La Paz, 14 de julio (ANF).- Una funcionaria del hospital cruceño San Juan de Dios fue denunciada por tratos discriminatorios y xenofóbicos por la ciudadana peruana Gladys Centeno. La denuncia fue presentada ante Oscar Urenda, secretario de salud y políticas sociales de la Gobernación de Santa Cruz.
Se trata de la responsable de cobranzas de dicho nosocomio, Eva Javetti, quien, según la denuncia, expresó contra Centeno que ella “no tiene derecho a pedir o exigir nada, está en Bolivia y ella tiene que aceptar lo que decimos”. “Esa extranjera que se ha creído ¿que porque ella llega se le tiene que atender? Ella tiene que darse cuenta que es extranjera peruana”, se lee en la denuncia.
Gladys Centeno es madre de Renatto Cafferata, ciudadano peruano recluido en la cárcel de Palmasola. Fue sentenciado a 30 años de cárcel por la muerte de su enamorada en un juicio en el que se vulneraron el debido proceso y múltiples derechos como reconoce un fallo del Tribunal Constitucional que pide subsanar las vulneraciones y una nueva sentencia.
Centeno refiere en la denuncia que acudió al Hospital San Juan de Dios por la salud de su hijo que presentaba un cuadro hepático y salmonelosis. En el lugar no pudo hacer los análisis clínicos porque no tenían insumos. Tuvo que acudir a otros laboratorios pero retornó al San Juan de Dios por ser el centro designado por los médicos de Régimen Penitenciario.
Luego de tres días de realizado los análisis en un laboratorio externo, Centeno regresó con los resultados al Hospital que estaba en paro médico, pidió atención de emergencia por la salud de su hijo y fue discriminada y maltratada por la funcionaria Javetti.
“Pedí asistencia médica de emergencia (dije) ‘por favor mi hijo esta amarillo con Hepatitis A y Salmonella, necesito que un médico me diga las medicinas que debo comprar para enviarlas al recinto, lleva 11 días sin la medicina correcta que debe tomar’, (y respondió insensiblemente una persona) ‘estamos de paro’, (dije) ‘una persona no puede poner su vida en riesgo por un paro’”, se lee en el documento.
Otra funcionaria llamó a Eva Javetti, de cobranzas, quien respondió a la súplica de Centeno: “Si se muere su hijo va ser en el penal, aquí en el hospital no va a ser, porque él no se encuentra en este hospital, vaya al penal, reclame, diga, haga lo que quiera, pero es en el penal, allá tienen ocho médicos que los atienden a los presos”.
Con esa respuesta Centeno acudió a la asistencia social y al regresar con la responsable del área escuchó vociferar de Javetti: “Esa extranjera que se ha creído, que porque ella llega se le tiene que atender, ella tiene que darse cuenta que es extranjera peruana, tiene que venir suavita, no tiene derecho a pedir o exigir nada, está en Bolivia y ella tiene que aceptar lo que decimos, si 100 o 1.000 veces tiene que regresar lo tiene que hacer, el extranjero es al último al que se atiende, ellos no tienen derecho a nada, solo se atiende a bolivianos”.
Centeno pide al secretario de salud de la Gobernación -en el marco de la Ley contra el Racismo y toda forma de discriminación y la Constitución Política del Estado- poner fin este tipo de trato que creía ya erradicado del país porque fue en contra de su dignidad y de la salud de su hijo que se encuentra en una situación crítica en el penal de Palmasola.
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