Embajador del Perú en Bolivia, Félix Denegri. Foto: ANF PRO
La Paz, 22 de noviembre (ANF).- El embajador del Perú en Bolivia, Félix Denegri Boza, advirtió que en el caso de su connacional Renatto Cafferata Centeno se comete una injusticia flagrante, ya que fue favorecido hace casi tres años con un fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) hasta la fecha no cumple.
“Este caso ya viene del 2011, a la fecha son más de siete años que se le ha perjudicado la vida a un ciudadano, en este caso peruano, de manera injusta, porque el Tribunal Constitucional aceptó que no se había seguido el debido proceso, los argumentos presentados por la defensa fueron acogidos por el Tribunal Constitucional, entonces este es un caso de injusticia evidente, casi flagrante”, manifestó Denegri en entrevista con ANF.
En 2016, el TCP determinó que el ciudadano peruano Renatto Cafferata Centeno, sentenciado a 30 años de cárcel sin derecho a indulto por el presunto homicidio de su enamorada, fue vulnerado en sus derechos, que el Tribunal de Santa Cruz que llevó el juicio actuó con “excesivo formalismo y marcada arbitrariedad y abuso respecto a sus atribuciones procesales”, se le coartó el derecho a la defensa y debido proceso, y pidió un nuevo juicio.
El embajador enfatizó en que el Tribunal Constitucional es el intérprete supremo de la legalidad del derecho en Bolivia, sin embargo, la sala Tercera Penal de Santa Cruz no ha acatado el fallo.
“Nosotros estamos preocupados porque hemos visto el caso del bebé Alexander y el médico Jhiery Fernández, que han hecho que el propio presidente del Tribunal Supremo de Justicia, José Antonio Revilla, diga que se van a revisar los casos dudosos, y este caso (Cafferata) no es dudoso, porque ya el Tribunal Constitucional determinó algo claramente y sin embargo no se ha acatado”, lamentó.
En agosto, en una anterior declaración, Revilla minimizó el incumplimiento de la sentencia constitucional en favor de Cafferata y dijo que “probablemente haya una demora” o “una distorsión de la información”. Finalmente indicó que es “imposible que haya incumplimiento”. Lo cierto es que la sentencia no se cumple desde hace casi tres años.
La embajada del Perú dirigió oficios de requerimiento de información y explicación al Tribunal Supremo de Justicia en varias ocasiones, y en más de seis meses no recibió ninguna respuesta. El presidente del TSJ se mantiene en silencio.
Para el diplomático, esta situación “genera serias preocupaciones”, porque “si hay una instrucción clara y precisa que no lleva a interpretaciones del Tribunal Constitucional y no se acata, y esto se ha tratado también en instancias más altas que la mía, en encuentros bilaterales, y no da respuesta, entonces qué podemos esperar, si ya hemos visto el caso del bebe Alexander, un caso lamentable, y este (caso Cafferata) me parece aún un caso más flagrante porque no se cumple una determinación clara del Tribunal Constitucional”, apuntó.
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