La Paz, 14 de julio de 2023 (ANF).- El diputado de Comunidad Ciudadana (CC) José Manuel Ormachea advirtió que no descansará hasta que Edgar Salazar, dirigente afín al partido de Gobierno y que se atribuye la representación de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), se “pudra en la cárcel” en caso de que la presidenta legítima Amparo Carvajal fallezca intentando recuperar su institución.
El 2 junio, el grupo de Edgar Salazar ingresó a la sede de la APDHB de la avenida 6 de Agosto, ciudad de La Paz, y sorpresivamente tomaron las instalaciones, alegando que ellos son los representantes legítimos. Todos quienes estaban en el interior del inmueble fueron obligados a salir.
Desde ese día, la presidenta de la APDHB, Amparo Carvajal, se instaló en las afueras de la institución a la espera de que las autoridades le restituyan el bien inmueble. Durante 40 días durmió en la calle, realizando una vigilia. Pero, finalmente, el martes pasado pudo ingresar hasta la terraza del predio ayudada por una escalera, pero los policías comenzaron a limitar su espacio de movimiento, tanto que ni puede usar el baño para realizar sus necesidades fisiológicas.
Carvajal, de 84 años, se instaló en ese espacio y se rehusó a salir hasta que le devuelvan la sede de la APDHB.
“Si Amparo Carvajal fallece por defender la APDH, le juro a Edgar Salazar que no voy a descansar hasta que se pudra en la cárcel el mayor tiempo posible de su miserable vida. No estoy jugando. Espero le llegue este mensaje y que a partir de hoy tenga conciencia de ello”, advirtió el diputado Ormachea a través de sus redes sociales.
La presidenta de la APDHB comenzó a sufrir un deterioro en su salud debido a su convivencia en la intemperie por casi mes y medio, además porque ni la dejan evacuar sus desechos en un mingitorio.
Desde hoy, Carvajal rechazó cualquier visita o atención médica si es que la persona no ingresa por la puerta principal de la APDHB que permanece restringida por orden de Salazar. La activista indicó que la decisión la asumió porque le parece indignante que las personas tengan que usar una escalera para ingresar a una institución de derechos humanos.
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