La Paz, 25 de junio de 2024 (ANF).- Amigos y familiares de Silvia, de 60 años, y Virginia, de 27 años, (madre e hija) iniciaron una campaña en Uruguay para que ambas sean liberadas de una prisión boliviana, donde yacen desde marzo por ser sorprendidas con siete gramos de marihuana para consumo.
El 17 de marzo, luego de realizar un viaje turístico por Bolivia, ambas estaban por retornar a Uruguay desde el aeropuerto de El Alto; sin embargo, al pasar sus valijas por los controles, las autoridades notaron que una botella contenía siete gramos de marihuana.
El hallazgo ocasionó la detención de la madre y su hija. El 18 de marzo, el fiscal Diego Farrachol las imputó por tráfico de drogas y fueron enviadas de manera preventiva a la cárcel femenina de Obrajes por 90 días.
Un mes y medio después, la defensa de la familia logró reunir las pruebas necesarias para que la Fiscalía revisara la decisión: sobreseyera a la madre y cambiara el delito de la hija de tráfico a consumo de sustancias, cuya pena es la expulsión del país, a lo que el fiscal Farrachol accedió el 8 de mayo.
Sin embargo, desde la fecha no existen avances significativos para que ambas sean liberadas; entre tanto, la defensa de las extranjeras reportó que la salud de sus clientas comenzó a deteriorarse.
La campaña titulada “Pedido humanitario al gobierno de Bolivia” suplica la liberación inmediata de Silvia y Virginia para que retornen a su país de origen.
“Ayúdanos a traerlas a casa difundiendo este mensaje y colaborando con los gastos de sobrevivencia en la cárcel de Bolivia”, dice parte de la campaña.
La madre no cometió ningún delito, porque la hija aceptó que el cannabis es para su consumo. Sin embargo, no fue liberada.
La joven demostró que ella está registrada como integrante de un club cannábico en Uruguay, país donde su consumo es legal, y que no trafica la sustancia.
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