La Paz, 28 de junio de 2024 (ANF).- La senadora Centa Rek (Creemos), en su análisis respecto al movimiento militar del pasado 26 de junio, dijo que existió un plan armado entre el presidente, Luis Arce y el excomandante Juan José Zúñiga, pero no midieron el impacto de las declaraciones del exmilitar respecto a Evo Morales, que causó que el Grupo Puebla de inmediato “exija” la destitución del sublevado.
“Es evidente que sí había un plan armado entre Luis Arce y Juan José Zúñiga (encuestas internacionales nos indican que Arce hace unos días tenía un rechazo del 82 por ciento de la población) y que ante esta situación Zúñiga, muy cercano colaborador del gobernante, aceptó dar una entrevista en la que pretendía aparecer como guardián y defensor, brazo armado, del gobierno (confundiendo gobierno con democracia y con Estado). En ese programa, Zúñiga profirió amenazas contra todos los sectores que intenten hacer un paro o generar medidas de protesta en reacción a la alarmante situación económica que se está padeciendo en Bolivia; el guion se dirigió de manera más exclusiva a amedrentar a Evo Morales (enemigo más temido de Arce), el mensaje fue directo y planteaba que, en su calidad de Comandante del Ejército no permitiría que se desestabilizara la gestión del Gobierno y además tildó a Evo de mentiroso, mitómano, a quien amenazó con tomarlo preso si se atreviese a declarar un paro o bloqueo”, señala en una publicación de Opinión.
Según Rek, Arce Catacora sí autorizó que Zúñiga conceda esta entrevista en un medio televisivo, lo que no midió fue el impacto de las aseveraciones del entonces Comandante del Ejército y “también amigo o cuate de andanzas”.
“Sobre todo no midió la reacción que estas amenazas provocarían en el Grupo de Puebla tremendamente vigilante del alcance que pueda tomar la contienda fratricida al interior del MAS. Morales de inmediato demandó el apoyo de este grupo, que es la única organización internacional a la que obedecen tanto Arce como Evo. El Grupo de Puebla tomó inmediata posición exigiendo a Arce que destituya al Gral. Zúñiga para evitar que la sangre llegue al río. Arce ya no podía sostener su lealtad a Zúñiga y decidió salvarse y sacarse de encima el problema del quiebre con el Grupo de Puebla, grupo al que no le preocupa que en Bolivia haya democracia, puede aceptar un gobierno paramilitar o antidemocrático, pero sólido y no fracturado, quiere un gobierno populista sólido”, agrega.
La senadora de Creemos supone que Zúñiga montó en cólera cuando tomó conocimiento de que había sido destituido de su cargo de Comandante del Ejército, en ese momento buscó una venganza y reaccionó generando toda la escena en plaza Murillo con tanques y soldados.
“El hecho que uno de los militares prácticamente sin méritos haya ascendido al grado de general en una oscura maniobra realizada en el Senado por el oficialismo – sin importar si eran arcistas o evistas- nos muestra el grado de control sometimiento y desinstitucionalización de las FFAA al gobierno de Arce; lo mismo sucede con el Órgano Judicial, el Tribunal Constitucional y otras instituciones”, concluye.
La legisladora expresó estos criterios en el marco de la toma militar que se produjo el pasado 26 de junio, cuando militares en tanques ingresaron a plaza Murillo a la cabeza del general Juan José Zúñiga, ahora detenido e imputado por los delitos de terrorismo y alzamiento armado.
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