
La Paz, 16 de marzo (AND).- El 11 de marzo desde el hospital Gemelli, donde está internado, el Papa Francisco aprobó el proceso de acompañamiento y evaluación de la fase de implementación del Sínodo de la Sinodalidad, mismo que concluirá en octubre de 2028 con la realización de la “Asamblea Eclesial” en el Vaticano.
El Sínodo de la Sinodalidad es un proceso que convocó la Iglesia Católica en 2021. Y tuvo su segunda etapa en octubre de 2024 con una reunión en el Vaticano y posterior publicación de su documento final. El tema de este Sínodo es: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. Tiene como objetivo garantizar que la sinodalidad se convierta en una parte integral y cotidiana de la vida de las Iglesias locales.
La reciente decisión de Francisco no trata de la convocatoria a un nuevo sínodo, sino de un camino continuo que busca concretar las decisiones tomadas anteriormente, con especial énfasis en la participación activa de todas las Iglesias y la evaluación de los progresos a nivel local y global.
La reciente carta emitida por el Cardenal Mario Grech, Secretario General del Sínodo, hecha pública el 15 de marzo, reafirma que no se convocará un nuevo Sínodo, sino que se continuará el proceso iniciado en el anterior, con un enfoque renovado en su fase de implementación y acompañamiento. Esta decisión subraya la importancia de profundizar en los frutos de la experiencia sinodal previa, consolidando los avances realizados y llevando las orientaciones del Documento Final a las comunidades locales de la Iglesia.
A lo largo de este proceso, que culminará con la celebración de una Asamblea Eclesial en octubre de 2028, se fomentará un itinerario de implementación que involucra a las diócesis, conferencias episcopales, movimientos eclesiales y comunidades locales, con el objetivo de aplicar las orientaciones del Sínodo de la Sinodalidad de manera adecuada a cada contexto cultural y pastoral.
El Cardenal Grech destacó que, más que una simple aplicación de directivas, el proceso será un ejercicio de recepción y adaptación de los principios sinodales, permitiendo que cada comunidad aporte su riqueza y creatividad al camino común de la Iglesia. Esta fase también buscará involucrar a todos los actores eclesiales, desde los obispos hasta los laicos, fortaleciendo la sinodalidad a nivel local.
Además, el Jubileo de los Equipos Sinodales, que se celebrará en octubre de 2025, será un momento clave para reconocer el trabajo realizado y renovar el compromiso con la sinodalidad, en un horizonte de esperanza para la Iglesia.
De esta manera, la Iglesia continúa su proceso de renovación, reafirmando que la sinodalidad no es un evento aislado, sino un camino continuo que implica a todos los miembros del Pueblo de Dios en su misión compartida.
En este link puede acceder a la entrevista del Cardenal Grech, Secretario General del Sínodo, donde afirma que la próxima Asamblea Eclesial de 2028 será la ocasión para recoger todos los frutos que han madurado a nivel de la Iglesia desde el trabajo sinodal iniciado en 2021.
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