La Paz, 24 de septiembre del 2024 (ANF). – El ejecutivo evista de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Santa Cruz (FSUTCSC), Emilio Arancibia, rechazó la pausa ambiental, decretado por el gobierno de Luis Arce, y pidió autorizar el uso de transgénicos; el argumento que esgrimió fue que los países vecinos ya lo usan y en Bolivia ya se consume trigo importado producido con esa biotecnología.
“Hay varias cosas (que cuestionamos al gobierno), uno de ellos es que el Presidente promulgó un Decreto Supremo que estamos totalmente en contra de ese Decreto 5225. En el tercer artículo dice que está prohibido que el campesino pueda hacer chaqueos, por eso nosotros estamos en contra; hemos sacado resoluciones para que se pueda abrogar”, declaró Arancibia a la ANF.
El 11 de septiembre, después de tres meses que se iniciaron los incendios en el país, el Gobierno declaró la pausa ambiental indefinida; es decir, todos los permisos para quemas están suspendidos. A la vez, envió un proyecto de ley a la Asamblea Legislativa para incrementar la sanción penal hasta en 12 años para quienes provoquen incendios.
Según datos oficiales del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT), hasta agosto de 2024, la superficie quemada en Bolivia alcanzó a un total de 3.8 millones de hectáreas, la más afectada es Santa Cruz.
Por otro lado, el Gobierno y los agroindustriales analizan el uso de los transgénicos en la producción de alimentos, como trigo, maíz y la soya, para que ofrezcan mayores rendimientos y resistan inclemencias climáticas. Sin embargo, existe rechazo de los medioambientalistas porque esa tecnología exige uso de agroquímicos que afectan a la salud y a la propia tierra.
“Por supuesto que estamos de acuerdo (con el uso de transgénicos), nosotros estamos de acuerdo con la biotecnología. De una vez deben implementar su uso en Bolivia”, subrayó el dirigente.
Criticó que en Santa Cruz se tenga una plata procesadora de biodiésel, pero no haya materia prima; en ese marco, recordó que plantearon al gobierno implementar la variante intacta transgénica para que puedan generar materia prima para el biodiésel.
Una de las instituciones que rechazó el uso de biotecnología es la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático (PBFCC) porque ya se vieron impactos negativos, como la desertificación y degradación de suelos; contaminación de las aguas por el uso excesivo de agroquímicos e insecticidas; y afectación a la salud humana.
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