La Paz, 31 de diciembre del 2024 (ANF). – Bolivia cierra la gestión 2024 sin conocer los detalles de la certificación de reservas del gas pese a que dichos informes fueron concluidos; el ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, simplemente evitó responder al tema.
La autoridad posesionó a Mauricio Iván Arevey Mejía como nuevo presidente Ejecutivo Interino de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE Corporación). Al finalizar el acto, respondió un par de preguntas, pero evitó hablar sobre la certificación de reservas de gas.
En abril, el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, confirmó que están listos los informes de certificación de reservas de gas de las gestiones 2022 y 2023, en ese tiempo dijo que estaban corroborando datos para finalmente hacer pública la información. A ocho meses de ese compromiso, aún no se conocen esos informes.
De acuerdo a la Ley 3740 de Desarrollo Sostenible del Sector de Hidrocarburos, promulgada el 31 de agosto de 2007, YPFB debe publicar hasta el 31 de marzo de cada año los niveles de reserva certificada de gas en el país.
La última certificación fue publicada en diciembre de 2018 donde se conoció que el país contaba con 8,9 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas al 31 de diciembre de 2017. Se cumplen seis años y el país no conoce esa realidad, pese a que el presidente admitió que “estamos raspando la olla”.
Hay 36 empresas que importan combustible para consumo propio
A las pocas consultas que respondió, el ministro Gallardo informó que actualmente existen 36 empresas que importan combustible para consumo propio y una que ya tiene autorización para importar con fines de comercialización.
“Lo que es en importación y comercialización existen varias solicitudes de las cuales una ya cuenta con esta autorización y otras dos se encuentran en etapa final. Las 36 empresas (importan) alrededor de 20 millones de metros cúbicos mensualmente”, precisó Gallardo.
En noviembre, el Órgano Ejecutivo promulgó el Decreto Supremo 5271 que autoriza de manera excepcional a privados la importación de diésel y gasolina para su comercialización en el mercado interno.
La oposición en la Asamblea Legislativa calificó la medida como un fracaso por la infinidad de requisitos que deben presentar los privados para comercializar; además, la principal traba es que el gobierno mantiene un tipo de cambio de dólar inexistente y es en la se deben regir los que se apuntan a comercializar el combustible.
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