Filemón Escobar, exsenador del MAS.
La Paz, 2 de agosto (ANF).- El exsenador del MAS y exasesor de Evo Morales, Filemón Escobar, expresó este martes que el presidente Evo Morales participó en una reunión de 200 personas, en Villa Tunari, donde se resolvió el asesinato de los esposos Andrade, en octubre del año 2000.
“En reunión de más de 200 personas se resolvió el asesinato de los Andrade (...) en Villa Tunari”, expresó Escobar vía telefónica al programa Cabildeo, que dirige la periodista Amalia Pando en radio Líder.
Pando preguntó: “¿estaba Evo morales?” a lo que Escobar respondió: “él presidió la reunión, con la Margarita Terán, los más radicales”.
La entrevista se realizó a propósito del proceso penal que el presidente Morales inició contra el periodista Humberto Vacaflor, que dijo recientemente que el Mandatario ordenó la muerte de los esposos Andrade.
Escobar, que fue un dirigente minero antes de unirse al MAS y ayudar al crecimiento del liderazgo de Morales, contó que la mencionada reunión se realizó en horas de la noche.
También dijo que “uno de los esposos estaba en la casita de Margarita Terán”.
El exdirigente expresó que estuvo presente en la reunión de los cocaleros, pero que se “quedó calladito” porque los detenidos “eran abusivos, no podía defenderlos”.
En octubre de 2000 se produjeron fuertes protestas de cocaleros del Chapare. El teniente de Policía David Andrade, de 26 años, su esposa Graciela Alfaro, de 19, además de los sargentos Gabriel Chambi y Silvano Arroyo, murieron después de haber sido secuestrados por los cultivadores de coca.
Las investigaciones señalaron que el teniente murió por un picotazo en el cráneo y que a su esposa le cortaron los senos y la violaron antes de matarla.
Según información aparecida en el diario Los Tiempos de la época, Nancy Fernández, una supuesta testiga de los hechos, aseguró en 2003 que el entonces dirigente cocalero Evo Morales ordenó la muerte de los esposos Andrade y que llegó hasta la casa donde estaban retenidos.
Nunca se pudo confirmar la veracidad de esas acusaciones y los abogados de los sindicados las rechazaron fehacientemente. Morales denunció que se trataba de una “declaración inventada”, promovida por el Gobierno de ese tiempo para “desacreditar al movimiento cocalero”. El proceso fue cerrado por falta de pruebas.
Por esa acusación, Morales fue expulsado del Parlamento en 2002, pero retornó a sus funciones tras un fallo judicial posterior.
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