El secretario general del POR junto a Ramón Vasco, Atilio de Castro y Hugo Caballero Foto: ANF
La Paz, 3 de julio (ANF).- En junio de 1935, hace 80 años, José Aguirre Gainsborg y Tristán Marof concurrieron en Córdoba, Argentina, a la fundación de una nueva organización de corte marxista para Bolivia. Tres años después, el naciente Partido Obrero Revolucionario (POR) se alinearía internacionalmente con el trotskismo, en momentos en que se producía un profundo cisma dentro de la Revolución rusa. Los poristas bolivianos terminarían enfrentados en Los Andes a los llamados estalinistas, seguidores de la línea oficial dirigida desde Moscú, la cual derivaría primero en la creación del Partido de la Izquierda Revolucionaria (PIR) y dos décadas más tarde, en el Partido Comunista de Bolivia (PCB).
Este viernes, el POR conmemora su octogésimo aniversario, con lo cual se consolida como la organización política activa más antigua del país. Encarna la tradición, Miguel Lora, secretario general del partido. ANF conversó con él horas antes de su acto de recordación y de la entrega del tomo 70 de la colección de "Obras Completas" de su principal ideólogo, Guillermo Lora, fallecido hace cinco años.
Miguel Lora hizo un balance de estas ocho décadas, recordando que el POR ha sido y es sobre todo un núcleo consecuente de elaboración teórica que ha asumido la tarea de dar respuestas a todos los problemas del país. En su recorrido histórico que abarca desde la posguerra del Chaco hasta nuestros días, vivió momentos de ascenso y de depresión, señala Lora. Uno de estos últimos fue la elección de Evo Morales como presidente el año 2005. En esos días triunfales del Movimiento al Socialismo (MAS), el POR habría quedado arrinconado.
"Es una novedad que un indígena con poncho y ojotas se transforme en
gobierno. Entonces creó la ilusión en la mayoría de los oprimidos de
este país, la ilusión de que ese indígena, por haber salido de su seno,
podía resolver sus problemas. El POR pudo haberse sumado ahí, igual que
el Partido Comunista, igual que los otros partidos llamados de izquierda, pero el
POR decidió nadar contra la corriente", analiza quien fuera durante años dirigente del magisterio urbano.
Lora recuerda que "el POR fue el único partido, en ese momento difícil, que dice que el MAS es una de las expresiones del nacionalismo de contenido burgués, y que va a terminar más temprano que tarde, entregando a Bolivia al imperialismo. Cuando dijimos eso en ese momento, quedamos totalmente aislados... 'unos locos, estos nunca están de acuerdo con nadie'... pero han pasado diez años, ahora está confirmado lo que habíamos dicho", ratifica.
Y es enfático al criticar a tiempo de vaticinar: "El MAS es un pálido reflejo de lo que fue el MNR en su momento, es
un remedo, una caricatura, sin programa, lo que hace es repetir el viejo
programa nacionalista, está condenado por tanto a fracasar".
Lora se congratula por haber soportado el aislamiento de hace una década: "Las otras organizaciones de la izquierda se han borrado del mapa, tienen que existir sirviendo a este gobierno burgués, comiendo de las migajas que le arroja el MAS. En cambio, ahora, el POR es la referencia política en el debate. Con quién debaten pues... con el POR". El profesor Lora se refiere especialmente a la Universidad de Cochabamba, donde una dirección estudiantil porista resiste desde hace más de dos meses a las autoridades y al estamento docente.
Pero, ¿hacia dónde se dirigen los oprimidos hoy? Miguel Lora sabe que aún no tocan las puertas de su partido. Él cree que actualmente Bolivia vive "en sus amplias capas oprimidas, una etapa de emancipación política del MAS". "Cada día, las masas se van alejando del control político de este gobierno. ¿dónde están las pruebas de que las masas se alejan del control del gobierno?, la rebelión de El Alto, pero no solo El Alto, todo el país, en todas las capitales de este país han ganado los que critican al MAS", sostiene.
Claro, pero al desencantarse, le comentamos, votan por Unidad Nacional (UN) o por los Demócratas. Lora califica este hecho como una "tragedia". En efecto, lo que falta en este momento es un proletariado políticamente presente que oriente el desbande y lo encauce por la vía revolucionaria. "Fisicamente está ahí, en Huanuni, en Colquiri, pero políticamente está
ausente, no está haciendo el papel de dirección política de este país.
Por eso estas rebeliones no encuentran una salida. El POR es la
dirección política del proletariado, pero de un proletariado que no
logra capitanear las luchas. Esa es la tragedia de este momento. Si no se supera
esa tragedia, no habrá revolución", lamenta.
¿Cuál es entonces la salida? Lora responde: "El POR tiene que trabajar firmenente en el seno de la clase obrera". Este sábado se inicia su conferencia nacional. "Allí vamos a despellejarnos para saber cómo vamos a insertarnos en el seno de la clase obrera", promete el secretario general.
Un comité internacional
Junto a Lora, sonríen sentados tres combatientes poristas de alcance continental (foto). Ramón Vasco de Argentina, Atilio de Castro de Brasil y Hugo Caballero de Chile. Los tres destacan la importancia del pensamiento de Guillermo Lora más allá de las fronteras de Bolivia, pero subrayan aún más la experiencia teórica y práctica de su partido. Vasco dice que en Argentina ponderan la idea de que el partido es el programa y que el militante revolucionario no debe ser un funcionario rentado, sino un profesional comprometido con la lucha de clases. De Castro no olvida la presencia de Guillermo Lora en Sao Paulo, reunido con los siete primeros militantes brasileños del POR en 1979 dentro de ese país gigantesco. El porista paulista considera que los revisionistas aislaron durante mucho tiempo al POR boliviano y que ello le recortó influencia internacional, la cual aspira a ser recuperada. Por su parte, el chileno Caballero recuerda también a Lora, quien exiliado en Chile en 1972 tras el golpe de Banzer, cooperó en la formación del POR chileno, una escisión del MIR en ese país.
Los tres internacionalistas comentan que existe desde 1989 un comité de enlace para la reconstrucción de la Cuarta Internacional. No es una federación de grupos, sino un partido único y compacto. Publica desde hace 13 números una revista y aspira a mundializar la experiencia boliviana, que sin duda, es la más inspiradora para ellos. En sus reuniones se recuerdan los años de la Tesis de Pulacayo o de la Asamblea Popular, los tiempos en los que el POR estaba soldado a la clase obrera.
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