Las ideas sobre el federalismo han sido lanzadas por distintos actores políticos en el país, voces e ideas vagas de la pirotecnia discursiva para llamar la atención social, es necesario analizar los elementos que componen estas ideas y sus actores, y fundamental, hablar de los elementos que podrían convertir la idea del federalismo en una efervescencia social.
Varios actores políticos hablaron de trabajar una propuesta federal y de cómo podría este dar viabilidad a un Estado con mayor democratización, la pregunta es ¿en qué ámbitos?, ¿Existe en la sociedad boliviana una cultura federal? ¿Hay una sociedad, nación indígena y campesina que pueda autogobernarse y resolver sus asuntos? ¿Existe una cultura democrática que sustente el modelo? Se puede democratizar la estructura del Estado, si, sin embargo estas ideas no se han incorporado en fuerzas sociales, en este sentido son ideas que necesitan desplegar más aun en variables de sentidos subjetivos y acción social que respondan a las fuerzas sociales del país.
Las veces que Luis Fernando Camacho habló sobre federalismo generó una tibia respuesta a favor por actores políticos y sociales de diferentes regiones del país, consiguiendo la respuesta del ex presidente Evo Morales, que hay analizar y debatir sobre el tema, también desde el gobierno por medio del vocero gubernamental, este afirma, que no es prioridad el tema. En el campo discursivo, estos actores política e ideológicamente enfrentados llaman a la polarización social, descalificándose, en el campo de las ciencias sociales este escenario cargado por la pirotecnia discursiva lleva a analizar la carga simbólica del discurso. Las propuestas, las revoluciones, tienen una existencia efímera si a estos sentimientos sociales no se les da un sentido, una carga simbólica, además que el actor que logre generar una articulación social en torno a la propuesta del federalismo cargará un prestigio simbólico, este prestigio simbólico puede ser arrebatado por quien ejecute la propuesta federal.
Mientras no se trabaje una propuesta seria federal, esta quedará en el horizonte político idealista. Para una sociedad como la boliviana el sentido federal tendría que tomar forma de crear mayor igualdad entre culturas, medios horizontales en la toma de decisiones y ejercicio del poder político, aun el escenario y las propuestas carecen de una discusión académica que analice los escenarios y formalice las ideas concomitantes sobre la propuesta de un estado federal.
Sobre los actores; el resultado de los últimos años ha sido catastrófico para los actores sociales en la política nacional, hay un evidente debilitamiento de las fuerzas de oposición al actual partido de gobierno, donde las propuestas son reprimidas, estigmatizadas por los aparatos del Estado. El teórico marxista Antonio Gramsci afirma que para conquistar el poder político primero hay que conquistar el poder cultural, esto se logra mediante la acción de resultados de una discusión académica, llevados a ser expresados en todo medio de educación social.
La tarea para que una propuesta federalista tenga sentido y articule bloques en la sociedad boliviana, no es solo una discusión política, económica y social, o los aspectos jurídicos de la conformación y estructura de la federación, sino que también es un problema simbólico, cultural, los sentimientos colectivos que cohesionan a una sociedad se expresan en símbolos, en representaciones colectivas que exteriorizan y transmiten emociones, estados afectivos, esto como resultado de años de discusión, análisis y educación social, cosa que no existe en Santa Cruz y el país.
Víctor Hugo Paredes Soto es sociólogo por la UAGRM