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Opinión

LA LENGUA KREOL DE HAITI

13 de Junio, 2016
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XAVIER ALBÓ, SJ

Ayti es el nombre indígena que se dio a la primera de las Antillas mayores descubiertas por Colón en su primer viaje 1492. Significa región montañosa. He visitado por primera vez esta isla, compartida ahora por dos repúblicas que tienen mucho en común pero también notables diferencias históricas y culturales. Cada una tiene unos 10 millones de habitantes y las dos juntas con una superficie menor que nuestro departamento de Tarija (Haití con 27 mil kms2 al oeste; y la República Dominicana con 48.000 al este). De lo mucho aprendido, me fijaré sólo en un tema: la nueva lengua kreol.  

Haití tiene población negra o muy mulata, que en 1804 conformó la primera república negra del mundo, África incluida, años antes de que empezaran los movimientos libertarios de Bolívar (que mucho alaba a Haití) y los demás libertadores. Es además la única que estaba constituida por medio millón de esclavos que pretendían liberarse de plantaciones cañeras que, vía Francia, proporcionaba entonces la mayor parte del azúcar de Europa. La última remesa de esclavos fue muy poco antes. Esta rebelión exitosa retrasó también durante décadas el reconocimiento de muchos países del norte para que no cundiese ese ejemplo. 

La lengua primera, y para muchos la única, es el kréol cuyo vocabulario proviene del francés pero reescrito con una escritura fonémica y más lógica que el francés; y su gramática es muy simple, lógica y fácil de aprender. Recién avanzado el siglo XX se la reconocecomo la principal lengua materna actual de ese país, y se la oficializa como el francés, que apenas saben bien unos 30.000.   

El otro de la Isla (con unos 48,3 mil kms2, al este), forma la República Dominicana, que  logró su independencia recién en 1821 pero el año siguiente fue invadido y ocupado por la República de Haití, pre-existente desde 1804 sin división en dos repúblicas. Tal situación duró, hasta la (2ª) guerra de independencia dominicana de 1844. Entre 1861 y 1865 fue otra vez colonia española; entre 1915 y 1924 fue ocupada por Estados Unidos; y entre 1930 y 1961 sufrió la brutal dictadora de Rafael Leónidas Trujillo.  En octubre 1937 éste mató a quizás 12 mil haitianos, haciéndoles decir la palabra española "perejil": si la pronunciaban como en castellano, calificaban como "indios dominicanos" y se salvaban; si lo hacían con pronunciación francesa o kréol [sin r ni jota] se los consideraba "negros haitianos" y se los mataba. No hay cifras precisas, pero un recuento de bastantes fuentes en Wikipedia da cifras que oscilan entre la más baja (del canciller dominicano en Santo Domingo: 547) y la más alta (del canciller de Haití en Washington CD: 12.166). 

Es un 2º caso histórico de masacre por un simple dato sociolingüístico; el 1º, está en la Biblia (Jueces 12, 2-6). Los derrotados debían pronunciar shibboleth ("espiga", en hebreo). Si lo pronunciaban bien se salvaban; si pronunciaban sibolet, los degollaban. Mataron así a 42 mil hombres. Trujillo se comprometió a pagar a Haití una indemnización de 750 mil dólares de entonces, aunque poco de lo que finalmente llegó a pagarse benefició a las familias de las víctimas.  La discriminación persiste, como muestran las resoluciones 012-07, 168-13 y la Ley 169-14, que van contra la Constitución: se "desnacionaliza" y deja apátridas a miles de haitianos nacidos ya en la República Dominicana (donde hay quizás unos 800.000 haitianos la mayoría sin documentos, según el Centro Bonó.

El Papa Francisco acaba de publicar en el Vaticano y en unas diez lenguas una bella entrevista con un periodista italiano, con ocasión de el Año Jubilar de la Misericordia, titulada El nombre de Dios es misericordia, texto reproducido con su letra manuscrita en la tapa de cada lengua. Pero no hay todavía una traducción en kreol. Espero que como fruto de mi visita se la haga. 

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