La Paz, 7 de julio de 2024 (ANF).- Un juego de baloncesto y una declaración de lealtad con el presidente Luis Arce del entonces comandante del Ejército, Juan José Zúñiga, fue la antesala a la sorpresiva toma militar de la plaza Murillo; a 11 días de esas tres horas de incertidumbre en el país persisten las dudas sobre la teoría de un supuesto “golpe de Estado fallido” o el “show” de un militar.
Por este hecho, el general ha sido detenido el 26 de junio a las 19:00 cuando salió del Estado Mayor, en la zona de Miraflores. Esa misma noche, fue aprehendido el comandante de la Armada, Juan Arnez.
Hasta ahora 25 personas, de las cuales 23 son militares y dos son civiles, están siendo investigadas, casi el 50% tienen detención preventiva y la otra mitad tiene detención domiciliaria. También enfrentarán sumarios en la justicia militar. Este domingo fue aprehendido el presidente de la Comisión Iberoamericana de Derechos Humanos de las Américas.
Inicialmente fueron imputados de terrorismo y alzamiento armado contra la seguridad y soberanía del Estado; recientemente se han ampliado los delitos penales a: atentado contra la seguridad del presidente y otros dignatarios de Estado, destrucción o deterioro de bienes del Estado y la riqueza nacional, uso indebido de bienes y servicios públicos.
Una “gran” amistad unía al jefe de Estado y al general Zúñiga; designado comandante del Ejército en 2022 y ratificado en enero de 2024, incluso pese a ocupar el puesto 48 de 65 oficiales graduados, es decir no era el mejor alumno, pero gozaba de la confianza de Arce.
“Era una persona de confianza, una persona que nuestro presidente conocía desde hace muchísimos años. (…) Con la que nuestro presidente tenía muchísima confianza, un grado, incluso, hasta de amistad. Jugaban básquet”, reflejó la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, a un medio internacional citado por Opinión.
Aunque en las Fuerzas Armadas lo caracterizaban a Zúñiga como un personaje “abusivo e impulsivo”; se hacía llamar el “general del pueblo”, terminó siendo tildado por el gobierno, que lo arropó hasta el 25 de junio, como el “golpista” de los hechos sucedidos el 26 de junio de 2024.
El militar era poderoso, quizás porque tenía el beneplácito de Arce, no por nada el canal Bolivia Tv el 19 de junio, le abrió los micrófonos, ¿con la anuencia de quién? Las preguntas del conductor no fueron “inocentes”, insistentemente le pregunta sobre las declaraciones del expresidente Evo Morales y del senador Leonardo Loza.
“No es de extrañarse que estas exautoridades se basaron en la mentira, tienen como principal herramienta la mentira, la difamación, el insulto, se les nota sumamente desesperados por volver al poder”, ya lanzó el militar en relación a Morales.
Cinco días después, reapareció en el programa Fama Poder y Ganas, suelto de cuerpo expresó opiniones políticas, amenazó con detener al jefe del Movimiento al Socialismo “si el caso amerita”.
“No puede volver, legalmente está inhabilitado, la Constitución Política del Estado no puede ser más de dos gestiones, el señor (Evo Morales) ya ha sido re- re- reelegido, y el Ejército y las Fuerzas Armadas tienen la misión de hacer respetar y hacer cumplir la constitución. Ese señor no puede ser más presidente del país”, sentenció como si fuera una autoridad política.
¿Arce se reunió o no con Zúñiga el 25 de junio?
Novillo dijo que no, Del Castillo dijo que sí. Zúñiga permaneció en su cargo pese a sus declaraciones políticas. El 25 de junio, el gobierno guardó total silencio, en la noche circuló extraoficialmente que había sido destituido; nadie confirmó.
Solo después de los hechos, se supo que hubo una reunión en la Casa grande del Pueblo. El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, señaló que el jefe de Estado por su agenda no participó y le delegó a él y a su par de la Presidencia, María Nela Prada, para comunicar al general la decisión de su relevo.
Sin embargo, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, el 27 de junio en la red Unitel afirmó que en esa reunión participó el jefe de Estado, incluso terminó con un abrazo.
“Habrían tenido una reunión previa, una noche antes del 26 de junio, donde el presidente (Luis Arce), la ministra (de la Presidencia) y el ministro de Defensa le comunicaron que el actuar, la conducta del general Zúñiga no se adecuaba a la Constitución y, por tanto, el capitán general de las Fuerzas Armadas, nuestro presidente (Luis Arce) toma la decisión de cesarlo en sus funciones. En ese momento Juan José Zúñiga dice ‘no hay ningún problema donde usted me disponga, yo soy un soldado de esta patria, y voy a cumplir con las instrucciones que me den’. Se dieron un abrazo”, relató Del Castillo.
La ministra Prada flanqueada por todos los ministros, excepto el de Justicia, Iván Lima, que no apareció en la conferencia de prensa de las 23:00, describió los hechos hasta la detención de Zúñiga, sobre la base de un reporte policial en el que “había confesado” sobre su plan.
“Estuve sentada frente a él (Zúñiga), el día anterior, expresándole nuestro rechazo y repudio absoluto, como se lo dijo el presidente (Luis Arce) también a las declaraciones que hizo”, dijo.
El silencio del Gobierno y la demora en su relevo
Ese día, conociendo que sería relevado dejó la Casa grande del Pueblo, comprometiendo su lealtad al gobierno de Luis Arce y poniéndose a su disposición.
¿Por qué no lo destituyeron inmediatamente? Una fuente del Ejecutivo identifica que el primer “error” vinculado a Zúñiga fue designarlo comandante del Ejército y posteriormente ratificarlo. “No puedes designar a una persona de ese nivel”, comenta a esta agencia.
El segundo error es que el gobierno “no dijo nada” después de las declaraciones del general, pese a que estas violentaron el artículo 245 de la Constitución que dice que las FFAA “Es esencialmente obediente, no delibera (…)”, recuerda la norma.
Mientras el gobierno guardaba silencio, los legisladores arcistas aplaudían al militar “patriota” y “valiente”, la euforia era tal que diputados como Rolando Enríquez Cuellar querían condecorar a Zúñiga por sus declaraciones contra Morales.
En 24 horas pasó a ser el general “golpista”, el “traidor”, para el que pidieron la máxima condena por la insubordinación que mostró ante el capitán general de la institución castrense.
“No entiendo para qué ese show”, dice una fuente cercana a Palacio de Gobierno, “no había problema”, añade, para quien Zúñiga solo hizo un forcejeo político, sin respaldo.
¿Qué pasó con la inteligencia policial y militar? Novillo se enteró por “personal de confianza”
¿En qué momento las autoridades de gobierno se enteran del movimiento irregular? Las versiones son diversas y nada precisas. Ninguna de las autoridades dio detalles sobre si funcionaron o no las unidades de inteligencia y por qué no advirtieron de los movimientos “sospechosos”.
¿Cómo es que en el Ejército se estaba gestando un supuesto plan de conspiración? ¿Cómo podían reunirse los comandantes sin que nadie se entere o alerte sobre lo que supuestamente planificaban? ¿Qué pasó con el comandante general de las Fuerzas Armadas?
Novillo en rueda de prensa la noche del 26 acompañado del nuevo Alto Mando Militar dijo que se enteró a las 9:00, por “personal de confianza”, que militares (instructores especialistas) se movilizaban de Challapata, que venían (a La Paz) armados en seis camionetas.
Prosiguió contando que se comunicó con el entonces comandante del Ejército, Juan José Zúñiga, para saber qué es lo que estaba pasando, a lo que este le dijo que: ‘voy a averiguar y le devuelvo la llamada’, cosa que no sucedió.
Luego se enteró que había una orden de acuartelamiento de la séptima, octava y novena división. Ordenó al comandante general de las Fuerzas Armadas, Gonzalo Vigabriel, convocar al Alto Mando, pero ninguno de los tres comandantes respondía. “Para mí fue de mayor preocupación”, relató Novillo.
Hasta ese momento, el ministro solo tenía información de “personal de confianza”, supuestamente ni siquiera Vigabriel sabía lo que pasaba. “En eso, nos enteramos por medios de comunicación que ya se había generado un movimiento de tropas y de camiones blindados o tanquetas a la cabeza de Zúñiga, Arnez y el general Zegarra, los tres comandantes de fuerzas”.
Añadió que el general Peñaloza recibió información de la movilización de tropas desde Viacha a La Paz, el movimiento fue abortado con una contraorden, porque lo que estaba sucediendo era “inadmisible”.
El ministro no precisa a qué hora le informó al jefe de Estado sobre el movimiento de tropas; describe que llamó a los futuros comandantes que asumirían en reemplazo de los insubordinados y se trasladaron a la Casa grande del Pueblo para la posesión.
El presidente, vicepresidente y la ministra de la Presidencia se enteraron del ingreso de los militares a la plaza, cuando Prada se asomó a la ventana y vio la presencia de vehículos blindados y militares que exigían a los transeúntes que despejen el lugar.
“Entonces nuestro presidente me dice qué eran esas sirenas, ‘yo me acerco a la ventana y veo tanques militares tomando la plaza Murillo, con movimiento de tropas. Entonces le informo al presidente le digo: ‘presidente hay tanques militares y tropas en movimiento cercando la plaza Murillo, tomando las cuatro esquinas’”.
Mientras ellos estaban en el piso 22, el resto de los ministros se encontraban en la sala de gabinete en el piso 13, porque los hechos sucedieron poco antes de que se instale la reunión. En tanto, que el ministro de Defensa intentaba comunicarse con Zúñiga.
El “extraño” ingreso sorprendió a muchos, más aún cuando la Unidad Técnica Operativa Policial (UTOP) es “celosa” guardiana de la plaza Murillo cuando se trata de objetivos contrarios y opositores al Gobierno, ellos no tienen pisada en el centro.
Es normal que la Policía arme operativos de seguridad dos cuadras a la redonda de la plaza cuando hay movilizaciones, marchas, ni siquiera las personas con discapacidad o los familiares con cáncer han podido movilizarse en la plaza. Los militares ingresaron sin ningún problema, aunque para eso Novillo ya tenía reportes de los movimientos irregulares.
El Ministerio de Gobierno publicó a las 16:46 y 16:56 dos videos, uno de vehículos en carretera y otro de militares que llegan a la plaza San Francisco. Aunque no se sabe a qué hora tuvo acceso a esos materiales, si es parte de un seguimiento de Inteligencia o si fue una filmación fortuita. Para esa hora, los militares ya habían ingresado a la plaza Murillo.
“Denunciamos el traslado de tropas militares rumbo a la sede de Gobierno para ejecutar un Golpe de Estado. #GolpeDeEstado”, dijo el ministerio en un primer video. En el segundo video señala que la plaza San Francisco estaba tomada, e insistió que “Bolivia vive un golpe de Estado dirigido por aventureros que pretenden dañar a nuestra democracia”. https://www.facebook.com/watch/?mibextid=oFDknk&v=1571617477033595&rdid=9uRmHVhw2yG8M5fz
“Al primero que hubiera sacado es al director de Inteligencia, cómo es posible que no informen nada, si han pasado tanquetas el domingo, seguramente trasladando de Coro Coro, de Viacha y Achacachi, y cuando hubo movimiento de tropas”, cuestionó el diputado Saúl Lara el rol de la Policía.
El gobierno, a través del ministro de Defensa, debe explicar el “falso golpe”, “hemos decidido presentar una interpelación en contra del ministro Novillo para que explique los hechos producidos el 26 de junio”, sostuvo la diputada Luisa Nayar.
A una semana de la toma militar, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, salió con el dato que dentro de Palacio Quemado se había desplegado a efectivos policiales, información que se desconocía.
Una fuente vinculada al Gobierno contó que en la Casa grande del Pueblo los ascensores subían y bajaban, la gente estaba “histérica”, un funcionario del Ministerio de Obras Públicas dijo a este medio que al promediar las 12:30 a 13:00 les instruyeron ir a la plaza Murillo. Poco más tarde salió otra orden del Ministerio de la Presidencia para que los funcionarios se congreguen en la plaza, presumiblemente para defender al Gobierno.
El “autogolpe” de Zúñiga
Los pronunciamientos de los gobiernos, de los organismos internacionales, de actores políticos oficialistas y opositores se reprodujeron en las redes sociales, lo que empoderó el discurso oficial sobre un “golpe de Estado, hasta que el general Zúñiga cambió el rumbo de las percepciones.
Una vez detenido dijo a los medios de comunicación que el propio presidente del Estado autorizó que saque los blindados, porque esa semana se perfilaba compleja y porque necesitaba subir su popularidad. Ante la insistencia de la pregunta si fue “autogolpe”, el militar asintió: “si, si”.
Las voces visibles de la narrativa del “golpe fallido”
El ministro de Gobierno, la ministra de la Presidencia, el ministro de Defensa; los viceministros de Autonomías, Álvaro Ruiz, de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, de Comunicación, Gabriela Alcón y de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, son las principales autoridades “voceras” del “golpe fallido”.
Del Castillo asumió un “protagonismo” inusitado presentando a los presuntos autores materiales e intelectuales de la sublevación de un grupo militar, aunque no todas las fuerzas ni unidades participaron.
De pronto, presentó un supuesto organigrama y plan cuyo objetivo era derrocar al gobierno legalmente constituido. Declaró que el plan de conspiración se hubiera urdido desde mayo, aunque en una última declaración dijo que nuevos elementos indican que sería desde marzo.
Gráfica del Ministerio de Gobierno en sus redes sociales
Dijo que hubo participación de francotiradores del F10, de un supuesto radiograma que develaba la orden para que un avión Hércules aterrice en Tarija para el transporte a La Paz de miembros del grupo de élite Satinadores.
Aunque en el Gobierno hay quienes piensan que el delito se configura el momento en el que (el general) ingresa a la plaza Murillo y le dice no al capitán general, no comparten que se pretenda implicar a las dos docenas de personas que obedecen un mando superior, en las FFAA “no se puede decir ‘no lo voy a hacer’”.
Es más, creen que “no había nadie” implicado de la oposición mucho menos de las misiones diplomáticas, porque no había un plan, sino una movida política y aislada de Zúñiga, por lo que no era necesario “magnificar” el hecho.
“Fue una mala puesta en escena, un mal libreto e improvisado”, resume el vocero del Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade), Manuel Morales; quien además cuestionó que el jefe de Estado en el cara a cara con Zúñiga “casi se despiden de la mano”.
Relata que para quienes han vivido en tiempos de dictadura, la conducta de los militares no es “vaga” ni “timorata”, sino autoritaria, no piden permiso, toman el poder. En el video que el propio gobierno difundió se ve a Zúñiga frente a Arce y tímidamente se niega a replegar a los militares.
Similares actitudes tienen los generales Arnez y Zegarra, el primero apenas asiente con la cabeza, mientras el segundo con voz suave dice que no seguirá a Zúñiga, es más, luego, el jefe de Estado lo hace llamar para conversar y participa de la posesión del Alto Mando Militar.
Un mensaje de Lima que sonó a “despedida”
Según una fuente gubernamental, el ministro de Justicia, Iván Lima, observó el curso que se le dio al caso a partir de la aprehensión de Zúñiga y el resto de los militares. Versión que puede tener concordancia con el mensaje en X que publicó esa noche y que pocos le dieron la dimensión por la cantidad de información.
En su mensaje no califica el hecho como un “golpe fallido”, sino como una “acción irresponsable” de Zúñiga, que deshonró a las FFAA y a la amistad que le dieron en el gobierno. “Solo muestra que es una persona irresponsable y desleal con valores básicos de respeto y dignidad de las Fuerzas Armadas”.
Destacó “el valor, la decisión y conducción del Presidente Luis Arce en este momento de crisis que no puede ser minimizado y debe ser sancionado en el marco de un debido proceso”. Lima habría articulado el pronunciamiento de muchos sectores sociales, políticos y empresariales. “Esta es la forma de reaccionar sin escapar, enfrentando los problemas juntos y siempre con la verdad”.
Sin embargo, al final de ese mensaje escribió un texto que sonó a “despedida”. “Gracias a todos mis amigos, familia y las personas que he conocido en este tiempo de servicio al país”. Lima, fue el único ministro que no apareció en la conferencia que Prada dio junto a todo el gabinete.
Este medio conoció que desde la Casa grande del Pueblo suspendieron una entrevista que la autoridad tenía en un medio televisivo de alcance nacional, el 27 de junio.
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