Médicos realizan un trasplante de riñón. Foto: www.medicosypacientes.com
La Paz, 7 de mayo (ANF).- Paola recuerda como el lupus llegó a su vida sin avisar cuando apenas tenía 16 años. Se trata de una enfermedad que afecta al sistema inmunitario y que puede dañar diferentes órganos del cuerpo. En su caso, una lesión en los riñones hizo que su adolescencia transcurriera en un eterno tratamiento de hemodiálisis. No podía llevar una vida normal, ni estudiar, ni salir, ni divertirse. Hace dos años su padre decidió acabar con su calvario y donarle uno de sus riñones. Ahora lleva una vida saludable y estudia psicología para apoyar a pacientes que han sido trasplantados.
Paola tuvo la suerte de contar con un familiar que sacrificó uno de sus riñones para donárselo. Sin embargo en el país hay 720 personas que no tienen a nadie y que necesitan de manera urgente un trasplante.
Por ese motivo el ministerio de salud ha lanzado la campaña “donar órganos es un compromiso más allá de la vida”, en la que se hace un llamamiento al donante cadavérico.
Este tipo de donante expresa en vida la voluntad de donar sus órganos de forma generosa y sin remuneración económica. Ante cualquier tipo de accidente o diagnóstico de muerte encefálica, se convierte en donante cadavérico. Aproximadamente en el país ya hay 40.000 personas inscritas bajo esta modalidad.
La finalidad de la campaña es que la sociedad se sensibilice con la donación de riñón bajo los principios de humanidad, solidaridad, oportunidad, altruismo, gratuidad y eficiencia.
En Bolivia el primer trasplante de órganos se realizó en el hospital Obrero de La Paz en 1979.
Hasta el 2014 las personas de escasos recursos no podían acceder a un trasplante renal de manera gratuita. La imposibilidad de asumir los altos costos de los tratamientos o del propio trasplante hacía que muchos pacientes perdieran la vida. El Decreto 1870 modificó en 2014 la ley y estableció la gratuidad de los trasplantes renales.
Desde entonces se han realizado 68 trasplantes renales con donantes vivos en el país. Una cantidad ínfima teniendo en cuenta que la demanda es de 720 pacientes a la espera de un riñón. La mayor parte del costo de los trasplantes fue asumido por el Estado con fondos del Tesoro General de la Nación (TGN) y un porcentaje minoritario vino de la lotería.
Según la ministra de salud, Ariana Campero, hay nueve centros hospitalarios e Bolivia que cuentan con los medios para realizar trasplantes.
Sin embargo, Santa Cruz es el único departamento donde se ha implementado el trasplante renal con donante cadavérico debido a que cuentan con el equipo médico adecuado y logística necesaria para llevar adelante este proceso de vital importancia.
Este donante puede salvar varias vidas, dependiendo del órgano que se requiera para el trasplante. Los más comunes en la actualidad son renales, de córnea, de piel y de hígado, pero hay muchos otros que como el renal puede ir creciendo en el país. Campero informó de que la primera causa de la insuficiencia renal es la diabetes, la segunda la hipertensión arterial y la tercera el lupus.
También llamó a desterrar los tabúes en torno a la donación de órganos y afirmó que lo importante es salvar cuantas más vidas mejor.
Las personas que deseen inscribirse como donante cadavérico –la ministra aseguró que es donante desde hace un año– deben acudir a las oficinas del Programa Nacional de Salud Renal en La Paz o en los servicios departamentales de salud, donde se les registrará y entregará un carnet.
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