La Paz, 27 de abril de 2023 (ANF).- La Asociación Nacional de Adultos Mayores de Bolivia (Anambo) observó que existe una falencia en la normativa para el pago de la Renta Dignidad a aquellas personas que se encuentran postradas en cama por enfermedades o debido a la avanzada edad y que además no cuentan con familiares o allegados que puedan hacer el cobro o trámite de un pago a domicilio del beneficio.
En un encuentro virtual denominado “Acceso a la Renta Dignidad, Rompiendo Barreras”, organizado por el Ministerio de Justicia, el lunes 24 de abril, con la participación de la Gestora, la Autoridad de Fiscalización y Control de Pensiones y Seguros (APS) y representantes de gobiernos municipales, se hizo la consulta de este tema, pero las autoridades no dieron una respuesta que solucione el problema.
Amelia Rojas, vicepresidenta de Anambo dijo a ANF que no existen organizaciones o instituciones que colaboren a los adultos mayores incapacitados y sin familiares a acceder a su renta.
“Hemos visitado lugares, por decirle en el norte de Potosí, donde hay gente adulta mayor que está postrada en cama, que no se mueve y no hay quién se los vaya a cobrar la Renta Dignidad y tampoco llega ninguna organización que le pueda colaborar en ese sentido”, lamentó la representante.
Destacó que es un tema de prioridad atender esta falencia en el pago a quienes no pueden hacerlo personalmente considerando que muchos de ellos viven únicamente con esta renta.
“(Con la Renta Dignidad) pagan alquileres, su comida, medicinas y todo, entonces los adultos mayores son el sector más olvidado, y como que la sociedad no quiere tomar conciencia de que realmente todos vamos a llegar a ser adultos mayores”, sostuvo Rojas.
Foto: Los Tiempos
Trámites complejos para un adulto mayor
ANF conoció el caso de Braulio, un adulto mayor de 76 años, en la ciudad de La Paz, con enfermedades crónicas degenerativas que con el paso del tiempo lo dejó incapacitado físicamente al punto de que se encuentra postrado de forma permanente y sin poder salir de su casa. En época de pandemia por el Covid-19 sus familiares dejaron de cobrar su renta por más de siete meses y al intentar retomarlo encontraron que la cuenta estaba bloqueada por la Gestora Pública de la Seguridad Social de Largo Plazo, encargada de hacer este pago.
Tramitaron el desbloqueo y recurrieron a activar la modalidad del ‘pago a domicilio’ del beneficio que conlleva otro trámite.
Para ello se apersonaron a oficinas de la Gestora, recabaron los requisitos que son: un certificado médico con dos registros profesionales, los documentos de identidad del beneficiario y del solicitante y un croquis domiciliario, además de números de teléfonos de referencia.
Para obtener el certificado médico, los familiares de Braulio buscaron un médico particular privado cuya valoración (en el domicilio) y certificación tuvo un costo de Bs 200.
Una vez reunidos los requisitos, fueron presentados a la Gestora para ser revisados y aprobados. El pago se hizo durante los 21 días posteriores a la presentación de los documentos.
“Además nos dijeron que si queremos continuar con esta modalidad debemos volver a realizar el trámite y actualizar el certificado médico cada vez que queramos hacer el cobro”, dijo la hija de Braulio.
Para evitar la repetición del trámite, la hija de Braulio se enteró de la modalidad de ‘abono en cuenta bancaria’ de la Renta Dignidad, sin embargo, en la Gestora le indicaron que el beneficiario debe hacer la solicitud de forma personal en las oficinas, sin dar opciones para quienes no pueden apersonarse por su situación física.
El trámite descrito claramente no puede ser efectuado por una persona adulta mayor postrada y requiere necesariamente de la colaboración de un familiar o allegado capaz de movilizarse y hacer la diligencia.
La situación, según Anambo, es más complicada para adultos mayores con diferentes dolencias y dificultades para trasladarse de un lugar a otro, que viven en áreas alejadas a las ciudades, parejas de ancianos o uno solo de ellos que viven sin ningún familiar o con un solo allegado que no tiene el tiempo suficiente para hacerse cargo de las necesidades del adulto mayor.
Si bien, para estas regiones está habilitado el pago de la Renta Dignidad a través de las Fuerzas Armadas, según información de la Gestora, los uniformados solo realizan el pago del beneficio y no tienen atribuciones ni obligaciones para realizar ningún trámite en representación los ancianos.
Estas trabas complican que un adulto mayor pueda acceder al beneficio de la renta si no cuenta con familiares o alguien que le apoye para ello, haciendo que muchos adultos mayores no hagan el cobro por la imposibilidad que les representa.
“Constantemente en Anambo y los representantes de los departamentos tratan de coordinar esta situación, se va reclamando y reclamando, pero es muy difícil que realmente este sector reciba la atención como debe ser”, lamentó Rojas.
Foto: Internet
Advirtió que sus demandas son escuchadas por las autoridades, sin embargo, no son atendidas ya que no se realiza ninguna acción para solucionar sus problemáticas.
“Las autoridades nos escuchan, pero lamentablemente el adulto mayor se da cuenta que solamente ellos hacen como ‘digámosle bueno nomás o sí’, pero tomar acciones realmente que valgan la pena no existe una respuesta efectiva a las necesidades del adulto mayor”, indicó.
De acuerdo a la normativa que tiene la Gestora para hacer las cancelaciones a domicilio solo se toma en cuenta el “impedimento temporal o momentáneo” del adulto mayor pretendiendo que el mismo recupere sus capacidades motoras para trasladarse de un lugar a otro en un tiempo breve, cuando lo que sucede con el envejecimiento es todo lo contrario, en la mayoría de los casos, es un proceso gradual, continuo e irreversible de deterioro de las funciones del cuerpo, y mucho más en casos con enfermedades de base.
La vicepresidenta de Anambo lamenta que existe una inconciencia tanto de autoridades como de la misma sociedad sobre lo que es el envejecimiento y el trato que se les debe brindar a las personas adultas mayores y que hace falta mucho por hacer para que esta situación mejore.
“Los adultos mayores que estamos en gestión realmente sabemos que todo el trabajo que se hace no es para ahora y, si hay algunas autoridades que tomen cartas en el asunto en el cumplimiento de la ley para el adulto mayor, quizás se beneficien los jóvenes que mañana llegarán a esta etapa; porque hoy en día nosotros somos maltratados, hay que trabajar muchísimo para que la misma sociedad tenga conciencia de lo que es ser un adulto mayor en nuestra realidad”, dijo Rojas.
Universo de pagados
De acuerdo con datos oficiales, según las proyecciones de población del Instituto Nacional de Estadística (INE), para este año se estima que el país cuenta con 1.213.165 (un millón doscientos trece mil, ciento sesenta y cinco) personas de más de 60 años. En 2022, la Renta Dignidad se pagó a 1.156.592 (un millón ciento cincuenta y seis mil, quinientos noventa y dos) adultos mayores.
En cuanto a la modalidad del pago a domicilio, el año pasado se efectuaron 17. 605 cancelaciones de la Renta Dignidad.
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