23 de junio, 2015 - 14:18
La Paz, 23 de junio (ANF).- Dejar atrás al
largometraje "Lo más bonito y Mis Mejores Años" (2005), quizás haya
enfermado a Martín Boulocq. Una enfermedad causada por la presión, la
autocrítica, y más que nada por la obligación de trabajar sin mucha
comodidad. El realizador cochabambino que también realizo "Rojo,
Amarillo y Verde" (2009) y "Los Viejos" (2011) se reconcilia con la
libertad creadora del cine y presenta ahora un mediometraje denominado
"Los Girasoles", que se verá el martes 2 de junio, a las 21.00 dentro
del Festival de Cine Radical en la Casa Espejo.
“Creo que me animaría a decir que lo más importante
de ‘Los Girasoles’ es que me permite cierta libertad, seguir sin
presiones, presiones que aparecieron una vez que se hace pública mi
primera obra”, relata Boulocq quien desde hace un año se encuentra
trabajando en un nuevo largometraje, pero esta vez desde su propia
dinámica de trabajo, que le permite grabar primero, hacer la corrección
de color después, editar y por último recién escribir.
El cineasta se separa del escritor Rodrigo Hasbún y
arma su primer guion en base a anotaciones importantes, más que un
texto amplio.
"Los Girasoles" dura 30 minutos y tiene una fuerte
presencia de la música como hilo conductor. Nicolas Uxuri vuelve a
trabajar con Boulocq debido a “una empatía especial”, según señaló el
realizador.
El mediometraje surge de una crisis de salud:
“ahora que la veo con distancia, creo que fue una serie de cosas
personales, creo que la crisis personal me causa una crisis de salud”.
Además dijo que cree que es "Los Girasoles" lo que le permite nuevamente
hacer las paces con el cine.
El realizador cochabambino tiene una productora en
la que trabaja videoclips y también a la publicidad. Ha estado cercano a
la música siempre, desde su participación en una banda de garaje
colegial, pasando por considerarse un hijo del canal MTV -de esas épocas
(90s) - hasta la realización de los primeros videos de la banda de su
hermano menor, Diego, vocalista de Mammut.
Consultado sobre la línea divisoria entre cine y
publicidad, Boulocq es claro al señalar que si no fuera por su
productora no podría financiar con libertad los proyectos personales en
los que trabaja.
“En mi caso - como varios en el país - la
productora me financia, de alguna forma me hace independiente en mis
trabajos más personales – el hecho de no tener que recurrir a fondos –
no tener que recibir plata de ciertos lugares que te puedan condicionar a
hacer cierto tipo de cine, por eso yo prefiero, en todo caso, hacer
publicidad”, explicó.
Boulocq ha conseguido este último año la libertad
creativa sin ningún condicionamiento estético, conceptual ni temporal.
Ahora después de su crisis personal prepara su próximo largometraje que
poco a poco se va armando. “Esta posiblemente sea la película que más
personajes tenga”, es la escasa información que adelantó mientras tanto
sigue trabajando mano a mano con su pareja, productora y directora de
arte, Andrea Componovo.
/MJF/