La Paz, 15 de mayo de 2024 (ANF).- Al menos 36 comunidades del Norte de La Paz y el ayllu orureño San Agustín de Puñaca continúan contaminados por el mercurio y el arsénico debido a la actividad minera, denunciaron dirigentes indígenas en el Primer Webinar “Minería, acciones y resistencia” organizado por el Foro Social Panamazónico (Fospa).
En el conversatorio, que fue transmitido a través de su página de Facebook, el dirigente indígena Lino Illimuri, vicepresidente de la Central de Pueblos Indígenas de La Paz (Cpilab), afirmó que de 36 comunidades, 18 tienen al 100% de sus pobladores contaminados con mercurio, esto según el estudio que presentaron en 2023.
Los más afectados son los Esse Ejja con un promedio de 6,9 ppm (parte de millón) de mercurio; le siguen los tsimanes con 6,8 ppm; los mosetenes con 4,0 ppm; uchupiamonas con 2,5 ppm; los tacanas con 2,1 ppm y los lecos con 1.9 ppm.
Del total de pobladores que fueron sujetos de análisis, el 74,5% estaban con niveles de contaminación por encima de lo permitido. El umbral considerado seguro por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 1,6 ppm.
“La minería entra hacia la cabecera de las nacientes de nuestros ríos en el Norte de La Paz. Dieciocho comunidades están contaminadas al 100% de su población. La principal contaminación es por el consumo del pescado, esa es su dieta, pues habitan cerca de los ríos”, dijo Illimuri.
Según la OMS, el mercurio es uno de los diez productos químicos que causan problemas de salud pública. Tras la inhalación o ingestión de distintos compuestos de mercurio o tras la exposición cutánea a ellos se pueden observar trastornos neurológicos y de comportamiento, con síntomas como afectación al sistema nervioso, temblores, insomnio, pérdida de memoria, efectos neuromusculares, cefalea o disfunciones cognitivas y motoras.
Otro problema relacionado al mercurio es su importación libre al país, prosiguió el dirigente paceño. Pese a que el Estado boliviano firmó el convenio de Minamata que restringe su uso para el cuidado del medio ambiente, este producto ha sido y continua siendo demandado principalmente por la minería del oro.
Este metal pesado es de utilidad para separar el oro de otros componentes que se pegan a ella luego de extraerla de la tierra. Tras su uso, el oro sale totalmente limpio.
Debido a esta falta de regulación, de un control adecuado y de la contaminación contra los indígenas paceños, la Cpilab demandó al Estado –a cinco instancias estatales- .
“Estamos en pie de lucha, seguimos en esta acción popular, tenemos una mesa de trabajo. Le exigimos al Estado nuestros derechos que ya habíamos conquistado en 2009, cuando se aprobó la Constitución Política del Estado”, prosiguió.
Hasta 2022, la importación del mercurio alcanzó en valor los cerca de $us 5 millones, siendo su ingreso mayor en 2019, con cerca de $us 11 millones. Y en este punto no se cuenta el ingreso ilegal que luego es trasladado a Brasil y otros países.
Un estudio realizado por InSight Crime y en el que hace mención al trabajo del investigador Alfredo Zaconeta, dio a conocer que por cada tonelada de oro extraído en el país se utilizan al menos otras tres toneladas de mercurio.
Arsénico, plomo y cadmio
Abel Machaca, Tata Mallku del Ayllu San Agustín de Puñaca, en Oruro, demandó que su comunidad continúa contaminada con arsénico, plomo y cadmio. “Hemos denunciado la contaminación que nos daña los territorios, el agua, a nuestros animales. No hemos sido escuchados pese a que hay un decreto de emergencia”, dijo.
Según testimonios de los pobladores e investigaciones de diversas instituciones, entre ellas, el Centro de Comunicación y Desarrollo Andino, Cenda Bolivia, durante décadas el territorio del Ayllu San Agustín de Puñaca recibe contaminación minera con metales pesados como el cobre, plomo y zinc desembocadas en las fuentes de agua de consumo humano, animal y de uso agropecuario.
Machaca muestra la problemática en sus tierras en San Agustín de Puñaca. Captura de pantalla.
De acuerdo con el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, además del Centro de Comunicación y Desarrollo Andino (CENDA) –publicada en octubre del año pasado por el periódico Opinión- existe contaminación del agua en la zona. Al momento la situación sigue igual.
“Se nos han vulnerado el derecho al medio ambiente, al agua, a la salud y a la soberanía alimentaria. Las autoridades siempre vulneran los derechos y no hacen caso. Si el agua está contaminada, el rio está contaminado, el aire está contaminado. ¿Cuál sería el resultado? que nuestros cuerpos están contaminados. Nos sentimos hasta hoy no escuchados, también destinados a desaparecer de nuestro lugar pues nos siguen poniendo obstáculos. Estamos en pie de lucha para salir y prácticamente hacer fuerza entre todos los que estamos contaminados por la minería”, enfatizo Machaca en su participación en el Webinar
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