El título del presente análisis surge después de escuchar una conversación de las personas en los mercados cuando compran productos alimenticios y de limpieza y se enteran que subieron sus precios y como los ingresos nominales son fijos sienten en sus bolsillos que perdieron su poder adquisitivo, y se expresan “¡Grave está subiendo los precios! y ¿La gente no dice nada?”, este hecho económico[1] es uno de los problemas económicos que afectan a los más de 11 millones de bolivianos sin resolver por las autoridades gubernamentales.
¿Por qué sucede?
Porque el modelo de economía del actual Gobierno se basa en una concepción de la sociedad y la economía que pretende mostrar a las acciones estatales como fruto de decisiones colectivas pactadas libremente, sin respetar la libertad individual de las personas y costos elevados de pérdida de la productividad y competitividad económica del país. Los consumidores, empresarios bolivianos y extranjeros son agentes racionales que conocen el modelo de economía estatista populista y las consecuencias que tiene, y por lo tanto toman sus decisiones anticipadamente a los efectos de las políticas públicas.
El resultado de la economía aplicada del modelo en Bolivia es una inflación reprimida, postergada por precios regulados de los derivados de hidrocarburos, algunos alimentos y servicios básicos, gastos que son cubiertos por la subvención por parte del Tesoro General de la Nación, que además estos productos desaparecen de los mercados internos para ser comercializados en las ciudades fronterizas hacia los países vecinos por la diferencia de precios que existe. Por otra parte, afecta al crecimiento de la producción nacional, la creación de nuevos puestos de trabajo, el abastecimiento, etc. y no es sostenible indefinidamente por los gastos elevados que no pueden ser cubiertos genuinamente con impuestos e ingresos de operación que resultan en un déficit fiscal que son cubiertos con deuda pública, comprometiendo las rentas nacionales del presente y futuro con consecuencias desfavorables para los bolivianos como es la elevación del costo de vida.
¿Qué dice la teoría económica sobre la inflación?
Las ciencias económicas contribuyen con varios enfoques teóricos basado en principios y leyes económicas.
José de Gregorio profesor de la Universidad de Chile, en la Jornada Monetaria del Banco Central de la República de Argentina del 2016 “Reduciendo la inflación: Teoría y práctica” expuso que las causas fundamentales de la inflación son dos: la primera son razones fiscales y la segunda la credibilidad.
El profesor de la Universidad de Harvard N. Gregory Mankiw señala textualmente: “El estudio de la economía tiene múltiples facetas, pero se encuentra unificado por varias ideas fundamentales. Una referida sobre teoría y política monetaria la identifica como: “Principio 9, los precios suben cuando el gobierno imprime demasiado dinero”.
Carlos Alfredo Rodriguez ex Rector y profesor emérito de la UCEMA manifiesta “usar política monetaria para parar la inflación muy probablemente resulte en una tasa de inflación mayor que la anterior”, y continua que: “sus afirmaciones anteriores no son nuevas ni me pertenecen. Se originan en monetaristas de la escuela de Chicago tan conocidos como Milton Friedman, Tom Sargent y Neil Wallace y fueron hechas hace varias décadas”.
Por lo mencionado, Rodriguez concluye: “La única manera de reducir la inflación de manera sostenible es reducir el déficit fiscal, o sea con política fiscal”
La óptica de la Teoría Monetaria Moderna contraria a los anteriores planteamientos teóricos, según Stephanie Kelton profesora de economía en la Stony Book University señala: “…..establece que para los Estados es el emisor monopolista de moneda fiduciaria y los déficit fiscales son buenos para la economía, es decir, plantea sustituir el enfoque actual, marcado por la obsesión con los resultados presupuestarios, por otro que priorice los resultados humanos sin dejar de admitir y respetar las verdaderas restricciones de recursos a las que se enfrenta la economía.”
Contra la Teoría Monetaria Moderna mencionada anteriormente, el profesor de economía Juan Ramón Rallo en la IE University plantea que: “…son completamente ilusorias y sus riesgos inflacionistas totalmente reales.” Su enfoque es de economía de mercado y por lo tanto manifiesta que el dinero es una institución que surge espontáneamente del mercado sin necesidad de que ningún Estado lo imponga de forma centralizada, asimismo, enfatiza que el dinero fiduciario no es más que un título de deuda pública que se rige por las mismas leyes que el resto de pasivos estatales y en consecuencia la amortización de la deuda pública mediante la emisión de dinero no permitirá que un Estado salga de su situación de insolvencia, sino que se constituiría en una refinanciación.
Javier Milei Presidente de la República Argentina cumplió el 10 de diciembre del 2024 un año de gestión gubernamental logrando superávit fiscal, reducir la tasa de inflación, tipo de cambio crawling peg que redujo sustancialmente la brecha y atraso cambiaria, mejoro la calificación de riesgo país, etc. con un plan de ajuste económico de la Motosierra y Licuadora priorizando la política económica de “No hay plata”; “Poner en orden las cuentas macroeconómicas” y “Desburocratización del sector público” y dejando la microeconomía a las personas para que se desenvuelvan libremente. En resumen, priorizo lograr superávit fiscal utilizando una política fiscal de contracción para reducir la tasa de inflación.
¿Cómo estamos en Bolivia?
La macroeconomía (cuentas contables agregadas) del país al 2024 muestran un menor crecimiento económico, elevación del Costo de Vida, alto déficit fiscal respecto a la producción de bienes y servicios, considerable depreciación de nuestra moneda el “boliviano” con el dólar y otras monedas, atraso y brecha cambiaria, iliquidez de dólares y bolivianos, riesgo de ingresar en default, etc.
En los cuatro años del actual gobierno comenzó beneficiándose del rebote de crecimiento económico el 2021 (6,1%) y luego la economía declino su crecimiento 2022 (3,6%); 2023 (3,1%); 2024 (a junio 2,58% y programado anual 3,71%), y tasa esperada para 2025 (3,51%). Respecto al Costo de Vida aumenta la tasa de inflación reprimida y postergada el 2021 (0,90%); 2022 (3,12%); 2023 (2,12%); 2024 (ejecutado acumulado a noviembre 8,82% y programado 3,60%) y para 2025 (programado 7,5%). Las cuentas fiscales del sector público desequilibradas el 2021 (-9,3%); 2022 (-7,1%); 2023 (-12,0%); 2024 (programado -7,8) y el 2025 (programado -9,2%), son deficitarias porque el Sector Público gasta más que sus ingresos con nivel y tendencia creciente, que presionara la elevación de la tasa de inflación y depreciación del boliviano.
El 2006 el tipo de cambio promedio fue Bs8,03 = $US1 y el stock de las RIN del BCB fue de $US3.178 millones comparando con el 2024 el tipo de cambio de Bs6,96 cotización oficial menor en Bs1,07 (-13,3%) y el stock de las RIN del BCB al mes de agosto de $US1.905 millones también menor en $US1.273 millones (-40,1%), que significa un elevado atraso cambiario nominal considerando dos períodos, el precio del dólar oficial y el stock de las RIN (dólares), es decir con un monto mayor de divisas el precio del dólar fue más elevado respecto a lo que ocurre actualmente que con un monto menor de divisas el precio del dólar es menor, complicado de sostener por mucho tiempo por la falta de confianza de parte de los agentes económicos que toman sus decisiones según sus expectativas adaptativas y racionales para proteger su riqueza.
El gasto del sector público agregado cuantificado con el indicador fiscal ratio PGE/PIB para el 2021, 2022, 2023, 2024 fue106%, 100%, 102%, 105% respectivamente y para la gestión 2025 de 110% que significa que el gasto público en términos de monto financiero supera al de la producción de bienes y servicios finales, es decir para financiar el gasto se imprimirán billetes, monedas generando una sobredemanda de bienes y servicios empujando los precios hacia arriba, para asegurarse el gobierno un incremento de las recaudaciones mediante el “Impuesto Inflacionario” y el “Señoraje” que son dos formas seguras de ingresos para la administración gubernamental a través de la emisión de dinero.
El impuesto inflacionario se refiere a un “Impuesto no Legislado” que se origina cuando el gobierno emite dinero para financiar sus gastos sin que la economía crezca lo suficiente para aumentar la demanda de dinero, es decir, es una redistribución de la riqueza de los que tienen dinero en efectivo, depósitos bancarios y otros activos financieros en beneficio del Instituto emisor que tiene en su pasivo los billetes y monedas. Es decir, cuanto mayor cantidad de billetes y monedas están en circulación estas pierden su poder adquisitivo y se deprecian.
El señoraje es el ingreso que recibe el Banco Central por tener el monopolio en la emisión de dinero, dado que el costo de imprimir billetes y monedas es casi nulo y con ellos puede comprar bienes y servicios. En otras palabras, un billete de Bs200 su costo de impresión es aproximadamente $US0,7 = Bs4,9, entonces al poner en circulación el billete de Bs200 el instituto emisor tiene un ingreso neto de Bs195,1.
Por lo tanto, el impuesto inflacionario y el señoreaje son dos formas de recaudar ingresos no legislado para el gobierno a través de la emisión de dinero, que en el período 2021-2024 junio acumulado son Bs7.493,33 millones y Bs37.428,55 millones respectivamente, haciendo un total de Bs44.921,88 millones que permiten financiar el elevado gasto público.
¡Grave está subiendo los precios! ¿La gente no dice nada?
En palabras simples para responder a la expresión de preocupación de las personas de expresarse ¡Grave está subiendo los precios! es porque el país gasta más de lo que produce y el valor de nuestras exportaciones es menor que el valor de las importaciones que resulta en un déficit de balanza comercial, disminución del flujo y stock de dólares del Banco Central, depreciación de la moneda doméstica, asimismo, internamente también se gasta más de lo que se tiene y se financia con emisión de dinero, que presiona la elevación del costo de vida de las personas y además depreciando su ingreso fijo nominal afectando su bienestar económico.
Al interior del país realizan sus actividades cotidianas las personas agrupadas en: Hogares (familias, consumidores); Empresarios y Gobierno, que gastan y generan ingreso, y según datos de la contabilidad macroeconómica al 2024 es el gobierno quien gasta más que sus ingresos sin medida y clemencia, los Hogares generalmente ahorran y los empresarios maximizan su beneficio con un mínimo costo, por lo tanto, el elevado déficit fiscal del sector público es el responsable de la elevada tasa de inflación que le permite una mayor recaudación del impuesto inflacionario no legislado y del señoraje para financiar el gasto público, por lo tanto, es el gobierno quien tiene la responsabilidad de reducir el gasto público y los impuestos, para que no continue presionando a la elevación de los precios, el costo de vida de las personas y depreciación de muestra moneda.
Generalmente el inicio de un proceso acelerado de elevación del costo de vida (inflación elevada) es el déficit del sector público y resolver este problema económico la única manera es enfrentar la causa reduciendo el gasto público hasta lograr un superávit fiscal, o sea con política fiscal contractiva.
Respecto a responder a la interrogante ¿La gente no dice nada? ante la actual crisis económica que sienten en sus bolsillos las personas, es prioritario para ellos como llegar hasta fin de mes con sus ingresos nominales que paulatinamente se deprecian, las elecciones judiciales, como pasar las fiestas de fin de año, previsión de inscripción en los colegios, material escolar, y uniforme, etc., y además el principal instrumento de política económica que es el Presupuesto General del Estado 2025 mantiene un monto total del gasto agregado respecto al monto de la producción de bienes y servicios de 110% que significa que el gobierno continuara gastando por encima de sus ingresos y para financiar la brecha fiscal imprimirían billetes y monedas que representa que se mantengan y profundicen las dos causas fundamentales de la inflación: la primera razones fiscales y la segunda la credibilidad como establece la teoría económica práctica, ante esta situación en enero 2025 los conflictos sociales comenzarían.
Aprovecho esta oportunidad de expresarles a todos que tengan una feliz navidad y un próspero año nuevo con fe y esperanza abriendo nuestro corazón para recibir al niño Dios para que nos guie en nuestro peregrinaje con el proyecto de vida que nos regala.
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[1] “La economía es el estudio de la humanidad en sus quehaceres cotidianos” definido por Alfred Marshall y citado por N. Gregory Mankiw Profesor de economía de la Universidad de Harvard en su texto Principios de Economía.
El autor es economista, miembro de número de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas, docente de la UCB e Investigador asociado del IISEC