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Derechos humanos

Cerrajero encontró pegamento en las chapas de las puertas de la APDHB

Representantes de Carvajal y Salazar, junto a un notario, entraron a uno de los ambientes de la APDHB para iniciar el inventario, tras la toma de 51 días.
25 de julio, 2023 - 15:37
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El cerrajero abriendo las puertas de la APDHB. Foto: captura video
El cerrajero abriendo las puertas de la APDHB. Foto: captura video

La Paz, 25 de julio de 2023 (ANF).- El cerrajero que se encargó de abrir las puertas de las oficinas de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB) encontró en los cerrojos pegamento, presuntamente fue colocado para evitar el ingreso a esas instalaciones. Los representantes de Amparo Carvajal y de Edgar Salazar junto un notario lograron entrar para empezar el inventario en uno de los ambientes.

Ayer, la gente de Carvajal, una persona del lado de Salazar y el notario no pudieron ingresar a las oficinas porque encontraron que las chapas estaban bloqueadas, los activistas denunciaron que las personas que tomaron el edificio durante 51 días dejaron en esa situación las puertas. 

Este martes en la mañana llevaron a un cerrajero para que desbloquee los cerrojos y de esa manera puedan ingresar a la sede de la APDHB para ejecutar el inventario, esto luego que Salazar con un grupo de personas entró a esa infraestructura el 2 de junio con engaños y desalojó a los activistas que se encontraban en el lugar. 

“Yo solo (me presenté para la) apertura de la chapa nada más. (Las chapas) estaban bloqueadas, le han puesto gotitas, lo han bloqueado. No podría entrar la llave (al cerrojo)”, dijo el cerrajero al ser consultado por el trabajo que hizo en la APDHB. 

El cerrajero explicó que no se encontró llaves rotas, sino “pegamento”. “Las chapas están inservibles”, agregó que abrió varias puertas que estaban en la misma situación.

La noche de este sábado (22.07.2023), la presidenta de la APDHB, Amparo Carvajal, dejó la vigilia que instaló el 2 de junio, 12 de esos días permaneció en una terraza, al aire libre, apenas cobijada por una carpa delgada. La intervención del cónsul de España en Bolivia, Guillermo Gil, facilitó un acuerdo entre las partes y de esa manera salió Carvajal.  

A diferencia de los 51 días, cuando al menos 20 efectivos custodiaban el lugar, este número se redujo considerablemente, aunque un grupo de ciudadanos se quedaron en vigilia al frente del edificio para que no se aprovechen de la ausencia de Carvajal.

/PP/NVG/

 

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