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Opinión

¿Golpe de Estado o Autogolpe? ¡Mamá el general no me quiere hacer caso!

3 de Julio, 2024
VÍCTOR HUGO PAREDES SOTO
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El país se encuentra en una situación de profundo análisis ante el supuesto intento de golpe de Estado liderado por el general de las Fuerzas Armadas de Bolivia, Juan José Zuñiga. A medida que la información ha avanzado, el desarrollo de los acontecimientos ha generado varias hipótesis en torno a la naturaleza de esta acción. La pregunta que persiste es: ¿fue realmente un intento de golpe de Estado? ¿O se trató de un autogolpe? Desde la última declaración emitida por el general Zuñiga, todo apunta a una elaborada trama de autogolpe.

La alerta inicial sobre una actividad inusual por parte de militares en la sede de gobierno fue divulgada por el propio presidente a través de X (antes twitter). Este tibio y sereno comunicado parecía una broma del día de los inocentes, pasaron horas sin saber sobre el presidente, luego aparece en un spot televisivo y finalmente una conferencia de prensa informando a la población sobre la situación,  mientras los militares irrumpían en el palacio de gobierno, abriendo la puerta con un vehículo militar y en espera de refuerzos.

El análisis debe abordarse también desde lo simbólico del golpe de Estado, o autogolpe. En primera instancia, el gobierno transmite la idea de un golpe de Estado, presentándose como un gobierno fuerte con autoridad y capacidad de gestión ante la crisis que enfrenta la población boliviana. Este mensaje sugiere que el gobierno tiene el control del poder del Estado, además de recordar a Evo Morales y su gobierno que estos funcionarios no escaparán como en 2019.

Por otro lado, la declaración emitida por el general Zuñiga genera dudas y desconfianza en la población. El general afirmó que todo fue un acto premeditado para desviar la atención de la población de la actual crisis y reducir la desaprobación social que enfrenta el presidente. Esta situación refleja una estrategia para manipular la opinión pública y consolidar el poder del gobierno actual.

Más allá del rechazo generalizado contra cualquier intento de golpe de Estado, la manifestación de apoyo al gobierno nacional no implica una aprobación de la actual gestión. El presidente Arce demuestra que no tiene la autoridad para gestionar el poder del Estado, ni la capacidad de decisión para generar cambios en las instituciones. Mucho menos la capacidad de resolver los problemas del país.

La situación es propicia para acciones de uso o amenaza de uso de la fuerza del Estado ante posibles protestas que podrían ser percibidas como desestabilización o intento de golpe de Estado. La declaración de Zuñiga, señalando que el presidente le pidió intervenir ante los problemas que enfrenta el gobierno, revela un detalle que ha sorprendido a muchos y que parece un intento desesperado del comandante de las fuerzas armadas para darle oxígeno al gobierno en momento crítico. 

La población boliviana se encuentra analizando y discutiendo entre la línea de un golpe de Estado y un autogolpe, se ha generado confusión y desconfianza en la población la cual salió a abastecerse de insumos básicos. La naturaleza del supuesto intento de golpe de Estado, ya sea un golpe real o un autogolpe, sigue siendo motivo de debate y especulación. Lo que está claro es que la desconfianza en el gobierno y la incertidumbre sobre el futuro del país están en su punto más alto.

El autor es sociólogo