Este 22 de enero el Estado Plurinacional de Bolivia cumple dieciséis años, por disposición de dos decretos supremos (48, de marzo de 2009 y 405, de enero de 2010), que se basaron en el artículo 1 de la Constitución Política del Estado y en la fecha de ascenso al poder de Evo Morales (culto a la personalidad que le llaman). El segundo de dichos decretos dispuso, además, que cada 22 de enero sea feriado nacional.
En la parte considerativa del decreto 48 puede leerse que el 22 de enero de 2006, Evo Morales asumió la conducción del Estado en representación de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, lo que es una falacia porque, como se vio después, Morales sólo representó a los indígenas que se sometieron a sus dictados y no a los que pensaban distinto y no cumplían sus órdenes, como por ejemplo, los del TIPNIS.
El MAS ha intentado contraponer el Estado Plurinacional de Bolivia (EPB) a la República de Bolivia, pese a que el texto de la CPE reconoce a nuestro país como “república” en sus artículos 11.I, 146.II, 202.1 y 7, 238.3, 339.I y Artículo Transitorio 1.I (dos veces).
Habrá que convenir que, aunque Bolivia nació como república en 1825, en los hechos no era tal, porque la ciudadanía no alcanzaba a las mujeres y, entre los varones, no todos eran ciudadanos. Del mismo modo, si se recuerda que Bolivia contaba con una religión oficial y que, durante algunos años, se prohibía el ejercicio público de todo otro culto. De modo que Bolivia era una “república” sui generis, en la cual un muy importante porcentaje de la población estaba excluida de la ciudadanía, situación que se remedió en parte en 1952 (voto universal), aunque hasta el presente la exclusión y la discriminación se mantienen, con evidente tendencia a desaparecer
Ahora bien, es necesario puntualizar que la idea de que Bolivia sea declarada como un “Estado Plurinacional”, más allá de las reacciones acerca de la pertinencia o impertinencia del término, no fue, como muchos piensan, creación del MAS ni de los abogados españoles que, ufanos, anduvieron por el país durante la época de la Asamblea Constituyente. Fue decisión del hoy prácticamente desaparecido “Pacto de Unidad”, organización creada en septiembre de 2004 y conformada por la CSUTCB, las Bartolinas, los Interculturales, la CIDOB y CONAMAQ, que pretendían estructurar un estado diferente al estado-nación propio del liberalismo.
El Pacto logró que la propuesta se incluya en el texto de Constitución que se aprobó en Oruro, luego de los lamentables hechos de la Calancha, Sucre, y las maniobras a las que apeló el MAS, pero –como es sabido- el texto que finalmente se sometió a referéndum fue uno aprobado por cuatro políticos reunidos en oficinas de la Lotería Nacional, con lo que la mentada Asamblea Constituyente, de la que tanto se ufana el MAS y sus adulones, no fue tal. Esto lleva a concluir que la Constitución sometida a referéndum no refleja las aspiraciones de los sectores a los que el MAS decía (y dice aún) representar, sino la decisión de elites políticas que, con toda probabilidad, siguen pensando, como Lenin, que el pueblo es, de suyo, incapaz y requiere de vanguardias que lo lleven al paraíso, sea éste el del libre mercado o el socialista.
Y también demuestra que, en el fondo, lo que hubo en Bolivia fue solamente un proceso de cambio de nombres: la antigua PTJ, hoy FELCC; SENAC hoy ABC; Parlamento, hoy Asamblea (con origen en la odiada revolución burguesa de 1789); Consejo de la Judicatura, hoy de la Magistratura (el imperio romano resuena en nuestros oídos con ese vocablo) y así sucesivamente, sin que nada sustantivo haya cambiado en realidad.
Por otro lado, el estado liberal no fue sustituido por otro pretendidamente mejor, sino destruido sin piedad alguna, al punto que hoy asistimos a un ridículo espectáculo, en el cual dos Órganos del Estado acuerdan “dar certidumbre” a las elecciones generales de 2025, y se esté convocando para el 17 de febrero de un encuentro con el mismo fin, en tanto la respetada fundación Jubileo y la alianza OCD, han entregado al TSE una propuesta para una elecciones más sólidas, confiables y trasparentes en 2025 y 2026.Claro, en un país en que la Constitución y las leyes no se cumplen, hay que hacer todo esto.
La situación de los pueblos indígenas es también complicada, pues pues muchos de ellos han sido marginados olímpicamente de la toma de decisiones y han sufrido represión, persecución y ninguneo.
Lo mismo pasa con la Madre por la manera en que el discurso oficial es completamente opuesto a lo que sucede en la realidad. La depredación de que es víctima no se puede comparar con ninguna otra época de la historia. Los contratos con chinos y rusos para la explotación del litio son ejemplo palpable de ello y, adicionalmente, muestran un grado de sometimiento indigno.
Total, que el Estado Plurinacional fue y es sólo un slogan para beneficio del MAS y su eternización en el poder, que se ejecuta en nombre de quienes aún hoy siguen siendo sometidos, esta vez por sus nuevos patrones.
El autor es abogado