Ir al contenido principal
 

Opinión

Los escenarios pre-electorales, luego del 18 de abril

29 de Abril, 2025
Compartir en:

Luego del cierre del registro de alianzas y la comunicación formal sobre la participación de las organizaciones políticas en las elecciones generales del próximo 17 de agosto, cinco alianzas procedieron con el registro formal y 11 partidos comunicaron su participación. 

El escenario electoral se configurará definitivamente recién el próximo 6 de junio, fecha en la que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) publicará oficialmente la lista de candidatos habilitados.

Sin embargo, las cinco alianzas registradas y los once partidos políticos que aseguraron su participación, nos permiten configurar los siguientes escenarios pre-electorales.

Para empezar, la papeleta tendría 11 casillas, que podría cambiar si algunos partidos rompen sus alianzas y deciden ir solos. De hecho, este número de participantes, está entre los más altos desde que se recuperó la democracia. El mayor número se produce en 1985, cuando hubo 18 casillas en la papeleta multicolor y multisigno.

Con esta cantidad de competidores, es de esperar una significativa fragmentación del voto. Sin embargo, no solo, como en elecciones pasadas, en el campo opositor. Se proyecta, también, una fragmentación del voto en el campo “masista”, por llamarlo así. Otros dicen, el “campo popular”. Deliberadamente, no digo el campo de la izquierda, pues los que se autocalifican en este lugar, son falsos y embusteros, solo engañan y roban con el discurso de izquierda.

Veamos, entonces, la composición de ambos campos, a la cuales, para efectos de mejor análisis, añadiremos un tercero, compuesto por fuerzas políticas que, por el momento, se mantienen en el medio y en vigilia, esperando el resultado de sus cálculos. Dicho sea de paso, hay cinco partidos que, si no participan en alianzas o van por su cuenta, perderían su sigla. Ahí están, Acción Democrática Nacionalista (ADN), Unidad Nacional (UN), el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), los Demócratas y el Movimiento Tercer Sistema (MTS).

Ciertamente, el campo opositor es el más fragmentado. Más “atomizado” que en anteriores elecciones. Vean la ironía. Se imploro unidad, esa unidad que imperativamente exige la historia y el momento delicado. Los políticos tradicionales de oposición, exigieron y demandaron unidad, para presentar una sola candidatura. Al final, esa unidad, se fragmento en seis fuerzas políticas.

Ahí se ubican, Tuto Quiroga, con el Frente Revolucionario de Izquierda (FRI), en alianza con los Demócratas. También, Doria Medina, con UN y sus eventuales aliados. Se suma a este grupo, Manfred Reyes Villa que va con su propia sigla, Autonomía Para Bolivia - Súmate (APB – Súmate). Luego, el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), Acción Democrática Nacionalista (ADN) y el Partido Demócrata Cristiano (PDC), fragmentan aún más el campo opositor. Estos tres últimos, están obligados a participar con sus propios candidatos, lo que daría lugar a seis candidatos de oposición A los tres primeros, se sumarian Rodrigo Paz, Jaime Dunn y Chi Hyun Chung. En las circunstancias actuales, este número es inconcebible, cuando existen grandes posibilidades de derrotar al Movimiento al Socialismo (MAS) dividido.

Veamos ahora el campo que denomine “masista”. Ahí se observa, en este momento, tres fuerzas políticas y dos candidatos sin sigla. Esta el MAS Arcista, el Movimiento de Renovación Nacional (MORENA) y el MTS. Estos partidos aún no han definido a sus candidatos.

Si se observa bien, tanto MORENA como el MTS, son desgajes del MAS. Algo así, salvando las distancias, sucedió con el MNR, en el siglo pasado.

Así mismo, hay dos candidatos que aún no han anunciado la sigla con la que planean participar. Me refiero a Evo Morales y Andrónico Rodríguez. De cualquier modo, si Evo Morales es eliminado en el camino, por el TSE, en este campo, tendríamos cuatro candidatos. El “bloque popular”, por primera vez, después de mucho tiempo, fragmentado en cuatro. De ahí los temores de la izquierda internacional y la predicción de García Linera, cuando señala que, “si van divididos, el bloque popular, perderá el poder”, allanando el retorno de la derecha.

Renglón aparte, merece la disputa al interior del MAS, entre “evitas”, “arcistas” y “androniquistas”, cuyo final seguirá en suspenso hasta el 19 de mayo. Puede ser que, inicialmente, el MAS Arcista, vaya con su propio candidato, Evo con una sigla alquilada y Andrónico Rodríguez, por su lado. No se descarta también que los “evistas” acaben finalmente aceptando el “Plan B”. En este caso, Andrónico sería el remplazante de Evo, cuando este sea eliminado. Hay también, un tercer escenario que no se puede dejar de considerar. En los últimos días, se ha podido observar un notable desplazamiento de “evistas” y “arcistas” hacia la candidatura de Andrónico. Este sería el candidato que uniría al MAS, dando fin a la visceral disputa. Les permitiría también reproducirse en el poder. En ese sentido, puede ser que, al final, Andrónico sea el candidato del MAS que la militancia anhela.

En ese panorama, aparecen los partidos que siguen calculando donde y como negociar, para sobrevivir. Es el caso de Unidad Cívica Solidaridad (UCS), el Frente para la Victoria (FPB), PAN-BOL y Nueva Generación Patriótica (NGP). Con PAN-BOL, precisamente, Evo estaría sellando una alianza para su eventual candidatura, sin descartar a la UCS, en esa posibilidad. 

Esta es la lectura de los escenarios aún pre-electorales. Después del 19 de mayo y el 6 de junio, el panorama estará mucho más claro. De todos modos, ya se puede prever una fragmentación del voto en ambos campos, lo que nos adelantaría, necesariamente, una segunda vuelta.

Así mismo, este escenario pre-electoral, ratifica la tozudes e imbecilidad de los políticos tradicionales de oposición, que pierden la oportunidad histórica de derrotar al MAS dividido. En estas condiciones, hay pocas posibilidades para el denominado “voto inteligente”.

El autor es profesor de la carrera de Ciencia Política de la Universidad Mayor de San Simón