el sacerdote Paz, decretó la “suspensión administrativa” (Decreto Episcopal 009/2019, 18/04/2019). No obstante, también informó que la fiscalía de San José de Chiquitos en octubre de 2019 rechazó la denuncia contra el P. José Mario Paz, resolución que fue ratificada por la Fiscalía Departamental en enero de 2020, “por la total falta de pruebas y a pesar de las campañas mediáticas de la denunciante y de su abogado Marvin Astorga”.
Por otra parte, ante las “graves irregularidades” en la casa parroquial de San José de Chiquitos, y a pedido de una resolución de la institucionalidad josesana (Nota 1452508 Ministerio de Justicia, 28/05/2019) con centenares de firmas de los fieles católicos y de las autoridades locales, la Diócesis de San Ignacio inició un proceso judicial a fines del 2019 para el desalojo de la "autonombrada misionera" y de otras 5 personas ajenas al clero que residían en el conjunto misional, que si bien, habiéndose logrado una sentencia a favor de la Diócesis (Sentencia 2022/02 confirmada en segunda instancia por el Tribunal Departamental de Justicia: Auto de Vista No. 89/2022 sin apelación), aún no ha sido ejecutoria hasta la fecha, se lee en el documento de la Diócesis de San Ignacio de Velasco.
Finalmente, precisó que cuando era sacerdote el P. José Mario y con el permiso de su Congregación, retomó a su tierra natal después de resolver su caso en la Justicia Boliviana. “Según me ha informado su congregación, posteriormente solicitó la dispensa de sus obligaciones sacerdotales y religiosas, y la misma fue concedida por el Vaticano. Lo considero víctima de una grave calumnia que lo destruyó como sacerdote y religioso”, lamentó Flock.
/ANF/
