La Paz, 30 de abril de 2024 (ANF).- Los periodistas de Bolivia enfrentan una severa precarización de sus condiciones laborales, según el estudio “Situación de las condiciones de trabajo y de los derechos laborales de las/os periodistas en Bolivia” presentado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) –institución que realizó la investigación-.
El estudio fue realizado en colaboración con la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) y la Unión Nacional de Instituciones para el Trabajo de Acción Social (UNITAS), fue elaborado en septiembre y octubre de 2023 respecto a las trayectorias laborales de los periodistas, la situación actual de sus condiciones de trabajo, el ejercicio de sus derechos laborales y el panorama actual de los medios de comunicación.
“Es un estudio participativo que ha tomado en cuenta percepciones, testimonios y experiencias de periodistas de todo el país. Se ha hecho talleres principales en el eje y talleres regionales, además se han aplicado más de 150 encuestas. Los periodistas han contado las transformaciones que han ocurrido en la forma de organización de los propios medios de comunicación, el impacto que han tenido en los últimos 10 años, las transformaciones tecnológicas, la pandemia y la forma de organización del trabajo y han dado cuenta lo que dice el título de la investigación”, señaló Zulema Alanes, presidenta de la ANPB, a la ANF.
De 152 periodistas a los que se hizo el sondeo, el 79%, entre asalariados e “independientes”, indicó que trabajó bajo contratos flexibilizados y por períodos de tiempo cortos, y solo el 21% tuvo empleos estables con contratos indefinidos. Esta problemática se ha reflejado durante los últimos 15 años.
La reestructuración de los medios de comunicación ha sido uno de los principales factores que ha contribuido a la precarización laboral en el sector periodístico. Las empresas han tenido que adaptarse a cambios económicos, políticos y tecnológicos, lo que ha llevado a la flexibilización de las condiciones de trabajo.
Esto incluye cambios en los contratos laborales, la externalización de tareas y la tercerización de servicios, lo que ha generado condiciones laborales extremadamente precarias: nuevos contratos con salarios reducidos sin bonos, sin seguro de salud y sin aportes al sistema de pensiones. Este sector también ha experimentado una reducción en los contratos de trabajo estables, siendo reemplazados por contratos eventuales, teletrabajo y modalidades de trabajo tercerizado.
“Esto ha derivado en inestabilidad laboral, bajos ingresos y falta de seguridad social y otros derechos laborales. Los contratos de trabajo indefinidos o de mayor duración se redujeron ostensiblemente dando paso a contratos eventuales, a plazo fijo, al teletrabajo y a modalidades tercerizadas, como el freelance (autónomo). Las consultorías por producto y los contratos de intercambio de servicios, en el caso de los periodistas “independientes”, afectan integralmente la estabilidad laboral e inciden en el deterioro de la calidad del empleo”, se lee en una nota de prensa.
Según el sondeo, el 45% de los periodistas tiene ingresos laborales inferiores al salario mínimo nacional (SMN)—de 2.362 bolivianos en 2023—, especialmente los que trabajan como freelance. En el caso de las periodistas, el 54% dice que sus ingresos están por debajo del SMN. A su vez, el 27% tiene ingresos que oscilan entre uno y dos mínimos nacionales y apenas un 3% gana entre cinco a seis SMN. En suma, los que ganan menos de un SMN y entre uno a dos SMN (72%) tienen ingresos que están lejos de cubrir el costo de una canasta alimentaria de 6.632 bolivianos, calculada por el CEDLA para el año 2023.
Los periodistas de algunas regiones del Beni, por ejemplo, señalaron que por nota periodística cobran de 15 a 30 bolivianos, trabajo que no es regulado por la legislación laboral vigente.
“Es bastante complejo, te abre un abanico de inquietudes para profundizar un poco más el estudio, habrá que trazar una estrategia. Hay información relevante en el estudio”, prosiguió Alanes.
Por otro lado, el 28% de los periodistas señaló estar afiliado a una de las cajas de salud de la seguridad, el 45% no tenía ningún seguro de salud y el 20% aseguró que está afiliado al Seguro Universal de Salud (SUS).
Igualmente, el 70% afirmó que dejó de aportar para su jubilación y para otras prestaciones sociales debido a que sus contratos laborales indefinidos y a plazo fijo ya no contemplan este derecho y solo el 30% indicó que continúa aportando, aunque la mayor proporción lo hace de manera discontinua.
Según la información del sondeo, el 91,4% de los periodistas no tienen un seguro de vida y están expuestos a un alto grado de inseguridad y desprotección.
La presentación del estudio se realizará este martes 30 de abril a las 10.00 en la Federación de Trabajadores de La Paz, calle campero #52 (El Prado).
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