La Paz, 9 de mayo (ANF). – El gobernador de Chuquisaca, Esteban Urquizu, rompió el silencio después de la agresión que sufrió en la ciudad de Sucre y aseguró que durante ese hecho incluso sintió que iba a perder la vida.
“Ayer, por unos momentos sentí que iba a perder la vida; más allá de ser una autoridad departamental soy padre, esposo, hijo y hermano. Tengo una familia que espera verme con vida cada día en mi hogar”, expresó Urquizu, mediante su cuenta en Twitter.
Un grupo de manifestantes correteó y agredió el pasado martes al Gobernador en el marco de las protestas en defensa del campo gasífero Incahuasi.
La autoridad logró huir de sus agresores junto a algunos de sus funcionarios que lo protegieron en la medida de sus posibilidades y desde entonces se desconocía su paradero, aunque la Policía informó que se encuentra a "buen recaudo".
“Es la segunda vez que en Sucre, la culta Charcas, recibo agresiones físicas con palos, piedras, botellas y petardos de parte de grupos delincuenciales organizados de la oposición, con quiénes no tengo ningún problema personal”, agregó el Gobernador.
Remarcó que toda su familia es víctima de la persecución por parte de grupos racistas y fascistas de la oposición.
“Pensé que los actos de racismo y discriminación se habían acabado hace diez años atrás, con los hechos vergonzosos del 24 de mayo de 2008”, indicó.
Sin embargo, aseguró que su compromiso de trabajo por Chuquisaca sigue firme e intacto en búsqueda de mejores días y mayor desarrollo.
“Convocamos a nuestro pueblo a actuar con cordura y evitar cualquier tipo de violencia”, apuntó.
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