La Paz, 31 de marzo de 2023 (ANF).- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dio a conocer su informe preliminar sobre la situación de los derechos humanos en Bolivia y evidenció que existe falta de independencia judicial, hacinamiento en las cárceles y falta de acceso a la información. También expresó su preocupación por los altos índices de violencia de género en territorio nacional.
La delegación internacional destacó el avance en la inclusión y participación social, sin embargo identifico “grandes desafíos estructurales que persisten, así como el recrudecimiento de situaciones preocupantes en materia de la violencia partidista producto de una extremada polarización política que ha generado una fractura en la sociedad boliviana y que urge ser superada”.
La primera vicepresidenta de la comisión, Esmeralda Troitiño dio lectura al informe preliminar del organismo, recogido en siete puntos principales con énfasis en derechos de pueblos indígenas, derechos económicos, sociales y ambientes, casos de violencia de género, libertad de expresión, justicia, situaciones de las cárceles.
Advirtió que la polarización fue profundizada por las heridas abiertas del conflicto de 2019.
“La Comisión entiende que la polarización histórica que divide a la sociedad se vio profundizada por las heridas abiertas en 2019, estas solamente sanarán en la medida en que las altas autoridades y todas aquellas personas con liderazgos políticos o sociales, que se pronuncian sobre los hechos en cuestión, contribuyan con su discurso a un ambiente favorable a la reconstrucción del tejido social”, señaló.
Troitiño remarcó que solo mediante un amplio diálogo nacional con respeto “al rol esencial que juegan el Gobierno legítimamente electo, los partidos políticos en una democracia, y la amplia participación ciudadana organizada se alcanzará la anhelada convivencia armónica de esta pluralidad de naciones y culturas que hace de Bolivia un referente regional”
“La sociedad boliviana en su conjunto tiene una oportunidad excepcional para revertir la situación actual hacia una nueva etapa de reconciliación. Para ello, se alienta a toda la sociedad a que redoble sus esfuerzos para generar verdaderos espacios de consenso que permitan trabajar un sentido de destino común en la diversidad y que faciliten la comprensión mutua. Consenso significa renunciar, en ocasiones, a aspiraciones personales o partidistas en aras de alcanzar el bien común”, exhortó.
Conclusiones
El organismo expresó su preocupación por los pueblos indígenas. “No obstante, a pesar del reconocimiento de Bolivia como nación plurinacional, a la CIDH, le preocupa que algunos pueblos indígenas han expresado no sentirse incluidos en las políticas públicas”, dijo.
Otro de los hallazgos de la delegación se refiere a los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales. También destacaron los avances en el Sistema Único de Salud, pero señalan que es evidente “la necesidad de fortalecer el sistema de salud y de cuidados del Estado, y de aumentar la dotación de personal y tecnologías sanitarias. Sumado a ello, preocupa la falta de una política pública y legislación a nivel nacional en materia de salud mental”.
La CIDH dijo que también recibieron denuncias sobre el aumento de las actividades ilegales de deforestación, avasallamientos de tierras e incendios producto de la expansión agrícola sin control en áreas protegidas.
Violencia de género
La escalada de violencia en contra de mujeres es una preocupación para la delegación. “Notamos con profunda preocupación que persisten los elevados niveles de violencia de género, feminicidios, violencia sexual contra niñas y adolescentes, embarazos de niñas, y que existe una escasez de los servicios de asesoramiento psicosocial, asistencia jurídica y refugios adecuados para las sobrevivientes”, alertaron.
Señalaron que pese a la sentencia del Tribunal Constitucional que facilita el acceso de las mujeres, niñas y adolescentes a la interrupción voluntaria del embarazo, persisten obstáculos de hecho y de derecho que les impiden acceder a esta práctica. Ello, con un impacto diferenciado sobre aquellas que viven en zonas rurales; y sobre niñas y adolescentes, principales víctimas de violencia sexual.
Sobre la libertad de expresión, recordaron que la protesta social y pacífica es un elemento esencial para la existencia y funcionamiento de la democracia.
“Preocupa la escalada de agresiones a personas periodistas en los últimos años, particularmente en Santa Cruz, que incluyeron agresiones físicas severas, la retención contra su voluntad, destrucción de equipos y ataques a infraestructuras de medios de comunicación. A raíz de la violencia, se presentaron distintos episodios de autocensura e, incluso, la interrupción de transmisiones de medios de comunicación y el cese de despliegue noticioso mientras transcurrían asuntos de interés público por temor a ataques”, se lee en una parte del informe preliminar de la CIDH.
Justicia
En Bolivia históricamente la justicia se ha manejado de manera instrumental dependiendo de los intereses del poder político en turno; falencia sobre la que coincidieron todos los actores entrevistados durante la visita. Esto lleva a largos procesos penales, reiteradas extensiones de detenciones preventivas, personas con sentencias cumplidas sin orden de libertad y dificultades para la obtención de beneficios de libertad anticipada. Igualmente, se observa un retardo procesal particularmente en los casos de violencia de género contra mujeres, niñas y adolescentes.
Señalaron que los sectores de la sociedad boliviana les beneficiaría una profunda reforma del sistema de justicia, que garantice una plena y efectiva independencia judicial, para para alcanzar la consolidación de un estado de derecho.
“A pesar de los avances identificados desde 2007 y de los esfuerzos para avanzar con reformas al sistema de justicia, en el marco de la visita, recibimos preocupante información sobre la falta de independencia, debilidad, ineficiencia, y falta de transparencia del Sector Justicia”, alegó la vicepresidenta.
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