La Paz, 6 de marzo de 2024 (ANF).- Como parte del proyecto “Emprendiendo para ser libres”, la Casa Kantuta, programa Post Penitenciario de la Fundación Munasim Kullaquita (FMK), acogió a 41 mujeres y 63 varones para capacitarlos y prepararlos para su reinserción social y familiar.
La información fue dada a conocer por el responsable postpenitenciario de la Fundación, Michael Gonzales, en un acto llevado a cabo en la Defensoría del Pueblo.
Las casas de acogida de la FMK —una de ellas Kantuta— surgieron como una respuesta a la necesidad de contar con un espacio de protección, capacitación y formación técnica dirigida a personas en situación postpenitenciaria con el fin de fortalecer procesos de reinserción e inclusión social.
Son tres las ONG que llevan adelante el programa Postpenitenciario en coordinación con la Dirección Nacional de Régimen Penitenciario: Progettomondo MLAL que trabaja en la fase previa a la liberación capacitando técnicamente a los potenciales beneficiarios; CVCS (Centro Voluntarios de Cooperación de Desarrollo) que trabaja con el entorno familiar para crear las condiciones de la reinserción; y, Munasim Kullakita con las casas de acogida para las personas que salen en libertad y que precisan de una etapa preparatoria antes de reinsertarse.
La Casa Kantuta cuenta con seis viviendas con capacidad para dos personas cada una e dormitorio, baño con ducha, lavamanos, cocina de cuatro hornillas con mesón, lava platos, enseres básicos y una sala común.
Ofrece tres talleres de formación técnica: panadería, carpintería en aluminio y carpintería en madera, equipados para el desarrollo de capacitación y producción, además de oficinas administrativas.
Al ingresar al centro de acogida, el beneficiario cuenta con alimentos variados entre productos frescos y secos que permitan su sostenibilidad en su tiempo de permanencia, que por lo general son tres meses, así también elementos de higiene personal y aseo general para el cuidado de sus espacios.
También tiene atención en salud y coordinación interinstitucional durante su proceso de reinserción social.
Gonzales explicó que existen dos etapas para ser beneficiario del programa postpenitenciario en FMK: la etapa preparatoria y la etapa postpenitenciaria.
En la etapa preparatoria la persona privada de libertad “responde a las diferentes actividades y trabajo que realiza el equipo post penitenciario de la Fundación Munasim Kullakita al interior de los centros penitenciarios, con el objetivo de preparar la transición entre la reclusión y la libertad”.
En la etapa postpenitenciaria “el beneficiario obtiene su libertad y ha decidido voluntariamente formar parte del programa para asumir la responsabilidad de comenzar un nuevo proyecto de vida en búsqueda de su independización, reinserción social, laboral, familiar y otros”.
El programa está dirigido a varones y mujeres mayores de edad, entre los 18 y 50 años, en situación post penitenciaria y en alta vulnerabilidad.
El tiempo de permanencia establecido en las casas de acogida es de tres meses. En casos excepcionales se amplía hasta los seis meses, previa evaluación del equipo.
No todas las personas liberadas de un recinto carcelario pueden ser parte del programa. Hay excepciones con personas con adicciones; personas con discapacidades (por la falta de condiciones específicas en la casa); personas que hayan cometido delitos graves; personas que tengan casos pendientes u abiertos.
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