MADRID, 10 de Diciembre de 2024 (EUROPA PRESS) .- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, permanece en la unidad de cuidados intensivos de un hospital de la ciudad de Sao Paulo tras someterse a una craneotomía para drenar un hematoma subdural, posiblemente vinculada con una caída sufrida el 19 de octubre en su vivienda, según un comunicado publicado por el Hospital Sirio-Libanés.
El centro médico detalla que el mandatario ingresó durante la noche del lunes en la sede del hospital en la capital, Brasilia, para "realizarse un examen tras tener dolor de cabeza" y ha agregado que "la resonancia magnética mostró una hemorragia intracraneal debido al accidente doméstico sufrido el 19 de octubre".
"Fue trasladado a la unidad en Sao Paulo del Hospital Sirio-Libanés, donde fue sometido a una craneotomía para el drenaje del hematoma", ha subrayado en un comunicado, publicado a través de la cuenta de Lula da Silva en la red social X, antes de afirmar que "la cirugía tuvo lugar sin complicaciones". "En estos momentos, el presidente se encuentra bien y está siendo monitorizado en la UCI", ha agregado.
Posteriormente, Roberto Kalil, médico personal del mandatario, ha asegurado en rueda de prensa que Lula de Silva ya se encuentra consciente y ha asegurado que no ha sufrido daños cerebrales, si bien tendrá que permanecer tres días en la UCI como medida de precaución.
"Ahora se encuentra estable, conversa con normalidad, se está alimentando y deberá permanecer en observación", ha afirmado, antes de agregar que el hematoma estaba presionando el cerebro, motivo por el que fue sometido a la operación para su drenaje total.
En este sentido, el equipo médico que ha comparecido ante la prensa ha afirmado que "no hay daños cerebrales" tras el procedimiento, que ha incluido una "trepanación" para permitir el drenaje del hematoma, una operación que ha durado "en torno a dos horas".
La caída sufrida el 19 de octubre ya provocó que el mandatario brasileño cancelara su viaje a Rusia para participar en la cumbre de los BRICS+, debido a que su equipo médico le recomendó que no realizara viajes de larga distancia tras sufrir una "lesión contundente en la región occipital".
Lula da Silva se golpeó la cabeza en la bañera de la residencia oficial y, si bien no llegó a perder el conocimiento, requirió cinco puntos de sutura en la parte posterior, tal y como detalló su médico personal, Roberto Kalil Filho, quien dijo además que se había identificado "una pequeña cantidad de sangrado en la parte frontal del cráneo", algo común en este tipo de lesiones.
Posteriormente, el presidente encabezó los actos de la cumbre de líder del G20 celebrada a mediados de noviembre en Río de Janeiro, que inauguró con un discurso en el que puso el foco en la lucha contra el hambre, la crisis climática y criticando la inversión en guerras en detrimento de cuestiones que afectan a las poblaciones más vulnerables.
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