En los últimos años en diversos países de América Latina, sus habitantes están en modo de sobrevivencia, realidad que se puede palpar en Venezuela, Haití y Cuba, porque en esas naciones (soy venezolano pero resido en Bolivia), cada día se tiene que literalmente sobrevivir pasando mucho tiempo buscando lo mínimo como la comida, que estaba escasa o el precio es muy elevado para los salarios en Venezuela; sumándole los cortes de electricidad por horas, la falta de agua potable, la falte de artículos de limpieza e higiene, la falta de transporte público; todo lo antes descripto se dieron al mismo tiempo desde el año 2014 hasta la actualidad; resaltando que muchos han muerto y millones han salido porque el cansancio que se experimenta en el día a día en una situación de escases produce un agotamiento físico, emocional y espiritual, sobre todo cuando si es continua y reiterativa la crisis, en el caso de Venezuela han pasado más de diez de las situaciones descrita y nada de solución de corto plazo, eso no es VIDA.
Así mismo, algunas personas quisieran que muchos den gracias a Dios por lo poco o mucho para resolver el día a día, pero la cuestión no es quejarse, sino en darse cuenta que se puede VIVIR CON DIGNIDAD que se traduce en tener condiciones idóneas para que desarrolle integralmente una persona y la sociedad donde está inmersa la persona; no es lujo tener agua potable, 3 comida diaria, servicios publico funcionales y una educación accesible para los diferentes estamentos de la población. De igual forma, para lograr esta calidad de vida comienza con cada persona, pero también de los líderes políticos que deben ser monitoreados por los ciudadanos, ya que llegan al poder para administrar los recursos públicos como si fueran los dueños y señores de los mismos generando tanta corrupción, que el dinero necesario para generar una calidad de vida en la sociedad se lo llevan para sus bolsillos.
Por último, sin caer drama es injusto e inmoral que millones de personas en el mundo sufran las consecuencias de líderes corruptos e indolentes, es el ciudadano común quien paga de primera mano los actos de corrupción y la luchas por el poder de un pequeño grupo de persona o de partidos políticos. Por ende, querido lector te mereces y debes construir una CALIDAD DE VIDA= VIVIR CON DIGNIDAD.
El autor es filósofo