MIGUEL MANZANERA, S.J.
Ha causado cierto impacto el dibujo realizado por una artista orureña de 35 años, Rilda Paco, en el que muestra a la Virgen del Socavón en mínima ropa interior delante de un grupo de tres bailarines que con botellas de licor bailan en su honor.
La imagen ha indignado a muchas personas orureñas que han anunciado que enjuiciarán a la autora por “sacrílega” y por “ofender a la mujer boliviana”, como dijo el gobernador de Oruro, Víctor Hugo Vásquez.
La artista estudió en la Academia de Bellas Artes y actualmente Comunicación Social. Defiende su obra explicando que fue motivada por la insensibilidad de la población ante los trágicos sucesos del Carnaval en Oruro en donde dos explosiones causaron 12 muertes, entre ellos varios niños, y numerosos heridos. También alega que en estas fiestas suceden feminicidios y acosos contra la mujer.
Por todo ello ha querido protestar presentando a la Virgen del Socavón desnuda de medio cuerpo para abajo, tan solo con una tanga mínima. Indica que ya ha habido personas que le han reclamado e insultado por esa presentación de la Virgen como una prostituta o una mujerzuela, lo cual no era su intención.
En defensa de la caricatura su autora se ampara en que Bolivia es un Estado laico, donde hay libertad de expresión. Ciertamente vivimos en una cultura erotizada en la que son frecuentes las exhibiciones y publicaciones de mujeres desnudas provocativas. La autora indica que algunas personas devotas la apoyarán por haber denunciado las borracheras y otros abusos que se suceden en las fiestas del carnaval.
Si bien estos argumentos tienen cierto valor, la autora no capta que ya el mismo dibujo es una ofensa grave a la mujer más pura que es la Virgen María y a la que muchas personas veneran con mucho amor y devoción y que con justa razón se sienten ofendidas. Presentar desnuda a una mujer sin su permiso es una falta grave de respeto. Más aún si se trata de la Virgen María que encarna la virtud de la pureza. Basta hacer una pregunta a la autora ¿Se atrevería a presentar de esa manera a su propia madre?
Es laudable la denuncia que quiere hacer la autora contra los abusos que se dan esas fiestas y específicamente contra la mujer incluyendo los acosos y feminicidios, cada vez más frecuentes. Pero el camino elegido provoca una reacción contraria, ya que en el fondo propaga el desnudo femenino como un atractivo más de la fiesta del carnaval, ya de hecho bastante erotizada.
De hecho ya varios dibujantes han comenzado a reproducir con variantes esa caricatura. No captan que presentar a la Virgen María de esa manera es ya una grave falta de respeto y de reverencia contra la Madre de Jesús, el Hijo de Dios, y contra todos los que la veneramos como hijos suyos.
Miguel Manzanera, S.J.