La Paz, 15 de octubre de 2024 (ANF).- Las mujeres indígenas de tierras bajas divisan un grave problema de inseguridad alimentaria al extremo de la “hambruna”, una vez que los incendios se apaguen, ha dicho la presidenta de la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia (Cnamib), Wilma Mendoza.
“Más que todo las mujeres dicen que se va a venir una hambruna porque lastimosamente se están quedando vacías algunas comunidades, se han evacuado, porque han perdido no solo su habitad, sino todo”, afirmó Mendoza.
Los incendios han arrasado con bosques y pastizales, han afectado comunidades y territorios indígenas, las familias han sido evacuadas porque el fuego ha consumido en algunos casos sus viviendas o sus cultivos.
Por eso “no hay alimentos suficientes” para que las personas que lo han perdido todo retornen a sus comunidades, comenta Mendoza, quien cree que esas familias ya no van a volver a sus hogares y se van a quedar en las ciudades buscando trabajo para generar ingresos económicos.
Muchas familias de comunidades han perdido sus medios de vida, porque vivían de las bondades de la naturaleza, de los productos silvestres que recogían del bosque y lo transformaban en jabón, aceites, entre otros. Ahora una incertidumbre rodea sus vidas.
En otra dimensión de la problemática y las consecuencias de los incendios es el abandono de los niños, adolescentes de la escuela. Principalmente las familias que han tenido que abandonar sus vidas y dejarla entre las cenizas.
Mendoza dijo que la dinámica cotidiana de los niños y niñas ha sido alterada, por lo tanto, es fundamental analizar cómo se va a recuperar el tiempo perdido de los menores en el ámbito educativo. La organización de mujeres chiquitanas ha pedido asistencia psicológica por lo que ha significado la pérdida y desesperación de vivir amenazados por el fuego.
Mendoza cuestionó que, en esta coyuntura tan complicada, el Ministerio de Defensa y el Viceministerio de Defensa Civil usen el apoyo para hacer “campaña política” y que solo coordinen con las gobernaciones, municipios y los COED, “ahí se pierde (la ayuda), ¿Dónde llega?", observó.
La lideresa indígena con profunda tristeza comentó que los animalitos están sufriendo por los incendios, muchos salen a los poblados por agua, sedientos. “Nunca he visto esa magnitud de vida tan vulnerables los animales, los jochis están caminando cuando antes se escapaban”.
Mendoza participó este pasado jueves y viernes en una reunión de líderes y lideresas de las organizaciones de tierras altas y bajas de Bolivia, instancia en la que emitieron un documento con 15 planteamientos para que el proyecto de ley sobre los incendios forestales impulsado por la Comisión Técnica Mixta del Senado garantice sus derechos individuales y colectivos.
Expresó su “rabia” contra las normas orientadas a la deforestación a gran escala con grandes consecuencias para el medioambiente, la fauna y la flora.
Este domingo, el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) ha informado que hasta el 8 de octubre, el fuego arrasó con 9.831.219 hectáreas de bosque y pastizales en todo el país, de las cuales, más del 60% se encuentran en el departamento de Santa Cruz.
La anterior semana, Fundación Tierra ya había alertado que de acuerdo a sus estudios este 2024 los incendios quemaron 10,1 millones de hectáreas de superficie, un hecho nunca antes visto en la historia de Bolivia, con graves consecuencias ambientales y sociales.
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