La Paz, 25 de mayo de 2023 (ANF).- Disponer de tecnología para un mejor resguardo y control en el penal de Chonchocoro está en manos de la Dirección de Régimen Penitenciario que desde hace más de dos años no pone en funcionamiento dos "body scanner" de control al ingreso del recinto y de igual forma las cámaras de seguridad que llevan más de un año instaladas pero sin uso.
Con el uso de tecnología en un recinto considerado de máxima seguridad se podría mejorar el control de ingreso de sustancias y productos prohibidos y prevenir peleas y hechos de sangre, dijo a ANF el director del recinto penitenciario, mayor Ariel Aruquipa, quien ha buscado corregir las falencias de seguridad con planes y diagnósticos.
“El scanner por el momento todavía no está funcionando, se ha hecho los requerimientos para que funcione, Régimen Penitenciario tiene que implementarlo, pero no hay fecha exacta para que entre en funcionamiento, eso ayudaría mucho en el control, por ahora solo se hace el control físico interno y externo por parte de los policías”, señaló a ANF la autoridad policial.
En febrero de este año el entonces director departamental de Régimen Penitenciario de La Paz Franz Laura reconoció la paralización de ambos sistemas por problemas técnicos, pero dijo que se estaba realizando el seguimiento a la instalación y la capacitación de los funcionarios para su uso.
Sobre las cámaras, Aruquipa destacó la importancia para un mejor control, además evidenció la falta de reflectores, celdas y otros equipos electrónicos que se necesitan para un trabajo óptimo, más aún que el personal policial es insuficiente para el resguardo y control del recinto carcelario.
“No están bajo el control de la policía, pero tengo entendido que estas cámaras próximamente van a hacerse entrega, previa capacitación para su uso y designación de personal especializado, las cámaras están instaladas, están funcionando, pero nosotros ni sabemos dónde es su central”, indicó.
Body scanner. Foto: Régimen Penitenciario
Mientras tanto, los controles en Chonchocoro se realizan de forma personal, corrigiendo las falencias por el director del penal mediante planes y diagnósticos de seguridad “que son necesarios para que nosotros podamos regirnos y actuar, pero no solamente para evitar que se filtre algún tipo de sustancia como alcohol, drogas y productos ilegales, también para evitar que se produzcan principalmente los hechos (de sangre) que se han suscitado en el mes de febrero”.
De enero a la fecha se registraron tres muertes en Chonchocoro, dos de ellas el 20 de febrero, cuando se encontró a dos internos colgados en el taller de hojalatería del penal, otra muerte anterior ocurrió el 12 de febrero, cuando un interno recibió golpes en la cabeza con un palo de escoba de parte de otro recluso. El hecho ocurrió en medio de consumo de bebidas alcohólicas.
Luego de las muertes, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, mencionó que Chonchocoro “es una de las cárceles más seguras de Latinoamérica”, pese a que un informe de la Defensoría del Pueblo da cuenta que solo hasta 2018 se conocieron al menos 22 asesinatos y que expertos calculan cerca a la treintena de muertes a la fecha.
Para el exdirector de Régimen Penitenciario Ramiro Llanos lo esencial en la rehabilitación en las cárceles es el factor humano y de no contar con esta exigencia, cualquier equipo de control o tecnología para evitar el ingreso de objetos y sustancias prohibidas resultará un fracaso.
“Si el personal no funciona, ninguna máquina va a poder sustituir al personal, con esto quiero decir que, aunque se invierta en los mejores equipos como body scanner, en detectores de metales, en perros amaestrados para detectar la droga u objetos, si el personal no es el adecuado, esto va a tener sus huecos y por ahí van a entrar las cosas negativas a las cárceles”, dijo a ANF en una anterior entrevista.
Llanos remarcó que la Penología indica que el factor humano es lo esencial en la rehabilitación “y si no tienes un personal formado, un personal que está generando hábitos y prácticas adecuadas en cárceles, un personal que está imbuido, impregnado, un personal que quiera rehabilitar, no hay resultados”.
Hace una semana una pelea de privados de libertad en Chonchocoro dejó dos internos heridos. Uno de ellos fue trasladado al Hospital de Clínicas de La Paz por su gravedad. El hecho ocurrió en medio del consumo de bebidas alcohólicas.
De acuerdo a la Ley 2298 de Ejecución Penal y Supervisión, el personal de seguridad penitenciaria “no debe permitir fiestas privadas en los establecimientos penitenciarios ni permitir el consumo de bebidas alcohólicas ni estupefacientes”. Las denuncias por el ingreso de alcohol y droga en todos los penales apuntan a la seguridad policial.
Foto: Página Siete
Reposición de médicos
Otra falencia en Chonchocoro es el personal médico permanente. En febrero renunció el médico titular y desde entonces no se puede reponer a otro profesional en el cargo.
"Es un pedido casi permanente que hacemos para responder a las conminatorias que han llegado de los juzgados para las salidas oficiales, para atención médica, para valoraciones, también necesitamos el médico para casos de emergencia para que certifique la urgencia del privado de libertad de salir del recinto”, indicó Aruquipa.
Hace una semana cuentan con un médico provisional para que cubra esta falencia, pero no es seguro debido a que los galenos renuncian de forma casi inmediata.
“Han asignado provisionalmente a un nuevo profesional, anteriormente no se asignaba o renunciaba inmediatamente o a los dos días, esa falencia la hemos venido arrastrando desde los problemas que se generaron en febrero”, apuntó.
Esperan que el nuevo galeno, que no es el titular asignado al cargo, se mantenga hasta contar un médico de planta en Chonchocoro.
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