Hoy más que nunca nos preguntamos ¿Qué es el federalismo?, esta idea que necesita nutrirse de discusión y análisis para trabajar una propuesta que conduzca a transformar el Estado. Bajo el mito del federalismo como solución a los problemas del país es necesario plantear si este modelo desplazaría por completo las luchas sociales de las naciones y pueblos indígenas por la autodeterminación, autonomía, el llamado al análisis debe conducir a generar una epistemología trabajada desde las condiciones locales bajo un paragua de Estado, social, plurinacional, federal.
El mito del federalismo como lucha y método de cambio en Bolivia ha transitado diferentes momentos en el que se planteó transformar la estructura del Estado, basta recordar la revolución de los domingos, a Andrés Ibáñez, la guerra federal y traslación de la sede de gobierno de Chuquisaca a La Paz, es un tema que ha agitado los ánimos de la sociedad boliviana durante décadas.
El mito del federalismo es visto por algunos que lo manifiestan como el camino para resolver los problemas políticos y sociales en el país, para otros es visto como un medio para separarse del país. En lo discursivo es una discusión que por el momento lleva una carga de deslegitimación al Estado central, a la constitución, fórmula para contrarrestar la potencia del uso legítimo de la fuerza por parte del partido de gobierno nacional, también como medio de disputa política por el campo social, es evidente la falta de formación política e ideológica al momento de transmitir el mensaje, por ello la falta de rigor de los conceptos producto de la inconciencia.
El mito del federalismo manifestado en la actualidad por Carlo Sánchez Berzaín, Jaime Paz Zamora, Luis Fernando Camacho, entre otros, ante la falta de una propuesta seria, es la reacción a otras sensibilidades de índole política e ideológica de correlación de fuerzas ante la pérdida en el campo del poder político, reacción como pulseta política del poder otorgado por sus electores, visto desde la sociología, para disputar el poder hay que disputar campos sociales, simbólicos, campos de capital social, cultural y político diría el teórico Pierre Bourdieu.
Es evidente que el planteamiento del federalismo no tiene la misma intensidad en Santa Cruz que en el resto del país, es más de personas reactivas y no de personas convencidas, en cada momento en el que Luis Fernando Camacho habla de federalismo surge una masa social con emociones, como reacción, y no producto de la generación de una epistemología de conocimiento.
Una epistemología de un Estado, social, plurinacional, federal será producto de reflexiones, análisis y debates profundos sobre problemas de fondo y no de forma, generado desde una intelectualidad orgánica a la causa federal, y no de ideas amateur reaccionarias. Una idea trabajada no es cuestión del nombre de la demanda, autonomía o federalismo, sino como técnica y ejercicio democrático del poder político. En este contexto se debe generar una epistemología plural sobre el tema en cuestión, que exprese la diversidad de las naciones y regiones que componen Bolivia.
Victo Hugo Paredes Soto Sociólogo por la UAGRM