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Economía

Montenegro hace 7 meses alertó de “error” suplir el método de evaporación por la EDL

Montenegro fue entrevistado por el portal La Nube en septiembre de 2023, argumentó las razones de haber optado por el método de evaporación y observó que no se hayan concluido.
28 de abril, 2024 - 20:36
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Juan Carlos Montenegro. Foto: YLB archivo 2019
Juan Carlos Montenegro. Foto: YLB archivo 2019

La Paz, 28 de abril de 2024 (ANF).- Juan Carlos Montenegro, el primer gerente de la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), hace siete meses, fue entrevistado por el portal digital La Nube, en esa oportunidad advirtió que era una error pensar que la Extracción Directa de Litio (EDL) reemplazaría al método de piscinas evaporíticas que desarrollaron desde el inicio en el complejo industrial del litio en el salar de Uyuni.

Montenegro falleció este pasado miércoles 24 de abril, a causa de un infarto agudo de miocardio, seis días después que YLB junto a la Procuraduría General del Estado presentaron una denuncia penal en su contra y en contra de otros 10 exfuncionarios, acusados de un presunto daño económico de Bs 450 millones por irregularidades en la construcción de 18 piscinas.

En la entrevista el exejecutivo hizo observaciones a la nueva estrategia gubernamental en el proyecto del litio, consideraba que lo sensato era “ir en paralelo”, es decir continuar con las piscinas evaporíticas para garantizar la materia prima para las plantas de carbonato de litio y cloruro de potasio y avanzar con la EDL.

 “Pensar que EDL reemplaza completamente al método de evaporización ha sido un error, pero creo que se entendió que tiene que avanzarse en paralelo. Un poquito tarde, pero estas plantas actuales industriales necesitan de la materia prima que generan las piscinas”, manifestó en ese entonces a La Nube.

El exgerente de YLB también detalló por qué se había optado por el método de piscinas y no por otras propuestas. Describió que el proyecto contemplaba 20 líneas, cada una con ocho piscinas. Hasta el 2019 -cuando todavía estaba en YLB- se habían construido rodas las piscinas, pero se impermeabilizaron solo 90.

Observó que no se haya concluido el trabajo en la construcción de las piscinas porque el sistema solo funcionaba si todas estaban concluidas, porque una vez en marcha la producción sería continua. 

Esta la entrevista a Juan Carlos Montenegro:

¿Por qué se optó por el método evaporítico mediante piscinas cuando se inició el proyecto de industrialización de litio? ¿Qué garantías científicas se tenía que funcionarían en las condiciones geográficas del territorio boliviano?

Juan Carlos Montenegro: Se hizo un intenso trabajo de investigación, desde el inicio. Lo primero que se hizo fue conformar un equipo de investigación con jóvenes profesionales. Se conformó, como apoyo, un comité científico, invitando a algunos expertos, muy pocos, pero sí participaron.

Y bueno, estamos hablando del 2008, 2009, 2010 y hasta hoy, es bueno conocer que el método de cristalización fraccionada, que así se llama, por evaporización solar en piscinas sigue siendo el método dominante en el mundo. Es decir, es el proceso que está presente en la mayoría de los salares del mundo. Si hablamos del triángulo del litio, hablamos de China, Estados Unidos; todavía sigue siendo el dominante. Porque tiene ventajas, pero también tiene sus desventajas. El gran problema es que tiene una recuperación baja y, a pesar de ello, todavía sigue siendo el método más empleado. Las nuevas tecnologías tienen una aparición relativamente reciente. Nosotros, el 2012, ya como parte de la investigación, optamos por hacer pruebas con un método de extracción directa del litio que estaba en sus inicios. Básicamente, Japón, en coordinación con una universidad, y la empresa JOGMEC del Japón. Ellos desarrollaron un material que es el principal en el método de absorción (extracción directa del litio). E instalamos un laboratorio, ellos trajeron un laboratorio. Japón instaló en Llipi.

Se hicieron todas las pruebas necesarias junto con algunos doctorantes de Japón que vinieron. Y, claro, los resultados no han sido lo adecuados. No se logró alcanzar una pureza adecuada, justamente porque eran los primeros años, los primeros pasos de estos métodos. Entonces, fue una combinación de lo que es absorción iónica y electrodiálisis. Todavía están esos equipos como un pequeño laboratorio en Llipi.

Entonces, se continuó con el proceso de buscar las mejores alternativas en la aplicación de las piscinas de evaporización. El método clásico es el que se orienta a obtener una salmuera concentrada en cloruro de litio. En el caso boliviano, por las características de la salmuera del salar de Uyuni, ese método nos implicaba un montón de dificultades, sobre todo medioambientales por los residuos. Y, entonces, ese es el gran mérito en el caso de Bolivia, que lamentablemente mucha gente no conoce, tal vez ni los actuales, es que se desarrolló un método, utilizando obviamente la evaporización solar, pero para conseguir una salmuera concentrada en sulfato de litio, no en cloruro de litio. Para evitar pues obviamente la eliminación previa de los sulfatos. El método de Chile, el primer paso es eliminar los sulfatos. En el caso nuestro, por las particularidades de la salmuera de Uyuni, ir por esa opción implicaba generar grandes pasivos ambientales.

De hecho, este método evaporítico es precisamente el que se usa en Chile, ¿verdad? ¿Se tomó eso como un referente?

Juan Carlos Montenegro: Bueno, sí. El de Estados Unidos lo mismo y la China lo mismo.

Sin embargo, las características del territorio boliviano no son las mismas, ¿verdad?

Juan Carlos Montenegro: No. Ni la salmuera es la misma. Por eso es que se desarrolló el método que se sigue aplicando, de obtener salmuera concentrada en sulfato de litio.

Ahora, mucho se habla de que en Uyuni hay menor evaporización, hay demasiada precipitación, la lluvia posterga atrasa los procesos, en fin. Son argumentos que lamentablemente muchas veces se los maneja alegremente porque para hacer el diseño de todas las piscinas de evaporización, se han tomado datos históricos, de 20 y 25 años atrás, un control y monitoreo de las condiciones climáticas en esos años también. De tal modo que se tenía toda la información sobre las épocas de lluvia, inundación del salar, etc.

Con esas consideraciones (es) que se ha diseñado las 20 líneas de piscinas que se tiene en el salar de Uyuni. Esas 20 líneas garantizan, si están todas en funcionamiento, lamentablemente hoy no están todas en funcionamiento, no se han concluido todas; garantizan la provisión de la materia prima para la producción de 350 mil toneladas de cloruro de potasio y de 15 mil toneladas de la planta industrial de Carbonato de litio. Y es una producción ininterrumpida.

Se habla que tarda mucho, un año o un año y medio. Eso es el arranque, y se ha arrancado hace años atrás, 2012/2013 más o menos. Entonces, si estarían todas concluidas, ese proceso es continuo. Una línea me provee una cierta cantidad de materia prima. La otra está en su ciclo ya llegando al final y la siguiente, la siguiente y la siguiente. Es un circuito ininterrumpido lo que garantiza la previsión de materia prima.

¿Por qué se rechazaron otras alternativas como, por ejemplo, extracción de litio a partir de conos de evaporación? Esa propuesta fue trabajada por el Ing. Jaime Claros, de la Universidad Autónoma Tomás Frías de Potosí y el Prof. Wolfgang Voigt de la Universidad Técnica de Freiberg de Alemania, pero no se la tomó en cuenta.

Juan Carlos Montenegro: No se rechazaron. Se tuvo varias reuniones al respecto. El tema es que ese método funciona como parte de una pequeña planta, como un trabajo de investigación en una escala pequeña. Pero utilizar ese método procesando millones de toneladas de salmuera no es viable. Se vio que no es viable porque, operativamente, se vio que tiene demasiadas limitaciones. Principalmente, por la complejidad de tener que instalar miles y miles de conos en el salar de Uyuni, lo que era prácticamente inviable. Entonces, no es que se rechazó por rechazar, sino que se consideró, pero se vio que tenía estos problemas.

¿Cuánto costó construir las piscinas de evaporización y qué superficie ocupan en el salar? (Por favor, detallar en kilómetros cuadrados)?

Juan Carlos Montenegro: Las piscinas, a nivel de extensión son aproximadamente algo más de 20 km2, son 22.000 hectáreas. Cada piscina tiene 30 hectáreas. Bueno, las grandes, ¿no? Porque no todas son del mismo tamaño. Las iniciales son las más grandes, pero a medida que avanza el proceso se van haciendo más y más pequeñas. El diseño está para 160 piscinas. 20 líneas, cada línea de ocho piscinas.

Al 2019, es la época en la que yo estuve, yo estuve hasta diciembre del 2019, pues se construyeron todas, pero se impermeabilizaron, porque tiene que impermeabilizar es todo un proceso, algo más de 90. (Es decir, que faltan como 70, que no se usaron).

Sí, hay que impermeabilizarla y recién se la puede usar para procesar.

¿Por qué no se terminó de construirlas?

Juan Carlos Montenegro: Eso yo quisiera entender. Yo tengo una explicación, pero jamás escuché por qué no.

Eso debería continuarse porque esa es la única forma de garantizar la materia prima para las plantas existentes. Personalmente yo creo que, a partir de 2020, 2021, la idea de instalar en Bolivia la extracción directa de litio para producir carbonato de litio se lo tomó con un excesivo entusiasmo, pensando que ese método da respuestas inmediatas, que se lo puede aplicar rápidamente y que tal vez no tenía sentido continuar con la conclusión de las piscinas. Por eso es que no se hizo nada. El 2020 no se avanzó nada en la construcción de piscinas, 2021 tampoco, el 2022 tampoco. Este año (2023) se empezaron a construir algunas piscinas de evaporización. Porque yo creo que se dieron cuenta que es la única manera de garantizar la materia prima.

La extracción directa del litio no tiene, no va a tener resultados inmediatos. Es una ilusión. Son procesos industriales que toman su tiempo, para todo: garantizar los servicios, energía eléctrica, agua, que son cantidades importantísimas que se requiere. Se tiene que ver el diseño de la ingeniería, la construcción misma, las pruebas, etc. Además, tomando en cuenta que todavía los métodos de extracción directa de litio están todavía en una etapa experimental y de desarrollo.

No me respondió a la primera parte, ¿cuánto costó construir las piscinas de evaporación?

Juan Carlos Montenegro: Hasta diciembre del 2019, se invirtieron 670 millones de dólares más o menos. La Planta de Cloruro de Potasio costó alrededor de 170 millones. Esta planta, la de Carbonato de litio, se la adjudicó a 97 millones dólares. Las dos dependen de las piscinas. La de Carbonato de litio ya está prácticamente concluida, igual está alrededor de 120 millones de dólares.

Todo lo que significa la infraestructura. Si estuvo allá, hay una plataforma enorme que no se la ve cuando uno camina, pero cuando llueve, todo el resto del salar está inundado. Pero uno camina tranquilo, y se mueve por todo lado, en vehículos y todo van, porque es una plataforma que está a una altura por encima del nivel histórico que llega la inundación, porque el salar se inunda.

Si usted va en enero o febrero no se puede ingresar porque está inundado el salar de Uyuni, pero las operaciones siguen, porque está la plataforma.

Esa plataforma es un área enorme. Deben ser unos 25 km2 de plataforma. Eso ha significado una inversión altísima. No tengo los datos exactos, pero de los 670 millones, las piscinas deben estar un 40%.

¿Se prevé construir más piscinas?

Juan Carlos Montenegro: No.  Nosotros ya cuando diseñamos el total de las 20 líneas dijimos que para incrementar la capacidad de producción ya no se va ir por el método de las piscinas. (Esto fue por los años) 2018-2019. Porque ahí ya había otras alternativas, ya habíamos establecido acuerdos con una empresa alemana, una empresa mixta, donde los métodos de extracción eran otros, entre ellos extracción directa del litio. Entonces, esa era una decisión tomada y es por eso que también buscamos alianzas con algunas empresas que podrían ayudarnos a, justamente, aumentar la capacidad de producción, pero sin extender el área de piscinas.

¿Pero sí se va a terminar de construir las que faltan?

Juan Carlos Montenegro: Tienen que terminarse, de lo contrario la planta de cloruro de Potasio jamás va a llegar a su capacidad plena. Actualmente, está produciendo creo que alrededor de 80 mil toneladas, pero su capacidad es 350 mil.

¿Cuánto fue inversión para la construcción de las plantas piloto e industriales?

Juan Carlos Montenegro: El total fue 670 millones de dólares. Eso incluye las plantas piloto, las de Llipi, las de la Palca, la planta piloto de batería-litio, la de materiales catódicos, lo que es el centro de investigación que se inauguró el año pasado (2022). Es decir, el 100% del equipamiento se adquirió ya hasta el 2019 y la construcción estaba alrededor de 85% o 90%. Ahí se fue también un monto importante. Hay que pensar en eso: Plantas piloto e industriales, plataforma, piscinas, caminos, servicios, campamentos, etc. El salar no tenía nada.

¿De dónde provienen los fondos? Si es un crédito, detallar porcentajes y contrapartes.

Juan Carlos Montenegro: Es un crédito del Banco Central que fue aprobado el 2013 y que, obviamente, el desembolso merecía contratos específicos y eso se ha ido tramitando. Quedaba pendiente, no sé si han consolidado el último contrato, que era más de 100 millones de dólares, que estaba todavía pendiente de gestionarlo. Tiene obligaciones financieras, YLB tiene que pagar los intereses del crédito y por eso es que nosotros en su momento habíamos tomado la decisión de una política de total austeridad, de ni siquiera, siendo ya una empresa estratégica y convertida a corporación dijimos que tenemos que mantener una estructura austera, no presidencia ejecutiva, gerencia ejecutiva; los demás directores, no gerencias.

Porque los niveles salariales son distintos. Entonces, un cuidado excesivo de que la planilla, que no crezca y obviamente el generar lo más que se pueda con las plantas piloto. La de Carbonato de litio que sigue generando, es el principal ingreso que tiene YLB. Y lo que ha ido generando la de cloruro de Potasio. Entonces, muy difícilmente se iba ajustando a cumplir esas obligaciones financieras.

Este interés que menciona, ¿sabe de cuánto era?

Juan Carlos Montenegro: El interés es alrededor del 1%, era un crédito blandísimo, muy blando.

Sin embargo, ha habido retrasos. ¿Afecta esto de alguna manera? Por ejemplo, ¿hay una multa por no cumplir los plazos?

Entiendo que se han hecho gestiones justamente para extender plazos de pago. Claro, siempre había riesgo, y sigue existiendo el riesgo, de que se incumpla con esos pagos; pero, hasta el momento, que yo sepa, no se ha incumplido. Lo que sí se ha hecho, es gestionar una extensión del plazo.

Según reportes de YLB, no se ejecutó todo el presupuesto designado. ¿Qué destino se dio a los recursos no ejecutados? Del 2012 al 2021

Como le digo, lo aprobado con el Banco central es alrededor de 900 millones de dólares, un poquito más, por la ley financiara de 2013.

No es que el Banco Central da todo el dinero a YLB y YLB maneja, no. Sino que para cada gestión o para cada proyecto o para un conjunto de proyectos se genera un contrato con el Banco Central. Y tiene que estar justificado.

(…)

Lo que habría que sumar es desde el 2012 al 2019 son los 670 (millones de dólares). Aquí dice 2019: asignado 211 y se ha ejecutado 100. No es que digamos ese dinero ha sido revertido, devuelto. Sino que ese dinero sigue en el Banco Central. Se entrega mediante desembolsos, no es desembolso total (…). No es que pasa a la cuenta de la empresa, asignado para ese año son 211 millones. Se podía pedir más, pero bueno no se lo hizo.

Pero tampoco se ejecutó ese monto. ¿Ese dinero sigue en el Banco Central?

Juan Carlos Montenegro: Claro, eso es lo que se tenía que gestionar con un segundo contrato. Ahora esto no me parece. 1.231 millones de dólares en total asignado, eso no es cierto. Esta información no me parece correcta. Porque la ley financial que aprueba el crédito es de 900 millones de dólares.

¿Es público esto, cómo lo puedo encontrar?

Juan Carlos Montenegro: Tal vez, revisar las memorias del 2013 y 2014.

Eso indica que son 900 millones, ¿verdad?

Juan Carlos Montenegro: Jamás se superó mil millones de dólares de aprobación del Banco central. El tope es 937, algo así. Más de eso es imposible, tendría que haber una nueva ley que asigne más. Tal vez lo hubo estos últimos años, no lo sé.

Entonces, como me explica, no es que ustedes recibieron ese dinero, sino que eso sigue en el Banco Central.

Juan Carlos Montenegro: Claro.

También he ido a la comunidad y esas personas no tienen todas las facilidades. ¿Cuántos proyectos productivos podrían haberse desarrollado con el dinero no ejecutado? ¿Cuántas inversiones en desarrollo local habrían sido posibles? ¿algo positivo para ellos?

Juan Carlos Montenegro: Es que no está eso presupuestado. El crédito del Banco Central está dividido en Fase 1 y Fase 2, piloto e industriales, y Fase 3 todo lo que tiene que ver con la Palca, materiales catódicos, baterías y demás cosas. Se pensaba y se tenía ahí un monto importante, estableciendo una alianza con alguna empresa y obviamente, si YLB conserva la mayoría accionaria, 51% o más, la obligación de inversión también, es más. Y la inversión del socio un poco menos. Entonces siempre hubo una previsión.

Ahora, claro, ese monto de la Fase 3 es lo que ha ido quedando al final. Eso no podía decir porque no tengo la información, pero al 2019 había algo más de 100 millones de dólares pendientes todavía del Banco Central. Básicamente, gran parte de eso correspondía a la Fase 3. Ahora no sé exactamente en la actualidad qué modificaciones se han hecho. Como no se ha invertido el gran dinero pensando en la Fase 3 de material de batería. Por la necesidad del proyecto, ese monto destinado a la Fase 3 se han hecho gestiones para que se vaya pasando a la Fase 2, la industrial que es la que más requiere en el momento. La Fase 3 está postergada, solo funciona la fase piloto.

¿Cuánto de las ganancias por industrialización del litio se estima volverá a Potosí, Uyuni y otras comunidades de la nación Lípez? Le hago esa pregunta porque las personas allá indican que no les ha llegado las regalías todavía. ¿Les va a llegar?

Juan Carlos Montenegro: Claro, hay una cuenta que es de la gobernación, pero que el Ministerio de Minería sacó una resolución administrativa de que esa cuenta quede congelada hasta que se resuelva el tema de la distribución del 15% de las regalías en las comunidades del salar. Colcha K, son quienes piden porque son el municipio más cercano.

El yacimiento, la salmuera, no se localiza en un solo lugar, tiene movimiento. No solo es Colcha K, Son al menos cinco municipios que reclaman. Como no hubo un acuerdo, no se resolvió ese tema, esa cuenta está congelada y YLB, por cada venta que realiza las anteriores y las actuales, el 3% se deposita esas regalías. Y de ese monto obviamente el 85% es para la gobernación y el 15% para los municipios productores. Es lo que está establecido en la Ley. Como está congelada esa cuenta, todavía no hay. (Pero está previsto darles ese porcentaje). Se les tiene que dar. No puede YLB vender sin pagar regalías.

Dado que Bolivia está optando por la Extracción Directa de Litio (EDL), ¿qué pasará con las plantas ya construidas que usaban el método de evaporización? Si ya no se usarán las piscinas de evaporización, ¿qué se hará con ese terreno?, ¿se lo devolverá a la comunidad?

Juan Carlos Montenegro: Eso tiene que continuar, eso no se puede paralizar. Sería hacer que la planta de Cloruro de Potasio tenga que cerrarse. La actual planta de Carbonato de Litio tendría que cerrarse y es un absurdo. Eso no va a suceder, eso no puede suceder.

Pero tampoco las comunidades tienen propiedades dentro del salar. Eso siempre ha sido un conflicto. Las comunidades piensan que «de aquí hasta allá nos corresponde, es nuestro», no hay eso. Por ley, no. El salar de Uyuni no es propiedad comunitaria.

Juan Carlos Montenegro: Entonces, ¿van a seguir funcionando?

¡Tienen que seguir! Porque lo sensato, desde mi punto de vista, es y debería ser, desde el inicio, ir en paralelo. Continuar con las piscinas, no paralizar su construcción. Garantizar materia prima para las plantas existentes y avanzar en la extracción directa del litio y ver eso cómo va respondiendo. Pensar que EDL reemplaza completamente al método de evaporización ha sido un error, pero creo que se entendió que tiene que avanzarse en paralelo. Un poquito tarde, pero estas plantas actuales industriales necesitan de la materia prima que generan las piscinas.

EDL genera otro tipo de materia prima que es cloruro de litio, no es sulfato de litio. Entonces, necesariamente, esté quien esté en el Gobierno o en administración de YLB, tiene que continuar con las piscinas, con lo existente.

Dice que ha sido un error. Entonces en algún momento, ¿se pensó en este reemplazo?

Juan Carlos Montenegro: Sí, se pensó que EDL reemplazaría todo y no es cierto. Eso no se va a dar.

¿Conoce usted la inversión del método de la Extracción Directa de Litio (EDL) y de dónde provienen esos fondos, o ya no?

Juan Carlos Montenegro: Al menos lo que es público. Sabemos que la inversión para EDL, sabemos que con el consorcio chino son 1.400 millones de dólares, para dos plantas y con la empresa rusa son otros 1.400. Más detalle, lamentablemente no se conoce. Tal vez cuando se firmen los contratos (se sepa), pero tampoco hay una claridad de cuando se firmarían los contratos. El primero convenio firmado fue el 20 de enero; establecía que en seis meses el consorcio chino tenía que concluir los estudios para luego presentarlos, firmar los contratos y arrancar con la construcción, etc. Estamos en septiembre y el 20 de julio que debía conocerse esos resultados no hay nada. Lamentablemente, no se conoce.

Ahora, hay una confusión: muchas veces se dice EDL es una planta y de ahí sale todo. No. Es un complejo de plantas. La extracción directa de litio como tal es un sector. No hay un método que saque 100% limpio el litio, no hay. Lo enriquece. Luego viene una etapa de purificación, luego otra de re purificación, luego viene una etapa de eliminación de trazas. Porque si queremos grado de batería tiene que ser de altísima pureza. Y recién ingresa a una planta de carbonato de litio.

Entonces, mínimo es un complejo de cuatro o cinco plantas interconectadas que nos dé resultado. Obviamente, la inversión es alta, 1.400 millones de dólares. Entonces, se supone que esos 1.400 están distribuidos en todo ello.

¿Y este dinero es otro del que estaba destinado al método de la evaporización?

Juan Carlos Montenegro: El modelo que se está manejando, no está mal, pero pocas empresas van a aceptar. El financiamiento viene de la empresa, en este caso del consorcio chino. 1400 financia a YLB. Con ese dinero se implementan las plantas, se construye, se hace todo. Los inversores no son dueños de las plantas que se construyen, porque el dueño es el Estado, es YLB, pero tiene que devolver esa inversión con la producción y tiene que pagar, no sé qué monto, por el derecho de patente, el derecho de la tecnología.

¿Las empresas que realizarán la industrialización de litio en los salares bolivianos (CATL, BRUNP & CMOC) cuentan con las licencias ambientales que garantizan que no se afectará a las comunidades, por ejemplo, provocando la escasez de agua?

Juan Carlos Montenegro: Hay muy pocos (precedentes). Muy pocos. Pero específicamente estas empresas, ninguna de ellas tiene una planta donde aplica extracción directa del litio en volúmenes industriales, como el caso boliviano.

CATL es una de las más grandes del mundo en producción de baterías, que es la fase de agregación de valor. En la fase extractiva no está. O si lo está es de manera muy inicial. Si hablamos de precedentes, antecedentes técnicos, plantas industriales, con una escala importante, la que se instalará en Bolivia de 25 mil toneladas de carbonato de litio mediante el método de EDL sería la primera en el mundo de esa capacidad. Sería la primera.

El antecedente más cercano, y con un volumen importante, se tiene en Argentina, la empresa Lilac que hace nueve años, por lo menos o 10, implementó y sigue luchando en agrandar la capacidad mediante EDL. Es el método de absorción. No han superado las nueve mil toneladas/año. Porque no es un método tan sencillo, no está todo resuelto. Sigue habiendo investigación. Sigue habiendo, digamos esfuerzos para que se convierta en una alternativa real a las piscinas de evaporización. Ojalá que, en Bolivia, y sería un mérito enorme, que el escalamiento se dé a 25 mil toneladas. Sería la única en el mundo, la más grande.

Estas empresas, ¿cuentan con licencias ambientales? Por ejemplo, que garanticen que no provocarán la escasez de agua.

Juan Carlos Montenegro: No, las empresas no tienen que contar con licencias ambientales. Quien tiene que contar con licencia ambiental para cualquier proyecto es YLB. Y ésta, para las plantas existentes, las piloto, cuenta.

Si se va implementar un proyecto, Pastos Grandes EDL, hay todo un proceso de elaboración de la licencia ambiental. Primero, lo que se necesita es la ingeniería a detalle. En base a eso, sabiendo exactamente qué se va a hacer, en qué tamaños y condiciones, se realiza el estudio de impacto ambiental, y con ello se hace la gestión para obtener la licencia ambiental, que implica consulta pública, muchos requerimientos que también las comunidades tienen que dar su opinión al respecto, tienen que respaldar o rechazar.

Si bien el agua que se utilizará es salada, ésta podría afectar (contaminar o disminuir) el agua dulce de las comunidades. ¿Es este un factor que han evaluado y considerado para la industrialización?

Juan Carlos Montenegro: No hay esa contaminación. Tenemos la salmuera y bolsones de agua dulce alrededor, y hay una frontera que, digamos, interactúa. Entonces, lo que se hace con la evaporización, se elimina el agua de la salmuera y van precipitando las sales, que es lo que interesa. Hay, obviamente, una disminución del total del cuerpo, pero si se hace una evaluación de los volúmenes de evaporización con el volumen de la salmuera de, salar de Uyuni, estamos hablando de fracciones pequeñas. Porque es tan enorme el salar que es como si le quitáramos una gota al lago Titicaca.

Pero además hay otro factor que se dice es perjudicial, pero en el fondo es beneficioso, el hecho de que el salar de Uyuni tenga un periodo de lluvias e inundación larga. Son casi cinco a seis meses de inundación. Es un aporte importante que (es) rebuena y reemplaza todo lo que podría eliminarse. Entonces, eso es algo beneficioso, lo que no tiene Atacama, por ejemplo, porque es seco, casi no tiene épocas de lluvia. En el caso de Uyuni, sí; Coipasa es mucho más todavía, casi todo el año hay una porción del salar de Coipasa que está completamente inundado.

A lo que me refiero es que hay una dinámica armoniosa entre agua dulce y salada. Si bien no se entrelazan están como conviviendo en una dinámica. ¿No afecta una disminución de una masa de agua a la otra, contaminando o disminuyendo?

No. Porque el volumen de la salmuera del salar de Uyuni es enorme, es como si fuera el Lago Titicaca. Lo que voy a extraer anualmente es como un vaso de agua del lago Titicaca. Eso no afecta, prácticamente, no.

Pero lo que sí es necesario para tener datos exactos, precisos, es un estudio hidrogeológico de la cuenca del salar de Uyuni. No hay, no tenemos ese estudio. Sería tremendamente útil, para las empresas y para las comunidades, para despejar suposiciones y miedos.

Recordemos que Potosí es un lugar que no tiene exceso de agua. De hecho, actualmente está sufriendo sequías. ¿Usted me está diciendo que han tomado en cuenta este tema, han evaluado y considerado para la industrialización?

Sí, porque hay la planta de agua, es desalinizadora para convertirla. En Chile hacen pozos de agua dulce, en Argentina lo mismo. Nosotros, justamente para evitar el consumo de agua dulce, se planteó y se está en el proceso de la construcción de la planta de tratamiento de agua. Porque procesa agua salobre, agua que no tiene consumo humano, ni vegetal, ni animal. Entonces, eso aminora el efecto directo. Ese es un mérito que tiene este proyecto, porque es estatal. ¿Cuánto cuesta la planta? Más de 50 millones de dólares. Una empresa privada no, ¡qué va a invertir!

Para terminar, como puede ver, no ha sido un resultado óptimo lo que ha habido de retorno económico, si lo comparamos con la inversión. No ha sido ideal. Como usted ha sido gerente de YLB, le pido por favor me conteste muy honesto intelectualmente hablando. ¿Por qué ha habido una especie de consentimiento ante estos errores? No ha habido una especie de reacción rápida con el tema de las piscinas, si se ha visto que el retorno es muy poco. ¿Por qué no ha habido una reacción rápida o por qué usted ha consentido que se siga con este proceso?

Juan Carlos Montenegro: Pero, a ver, ¿Qué errores?

El hecho de que se haya optado por este método de las piscinas…

Juan Carlos Montenegro: No ha sido un error. No es un error. Porque ha sido la tecnología que estaba disponible en su momento y que sigue siendo la dominante. No ha sido reemplazada todavía esa tecnología.

Es otra cosa, lo que está pensando, una gran inversión y un retorno pequeño, porque las plantas piloto son pequeñas. El volumen que se produce en las plantas piloto es pequeño. La planta piloto de carbonato de litio que inicialmente tenía una capacidad de 400 toneladas/año, se la ha ido incrementando y ahora tiene una capacidad de 1000 toneladas año, máximo. El año pasado se produjo casi 700 toneladas, pero es una producción muy pequeña. No puedes comparar 700 toneladas con 15.000. Entonces, por eso es que el gran apuro y la gran desesperación que se tuvo en mi gestión es apurar, que cuanto antes las plantas industriales arranquen.

La planta de carbonato de litio estaba prevista que arranque el 2021. Con esa planta generando 3.000 – 4.000 toneladas ya es un ingreso importantísimo para YLB, más aun tomando en cuenta el incremento del precio del carbonato de litio. El año 2022, lamentablemente ha sido un año perdido y estaban los precios a 70 mil – 80 mil dólares, que no se aprovechó por todo lo que ha ocurrido. El 2020 ha sido un año muerto para YLB, no se cumplió los plazos para que esta planta de carbonato de litio arranque cuanto antes. En 2019, nosotros ya estábamos en la gestión para inmediatamente iniciar la planta de agua, porque es un requisito, para que funcione la planta de Carbonato de Litio. Esa era la desesperación. 2020 se olvidaron del tema. 2021, gente nueva empezó a querer entender.

¿Usted cree que lograremos producir con lo que tenemos al menos mil toneladas, con el estado actual de la industria?

Juan Carlos Montenegro: Claro que sí. Lo lograremos. Con esas piscinas en operación podría significar un 50% de la materia prima. Si no se incrementan las líneas, si no se las termina, no se las impermeabiliza e ingresan en operación, la planta de Carbonato de Litio va a tener garantizado mínimo para 7 mil toneladas/año de carbonato de litio.

Pero no es así, poco a poco. Pero por el tipo de planta, esa planta tendría que arrancar al menos con 1.500 toneladas/año, en sus primeras producciones. Este año (2023) yo creo que sí, si arranca este mes (septiembre). Septiembre, octubre, noviembre, diciembre. Yo creo que sí.

Pero, las piscinas están abandonadas. Aparentemente sí se está reemplazando con EDL, ¿Cómo explica que están tan abandonadas?

Juan Carlos Montenegro: El control de las piscinas requiere menos gente. Se hace un testeo de cómo está la salmuera, se toma una muestra pequeña y se lleva a los laboratorios (…). Un momento los resultados va a indicar bombear a otras piscinas. Lo que sí las bombas en algún momento se tapan, y hay que lavarlas.

Pero antes sí había gente, ¿ya no se necesita tanta gente? Porque no hay nadie.

Juan Carlos Montenegro: La información que yo tengo es que este año se ha impermeabilizado dos de las 60 piscinas. Es que es tan grande… Lo que pasa es que hasta turistas se entran. Incluso hicimos una zanja (…). Es normal, una piscina que no está impermeabilizada, que no está en operación, obviamente está abandonada. Y las que sí están funcionando requieren de poco personal.

/Extraído de La Nube/

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