La Paz, 18 de junio del 2024 (ANF). – La diputada de Comunidad Ciudadana (CC) Luciana Campero denunció este martes que Julia Ramos, exministra de Evo Morales y actual vicepresidenta de la dirigencia paralela del Movimiento al Socialismo (MAS-arcista), tiene a su nombre 174 propiedades, entre casas y terrenos.
La denuncia la realizó con base en un formulario de Derechos Reales que certifica la existencia de las propiedades a nombre de la exministra de Evo Morales y actual dirigenta del MAS-arcista. El documento fue emitido el 25 de mayo en la ciudad de Santa Cruz.
Precisó que las propiedades a nombre de Ramos se encuentran en el barrio Bartolina Sisa en el municipio de Cercado Tarija y están en una extensión de 25 hectáreas de terreno (equivalente a 250.000 metros cuadrados), que obviamente están divididas en lotes. Es decir, el barrio consta de 423 propiedades de las cuales 174 le pertenecen a la exministra.
“Eso debería haber sido investigado porque en Tarija comprar un lote es caro. Esas casas están a nombre de Julia Ramos y en condición de viviendas sociales. Tramitar una vivienda social se lo hace solamente con el título a derecho propietario y sólo puede ser tramitada una vivienda social por familia, pero estamos hablando de múltiples viviendas sociales en el lugar que está a nombre de Julia Ramos. Es una irregularidad, es un delito desde cualquier punto de vista”, declaró Campero a la ANF.
De acuerdo al diputado de CC José Manuel Ormachea, la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF) debería investigar a Ramos porque se trataría de un presunto delito de ganancias ilícitas.
En 2015, Ramos fue aprehendida por la fiscalía porque aprobó ocho proyectos fantasmas en la gestión 2010, cuando era miembro del directorio que presidía la exministra de Desarrollo Rural, Nemesia Achacollo. En su momento, fue enviada a la cárcel con detención preventiva, aunque después logró su detención domiciliaria.
Después de nueve años, sorpresivamente la fiscalía dictó su sobreseimiento porque no hubiera encontrado pruebas de los delitos en el irregular manejo de los proyectos del Fondo Indígena, fue investigada por enriquecimiento ilícito y conducta antieconómica.
Poco tiempo después de que la fiscalía dictó este sobreseimiento, Ramos apareció militando en la facción arcista, es más en el “congreso” que se realizó en El Alto fue elegida vicepresidenta de una dirigencia que no fue reconocida por el Tribunal Supremo Electoral.
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