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Economía

Desde Bs 120 hasta cerca de Bs 100.000 es el salario mensual en Bolivia, expertos ven desigualdades

De acuerdo con el Cedla, sólo el 2% de los jóvenes tienen un trabajo digno, el restante 98% es empleado bajo condiciones laborales inadecuadas y precarias.
8 de julio, 2023 - 12:13
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Imagen referencial. Foto: IADB
Imagen referencial. Foto: IADB

La Paz, 8 de julio de 2023 (ANF). - En Bolivia, los trabajadores perciben un salario mensual  que oscila entre Bs. 120 hasta cerca de Bs. 100.000. Muchos emprendedores privados no respetan el salario mínimo por un trabajo de ocho o más horas que hacen sus empleados, principalmente en el área rural; los empleados públicos ven subir su sueldo en función de decisiones políticas y no por capacidad o antigüedad, según expertos en temas laborales.

“Hay una desigualdad bastante pronunciada y diferencias marcadas en relación al salario. En las instituciones públicas se cumple estrictamente el aumento salarial, en las pequeñas empresas privadas, no”, señaló a ANF Bruno Rojas, investigador laborista.

De acuerdo con el profesional, en Coroico, una mesera gana incluso Bs. 30 semanales con una jornada de ocho horas, lo que al mes suma Bs. 120; este trato vulnera lo dispuesto por el Decreto Supremo N° 4928 y presentado el 1 de mayo por el presidente del país, Luis Arce, en el que se establece el salario mínimo nacional de Bs. 2.361. A su vez, va en contra de lo que indica la Constitución Política del Estado en su artículo 46: “Toda persona tiene derecho al trabajo digno, con seguridad industrial, higiene y salud ocupacional, sin discriminación, y con remuneración o salario justo, equitativo y satisfactorio, que le asegure para sí y su familia una existencia digna. Toda persona tiene derecho a una fuente laboral estable, en condiciones equitativas y satisfactorias”

“Es el colmo de los colmos y pasa en pequeños centros urbanos y con jornadas de trabajo mayores a las ocho horas. Esos casos no se están reflejando en los promedios salariales que el Instituto Nacional de Estadística (INE) brinda, y generalmente son los jóvenes que son empleados en estas condiciones”, dijo Rojas.

Además de recibir esa cantidad de dinero que no les permite en absoluto tener una canasta familiar acorde a sus necesidades, los jóvenes tampoco tienen derechos laborales, como seguro de salud, no aportan a su jubilación y no tienen seguridad social en caso de algún accidente.

El abogado laboralista Luis Eduardo Ayala aseveró que los trabajos en el área rural son bastante informales y se acuerdan entre un empleador y su empleado. Debido a los bajos salarios que perciben y cumpliendo la jornada laboral, los afectados tampoco pueden pagarse un abogado.

“No hay control del Estado. El Ministerio de Trabajo básicamente tiene su interacción en las ciudades. Falta que el Estado se descentralice en los municipios rurales, que tenga una repartición que permita responder a ciertos reclamos. Es difícil que (en el campo) cumplan con sus obligaciones laborales, que es el salario mínimo”, dijo en entrevista con ANF vía zoom.

Desde Bs. 800 en las ciudades

En las ciudades capitales de Bolivia, la situación del ingreso salarial que percibe un trabajador es variable. En muchos casos tampoco se cumple con el salario mínimo; sin embargo, en otros sectores y por disposiciones arbitrarias del empleador o de la administración pública hay gente que se va enriqueciendo.

“En la administración pública, los salarios fácilmente son 10 veces más que el promedio de salarios que se ganan en diferentes sectores laborales”, señaló Rojas. “Las responsabilidades de un asambleísta son de nivel ejecutivo, la comparación no podemos hacerla, por ejemplo, con la de los obreros. El Estado también debe hacer un análisis responsable. El monto de Bs. 22.000 es interesante y tal vez podría ser congelado por algunos años porque se aleja demasiado de la realidad boliviana”, opinó Ayala.

Según Rojas, una empleada del hogar en la ciudad de El Alto está ganando hoy en día cerca de Bs. 800 por mes; una persona que trabaja en temas de confitería, azúcar, pastas y otros, tiene un salario nominal de unos 2.900 bolivianos, un trabajador en textil percibe alrededor  de Bs. 3.800, y uno en madera y muebles cerca de Bs. 4.100.

Mientras que un trabajador en rubros de electricidad, gas o agua tiene un salario nominal de unos 12.500 bolivianos y otro que extrae petróleo aproximadamente Bs. 16.800. Un profesional en el sector privado y público recibe unos 4.000 bolivianos y un asambleísta nacional, cerca de Bs. 22.500. El presidente del país gana hacia los Bs. 26.000. 

El 26 de junio de este año se informó que los Senadores titulares serían beneficiados con un aumento salarial del 0,98% y los suplentes con el 3%; este beneficio iba a llegar también a los diputados. Debido al rechazo de la población, cuatro días después, los mismos asambleístas dieron marcha atrás.  

Los asambleístas titulares tienen un salario de Bs. 22.632, y los suplentes de Bs. 7.544 al mes, según la escala salarial 2021, que fue la última publicada en la página web de la Cámara de Senadores.

Con salarios aún más altos está el personal de las empresas estratégicas públicas, ya que los gerentes ganan algo cercano a los 35.000 bolivianos, los del sector minero -con antigüedad y bonos- están por encima de los Bs. 30.000; en el sector petrolero los profesionales superan incluso los 100.000 bolivianos. En el sector privado, los alto cargos ejecutivos también perciben ingresos  por encima de esas cantidades.

“Pero la gran mayoría está incluso por debajo de una canasta alimentaria, por debajo de un mínimo nacional y por debajo del promedio que hoy se paga en el país”, dijo el investigador laboral.

“A los obreros generalmente no se les paga un salario, sino por día trabajado. Basándonos en el salario básico, por día gana como Bs. 78, pero no siempre se respeta y oscila entre 50 y 78 bolivianos. La mayor parte de los empleados del sector industrial no reconoce beneficios sociales a los obreros, pero deberían tenerlo a partir de los 90 días, (en tal sentido) están desprotegidos”, prosiguió  el abogado Ayala.

¿Y por qué sucede esto? Para Ayala, el Estado al no tener una política tributaria adecuada obliga a que los medianos y pequeños empresarios, por lo menos los primeros años, no ofrezcan salarios adecuados a sus empleados; y porque existe un proteccionismo laboral muy rígido que, en vez de protegerlos, los desprotege.

Según Rojas, estas diferencias se dan también por decisiones políticas, porque no se impulsa la actividad productiva ya que cerca de un 28% de la gente ocupada está en el sector productivo -minería, construcción, agropecuaria- y el 72% en comercio, servicio y administración pública; y porque el país continúa con la mentalidad de promover actividades extractivistas en vez de procesarlos de manera básica.

“Durante los 17 años del MAS muchos sectores se han enriquecido y tiene que ver con actividades no necesariamente legales. Necesitamos cambiar de modelo económico, por ejemplo, ahora el litio sigue siendo una actividad extractiva y si seguimos con esa mentalidad difícilmente se va a poder mejorar la situación laboral de las familias en general”, consideró el experto laboral.

A todo esto se suma el sector informal, ya que determinados grupos están acumulando mucho dinero, alentando la trata y tráfico, la importación de autos “chutos” (sin documentación), la ropa usada, gente involucrada en el narcotráfico, en la producción de coca -que no paga impuestos-, “y son personas que no tienen calificación laboral”, afirma el experto del CEDLA.

“Estas diferencias no se dan por mérito profesional, por licenciatura o doctorado, ellos ganan salarios bajos, en comparación con los que acompañan las campañas políticas electorales. El mercado de trabajo es estrecho para los jóvenes laborales y (en) lo que más hay es trabajo en el sector informal”, mencionó Rojas.

Por otro lado, los hombres siguen ganando más que las mujeres, pese a ocupar el mismo puesto laboral y las mismas responsabilidades; esta diferencia es de un 15% aproximadamente. “Por ejemplo una ayudante de albañilería gana unos 100 bolivianos y un hombre con el mismo cargo Bs. 120. Son criterios arbitrarios de parte del empresariado. Lo que dicen es que las mujeres trabajan menos y distraen a los hombres”.

Siete de cada 10 jóvenes trabajan en sectores no productivos

Un estudio publicado en junio de este año del Celda indica que siete de cada diez jóvenes encuentran oportunidades de empleo en sectores como de servicios y comercio. Los hombres se insertan en la construcción, mientras que las mujeres lo hacen en la manufactura, además de los servicios de hoteles y restaurante. (Ver infografía).

 

Los esfuerzos que hacen los jóvenes por permanecer en el sistema educativo y mejorar su nivel de escolarización y profesionalización no tiene correlación con las oportunidades para encontrar empleos de mejor calidad. 

“Los datos presentados permiten aseverar que la implementación del “Nuevo Modelo Económico, Social, Comunitario y Productivo” del gobierno del MAS no ha alcanzado los resultados propuestos, sobre todo aquellos referidos a la generación de empleos en los sectores de la industria manufacturera y agropecuario. Además, considerando los cambios en el entorno económico y social, cabe esperar que esta situación continúe y perdure en el tiempo”, se lee en el estudio “Alerta laboral. Crisis, empleo y condiciones laborales ¿Quién paga los platos rotos?".

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