La Paz, 1 de noviembre de 2024 (ANF). - La toma de tres unidades militares en el trópico de Cochabamba marca un negativo precedente para la institución castrense. Militares en retiro cuestionaron al gobierno de Luis Arce y a las Fuerzas Armadas por la ausencia de Estado en el bastión político y sindical del jefe del MAS, Evo Morales, además por la falta de un plan para enfrentar a movimientos “subversivos e insurgentes”.
“El Gobierno ha reaccionado tarde cuando los insurgentes, calificado así en el comunicado de las Fuerzas Armadas, porque eso significa guerrilla, significa movimiento insurreccional armado y que están atentando a la seguridad a la unidad del Estado, a la unidad del gobierno nacional. Entonces, estos insurgentes han ido creciendo y el gobierno nacional no ha reaccionado oportunamente para desarticularlos”, afirmó el abogado y coronel en servicio pasivo, Jorge Santistevan, en contacto con la ANF.
Desde el domingo pasado, los evistas decidieron cercar varias unidades militares en la región del trópico, porque supuestamente ejecutaron conjuntamente la Policía un plan para “asesinar” a Morales y desbloquear las carreteras. La Novena División del Ejército, el Regimiento de Infantería RI 31 y el Regimiento Cacique Juan Maraza fueron tomadas confirmó el presidente Luis Arce, después del mediodía de este viernes (1.11.2024).
Santistevan también calificó de negligente a las Fuerzas Armadas porque no asumió previsiones ante el asedio de los evistas a las unidades militares asentadas en el trópico de Cochabamba. Consideró que debió evacuar a los uniformados o reforzar la seguridad para evitar esas acciones.
“Mientras tanto, el Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas sabiendo que ya estábamos en crisis y el foco principal era el Chapare, no hizo las previsiones suficientes para proteger y reforzar a esas unidades o en su defecto hacer la evacuación de las unidades principalmente de las personas, de sus familias, del armamento y de la munición, pero los dejaron abandonados”, puntualizó.
Al respecto, el abogado y oficial en retiro Omar Durán también cuestionó la pasividad de las Fuerzas Armadas y del ministro de Defensa, Edmundo Novillo, consideró que es una humillación a la institución castrense que un grupo militar invada sus instalaciones. Dijo que los subversivos deben ser procesados por traición a la patria y alzamiento armado.
“Esto es una aberración y es un insulto a los bolivianos porque la reserva moral de un Estado son las Fuerzas Armada, ellos trabajan con armamento y no puede ser que un grupo de vándalos que están queriendo la independencia, y hay que sancionarlos en base al separatismo como traición a la patria y abusando de la generosidad del alto mando y del ministro de Defensa”, criticó.
Entre tanto, el exministro de Defensa, Luis Fernando López, fue más riguroso en sus aseveraciones y tildó al alto mando militar de cobardes porque abandonaron a la tropa. “¡Alto mando de las FFAA manga de pusilánimes y cobardes! Dejaron solos a su tropa, esto es subversión, cochinos regulares no deben estar al mando de nada”, escribió en su cuenta de X.
Capitulación
Por otra parte, Santistevan explicó que la toma de las unidades militares provocó una capitulación de los comandantes de esos recintos y recordó que esa situación está tipificada como un delito en el Código Penal Militar, el cual establece una sanción de privación de libertad de hasta 15 años.
“Eso provocó una capitulación innecesaria de los comandantes de los recintos que están en el Chapare, tanto del Comando de la Novena División y de la unidad Cacique Juan Maraza. Entonces, hubo una capitulación innecesaria que está tipificada como delito en el artículo 84 del Código Penal Militar y la sanción es de 5 a 15 años de prisión”, explicó.
Dijo que los comandantes no agotaron todos los medios disponibles para evitar que sean tomados como rehenes, señaló que ellos tenían la responsabilidad de contar con un plan de operaciones ante esa situación, el cual debió ser coordinado con el comando en jefe de las Fuerzas Armadas. Advirtió que esa situación muestra una institución castrense y un Alto Mando Militar débil.
“Entonces, esto prácticamente es una humillación a las Fuerzas Armadas porque se las ve debilitadas, se las ve con un mando muy débil y no profesional porque han provocado esa capitulación. El comandante no supo defender y no supo informar oportunamente que eso podía haber pasado”, puntualizó Santistevan.
Alzamiento armado
Ante esa situación, indicó que es necesario que las Fuerzas Armadas retomen el control de las unidades militares intervenidas y que se devuelva el armamento bélico que fue secuestrado. Infirió la necesidad de iniciar un proceso penal contra los insurgentes por los delitos de alzamiento armado y seducción de tropas.
“Con esos delitos es suficiente para que las cabezas intelectuales que han organizando todo lo que está ocurriendo, se debe emitir una orden de aprehensión para la detención preventiva de Evo Morales, Juan Ramón Quintana y los dirigentes del denominado estado mayor del pueblo”, añadió.
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