La Paz, 8 de enero de 2025 (ANF).- El presidente de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM), Jorge Alvarado, afirmó que el acero producido en el complejo siderúrgico boliviano será más competitivo en calidad y precio que el acero importado que ingresa al país de Perú y Brasil, e incluso si el acero llega desde China, producto considerado el de más bajo precio.
Alvarado explicó que el proyecto, actualmente en fase de pruebas, está en camino a comenzar su producción operativa a mediados de febrero de 2025 y que uno de los pilares de la competitividad del acero del Mutún radica en su materia prima.
“El mineral de hierro extraído del yacimiento presenta una alta ley de entre 55% y 65%, superando los estándares de otras minas en la región, como de Brasil con minas de hierro con una ley de entre 45% y 50%, otras minas están más o menos en ese nivel”, dijo en entrevista con ANF.
Indicó que la materia prima utilizada directo de la mina del Mutún marca una gran diferencia en el acero producido, frente a otros aceros que se elaboran incluso a partir de chatarra reciclada.
Respecto a los precios, Alvarado prefirió mantener en reserva los detalles, aunque aseguró que el acero boliviano tendrá un costo significativamente menor al importado. “Nuestro precio será competitivo, incluso respecto al acero chino”, afirmó. Además, rechazó los temores de que el acero importado de China pueda afectar al proyecto boliviano. “Yo quiero indicar que nuestro precio aun así ha de ser competitivo; si el producto chino llega a Bolivia, nuestro producto ha de ser con mucha diferencia de precio más bajo”.
“No enfrentaremos el mismo destino que la planta siderúrgica chilena (supuestamente afectada por el acero chino). Nuestro mercado interno está garantizado”, apuntó.
El impacto del acero chino en la región, de acuerdo al analista en temas mineros, Héctor Córdova, ocasionó el cierre de la siderúrgica chilena Huachipato en 2024, lo que muestra la agresividad comercial del acero chino que basa su fortaleza en su precio bajo.
“La situación boliviana es diferente, pero la competencia con acero importado será un reto. El acero del Mutún debe demostrar su calidad y precio competitivo para consolidarse”, afirmó Córdova a ANF.
El enfoque del proyecto está orientado a sustituir importaciones de acero, aseguró el presidente de la ESM. “Nuestra producción cubrirá alrededor del 50% de las importaciones actuales, lo que evitará también la fuga de divisas por aproximadamente 200 millones de dólares. Además, ofreceremos un acero de altísima calidad a precios competitivos”, remarcó.
El complejo siderúrgico inició su puesta en marcha desde hace un mes y medio con pruebas en vacío y con carga, produciendo con éxito las primeras barras corrugadas y alambrón, por el momento con arrabio proveniente del Brasil, por la falta de conclusión de la planta de Reducción Directa del Hierro (DRI) que debe proveer la materia prima con esponja de hierro.
“En este momento ya estamos sacando el producto final, pero en pequeñas cantidades, por lo que no vamos a poner todavía en el mercado, para poner en el mercado tenemos que tener una producción continua y en cantidades que requieran nuestros clientes, por eso para el mercado vamos a producir seguramente a partir de mediados de febrero”, reiteró la autoridad.
Córdova coincidió en que el Mutún representa un paso importante para la industria nacional, aunque advirtió sobre los desafíos del proyecto. “Es un sueño que llevó décadas de espera. Ahora es vital garantizar la rentabilidad del proyecto y su capacidad de competir en un mercado inundado de importaciones”.
Según Córdova, factores históricos como la ubicación geográfica, la falta de infraestructura logística y los costos de producción altos limitaron la viabilidad del Mutún en el pasado. Sin embargo, considera que la decisión del Gobierno de ejecutar el proyecto ha sido un avance importante.
“El mineral del Mutún tiene una calidad destacable, aunque con ciertos desafíos como el contenido de fósforo, que podría complicar los procesos finales. Aun así, la tecnología instalada debería garantizar un acero competitivo”, aseguró el analista.
Uno de los mayores retos, según Córdova, será garantizar una producción continua y suficiente para el mercado interno. “Mientras no tengamos una producción de tamaño industrial, es difícil proyectar costos y consolidar una estrategia de comercialización efectiva”, alertó.
En ese aspecto, Alvarado se mostró confiado en la estrategia de la ESM. “Nuestro producto está diseñado para satisfacer la demanda interna con estándares superiores”, apuntó.
“El mercado boliviano está garantizado, porque en este momento estamos importando alrededor de 400.000 toneladas, si nosotros vamos a producir 200.000 toneladas, eso significa que vamos a sustituir aproximadamente el 50% de las importaciones”, enfatizó.
Indicó que, en esas condiciones, la ESM no tiene necesidad de hacer mercadeo o temer el riesgo de una competencia, “más aún que nuestro producto ha de ser de altísima calidad y de bajo precio”.
“De acuerdo a nuestros costos de producción, el precio de venta ha de tener mucha diferencia respecto del acero que están importando, o sea que nosotros vamos a tener precios más bajos y ese es uno de los beneficios que va a recibir el pueblo boliviano”, remarcó el funcionario.
El complejo siderúrgico, que abarca 42 hectáreas y contará con siete plantas: Concentración, Peletización, Reducción Directa (DRI), Aceración, Laminación, Central Eléctrica y Auxiliares. Todo representa una inversión de $us 546 millones con financiamiento garantizado por el Banco de Exportación e Importación de China (Eximbank).
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