Visita de Fidel Castro a Bolivia. Foto archivo: Edwin Flores
Por: Edwin Flores Aráoz
La Paz, 26 noviembre (Especial para ANF).- La profecía periodística se cumplió. “Esta es una visita histórica que no se repetirá…” Así coincidieron en agosto de 1993, hace 23 años, tres periodistas bolivianos confundidos entre los miles que presenciaban, fascinados, la figura regia de Fidel Castro Ruz que asomó a la ventana del exhotel Plaza de El Prado de La Paz. Lucía una sonrisa amable y sostenía una tasa de mate de coca en una mano y, con la otra, saludaba a la multitud que estalló al unísono: “¡Fidel, hermano ya eres boliviano!”.
El líder cubano, cuyo corazón de 90 años se paralizó hoy, había llegado a Bolivia invitado por el entonces presidente Jaime Paz Zamora (1989 – 1993) al acto de transmisión de mando del primer gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997). La presencia del Comandante de América ensombreció las ceremonias oficiales y concitó la atención de niños, mineros, amas de casa, profesionales, políticos, estudiantes, maestros y periodistas locales y del exterior.
En ese contexto, germinó la iniciativa de encapsular para la historia la “primera y última llegada del Comandante al Corazón de América” en un libro de contenido testimonial descriptivo. Luego de varias noches de planificación, nació la obra Fidel, Bolivia y algo más… de Ramiro Ramírez Simons quien trabajaba en el desaparecido periódico Presencia, Nicolás Fernández Motiño y del autor de este artículo, ambos, redactores de la jesuítica Agencia de Noticias Fides (ANF) y discípulos del fundador y director de ese medio digital, José Gramunt de Moragas.
Al iniciar la elaboración del libro, no se les ocurrió ni remotamente que transcurridos 15 años, en junio de 2008, el texto sería leído por el propio “protagonista/autor” ni mucho menos que estamparía su mundialmente famosa firma en un prólogo que pidió sea incluido en la segunda edición.
Cuando llegó el texto de Fidel, la emoción de los autores se multiplicó por mil. Fue mucha más intensa que ese día de enero de 1994 cuando recogieron los primeros ejemplares de la imprenta Ediciones Gráficas, cuya edición estuvo a cargo de Rolando Ramírez. Las fotografías originales fueron aportadas por Gonzalo Espinoza, Jhon Ramos, Felipe Aliaga, Félix Arando y Tito Pacheco.
El último mensaje de Fidel para Bolivia
Prólogo para los amigos bolivianos, dice el título del texto del comandante y, cuenta:
“El libro FIDEL, BOLIVIA Y ALGO MÁS lo recibí como obsequio de Evo, Presidente de Bolivia, en su última visita a Cuba, el 22 de mayo de 2008. Supe por él y por Rafael Dausá, Embajador de Cuba en Bolivia, que los autores deseaban lanzar una nueva edición, coincidiendo con el 80º aniversario del nacimiento del Che dentro de dos semanas, el próximo 14 de junio. Tan pronto vi las fotos, los recortes de prensa, el índice de capítulos y unos cuantos párrafos textuales, les dije a Evo y a Dausá que me permitieran incluir en el texto una introducción para darles las gracias a los editores. Eso es lo que ellos quieren, porque usted es el autor del libro ―me respondieron”.
“Lo leí de un tirón al día siguiente. Comprendí que se trataba de mis propias palabras, tomadas textualmente. Estaba ansioso por saber lo que había dicho en 1993, ahora que las cosas de las cuales hablé entonces están ya ocurriendo. Ni yo mismo sé cómo respondí en esa ocasión cada una de las numerosas preguntas serias, algunas muy hábiles, que me hicieron verter muchos conceptos que llevaba dentro, aun a riesgo de no ser comprendido. Aquel viaje fue sumamente difícil. El Che había muerto en Bolivia 26 años antes”.
“Vi por televisión recientemente su imponente imagen esculpida en bronce, rumbo a Rosario, la ciudad donde vino al mundo. Me puse a recordar y meditar un buen rato sobre las cosas que conversé con él desde que lo conocí hasta que partió hacia Ñancahuazú, en Bolivia. Nunca semejantes imágenes pasaban por nuestras mentes y ninguno de los dos tenía razones para pensar que viviría muchos años”.
“Hoy cumplo el deber de recordar lo que dije en ese país cuando lo visité. Les explicaba entonces que nuestra Patria contaba ya con 40 mil médicos, y les expuse las ideas que inspiraban nuestra conducta. No invertiré tiempo en repetirlas, muchas están contenidas en el libro y no podría hacerlo mejor ni con más espontaneidad”.
Luego de hacer una larga reminiscencia a la solidaridad que practicó el gobierno cubano con el pueblo norteamericano cuando el 2005 sufrió los embates del Huracán Katrina, Fidel concluye su reencuentro con Bolivia: “El mes de junio apenas comienza. Reinan la incertidumbre y la inseguridad. Ruego a los lectores bolivianos la paciencia y el sentido del humor de que hicieron gala en aquellos días, cuando hace 15 años les hablé. Continúen impulsando los programas de educación y salud. Cuenten siempre con nuestra cooperación. Sin la nueva edición del libro, este largo prólogo carecería de objetivo. Gracias. Fidel Castro Ruz, Junio 4 de 2008”.
Rasgos de la única visita
El libro escrito en 1993 y publicado en 1994, contiene todas las expresiones del pensamiento de Fidel en los diferentes temas que tocó durante su estadía en Bolivia. Abarcan desde el caluroso recibimiento "en el calor del frío", pasando por toda aquella explicación de la resistencia heroica cubana al bloqueo, hasta que su juramento de “desaparecer de la faz de la tierra antes que retroceder en sus principios”.
Recoge las palabras de casi todas las intervenciones públicas que tuvo el líder en sus encuentros con distintos sectores de la sociedad boliviana, además de sus reflexión sobre la aparición de un nuevo caballo con un nuevo conquistador y una nueva explotación, refiriéndose a las críticas a los últimos líderes soviéticos que efectuaron un regalo de reyes magos a la potencia unipolar. Contiene su mensaje de que hoy existen nuevas armas en democracia y también una referencia a la "lucidez de la coca" argumentando que ese vegetal no es cocaína sino medicina.
En la segunda edición de la obra (2008) realizada en La Habana –cuyos ejemplares no llegaron a Bolivia– los autores constatan la vigencia de los mensajes que el ex Presidente de Cuba dejó en Bolivia. Entonces, tuvimos un desafío moral y profesional. La intención era dejar un documento periodístico, informativo y testimonial que reflejara lo más nítidamente posible la convivencia de cinco días de nuestro pueblo con el comandante cubano.
Tres lustros después de aquella histórica visita, ocurrieron hechos trascendentales que conmovieron a los latinoamericanos y bolivianos. “El continente vivía el apogeo del neoliberalismo y la entrega de los recursos naturales a manos transnacionales y grupos de poder económico cobró más fuerza que nunca. El mismo mandatario que aquella fecha asumía el mando de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, era parte de la clase que se enriqueció a costa del Estado boliviano. Pero, por esas paradojas de la historia boliviana, en aquel contexto adverso para los trabajadores, la presencia de Fidel fue una realidad, quizás premonitoria”, señala una parte de la presentación a la segunda edición.
Los autores ratifican que las palabras expresadas en 1993 están plenamente vigentes como el reclamo de los próceres de las luchas independentistas, Simón Bolívar, Antonio José Sucre y José Martí al ver el mundo unipolar dominado por una gran potencia económica y militar o cuando planteaba la unidad de los pueblos de América Latina.
El libro representa un pedazo de la histórica y única visita de Fidel Castro a Bolivia y queda como un testimonio periodístico para que trascienda de generación en generación.