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Cerca de 80 mujeres de 16 a 26 años ya cuentan con su Primer Emprendimientos en Santa Cruz

Este año, un poco más de 100 mujeres se capacitaron en electricidad básica domiciliaria, pintura interior y exterior, y otros. El objetivo fue romper con las barreras de desigualdad de género en cuestiones laborales.
24 de julio, 2023 - 12:48
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Las y los jóvenes en su curso de electricidad  básica domiciliaria. Fotos. Plan Internacional.
Las y los jóvenes en su curso de electricidad básica domiciliaria. Fotos. Plan Internacional.

La Paz, 24 de julio de 2023.- Panadería, pastelería, gastronomía, elaboración de productos a base de miel y de plantas medicinales, estos son los oficios que cerca de 80 adolescentes y mujeres de 16 a 26 años estudiaron para emprender y desarrollar sus capacidades financieras, como parte del proyecto Mi Primer Emprendimiento que Plan International llevó adelante en Santa Cruz.

Este trabajo permitió contribuir en el mejoramiento de las condiciones de vida de las adolescentes y jóvenes -en especial mujeres- a través del desarrollo y fortalecimiento de sus habilidades y competencias básicas para que puedan emprender con igualdad de condiciones y de género, informó Gabriela Alvis, coordinadora de área de la oficina de Santa Cruz de Plan International.

El programa de entrenamiento duró cerca de tres años, desde septiembre de 2021 hasta junio de 2023 y se ejecutó en 16 comunidades y barrios de cuatro municipios de Santa Cruz: Buena Vista, Cabezas, Cotoca y el Distrito Municipal 6 del departamento. Fueron cerca de 1.000 jóvenes las que se beneficiaron.

Básicamente, el proyecto consistió en formar a las jóvenes en las áreas mencionadas. Este último año -recientemente se concluyó con las capacitaciones- se quiso romper con las desigualdades de género y también se brindó educación en electricidad básica domiciliaria, pintura para interior y exterior y arte con bambú. Del millar, 62 mujeres se capacitaron en pintura, 25 en arte con bambú y 62 en electricidad básica.

La joven aprendió a pintar paredes.

“Tenemos como unos 35 emprendimientos porque algunas mujeres se han asociado en grupos de cinco o tres para reunir el capital, y son en total como unas 85. Tuvimos bastantes barreras al principio, padres y madres y las mismas autoridades decían ¡cómo van a enseñarles electricidad, más bien deberían enseñarles cocina”.

Lo que igualmente se buscó con Mi Primer Emprendimiento fue que ellas pudieran independizarse económicamente, romper con la violencia de género, romper con el mito de que hay trabajos solo para hombres, pero no para mujeres, y pudieran demostrar de que trabajan con calidad, detalle y profesionalismo.

“En caso de la fabricación de muebles y artesanías con bambú se les ha entregado el equipamiento y material en especie. Ahora los pobladores de manera comunitaria están elaborando los muebles”, prosiguió la coordinadora.

De igual forma, los cursos se hicieron gracias a alianzas con instituciones educativas como Infocal que les brindó un título técnico a las estudiantes para que puedan buscar trabajo; así como con la Cámara de Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz) para los cursos de electricidad y pintura. 

“Lo que aprendí en las clases fue a conectar los cables, los nombres de muchos materiales, las clases me van a generar muchas oportunidades en mi vida diaria y con las enseñanzas obtenidas espero generar ingresos a futuro ya que me siento muy capacitada”, dijo Mery Acuña, adolescente de 16 años, oriunda de Cotoca que se capacitó en electricidad básica domiciliaria.

Dos estudiantes en su curso de electricidad.

“Al bambú no se le daba mucha utilidad, sólo se ocupaba para las paredes de las casas y las viviendas, también para los corrales del ganado. Cuando se iba dando el taller me puse muy contenta y feliz, porque ya empezamos haciendo varias cosas en bambú. En las capacitaciones nos mostraron como se podría ganar dinero, entonces dijimos que con las ganancias se da para comprar pañales para los niños y las niñas, comprar azúcar y los jóvenes decían: ´para comprar crédito para mi celular´. Quiero vender lo que hago para así tener un sustento”, señaló además Evelia, de 26 años y del municipio de San Javier.

Arte en bambú en Santa Cruz.

Continuando con este apoyo a las jóvenes mujeres, Plan International ha iniciado recientemente el proyecto Empodérate –en Buena Vista, Cabezas y El Torno-; además del programa Oportunidades para el Empoderamiento de Adolescentes y Jóvenes en La Chiquitanía.

Alvis informó que, gracias a los conocimientos adquiridos, en el tiempo de la pandemia del Covid-19 muchas estudiantes han fabricado sus propios jarabes con plantas medicinales para contrarrestarla, así como productos de belleza, de higiene personal y de consumo para compensar otras deficiencias de salud.

“En el tema de la apicultura, hay comunidades que han optado en trabajar con la miel. Ellas han aprendido todo el proceso de la extracción y han terminado vendiendo sus productos elaborados, como galletas de miel”.

 

 

 

 

 

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