La Paz, 1 de julio de 2024 (ANF).- El Centro de Documentación e Información de Bolivia (CEDIB) emitió un boletín de análisis sobre la toma militar de Plaza Murillo bajo el título “Pantomima de golpe en Bolivia”; en el documento alerta un posible desprestigio del Gobierno y una caída de su respaldo a nivel internacional.
El miércoles pasado, el país vivió tres horas de incertidumbre a raíz de la toma militar de Plaza Murillo, con supuestos planes de ingresar a Palacio de Gobierno y cambiar el gabinete de ministros. Sin embargo, la acción fue neutralizada inmediatamente por el presidente del Estado, Luis Arce, con el cambio del Alto Mando Militar y la persecución contra los jefes militares detractores.
“El gobierno no podía haber desconocido el desarrollo de la movilización ni sus preparativos. Esto implica que el gobierno tiene alguna responsabilidad en los hechos; y ello se constituye en una de las bases argumentales para suponer que fue una especie de autogolpe o de autoatentado”, dice el CEDIB.
La sublevación militar captó la atención de los medios, incluso a nivel internacional, dejando de lado los temas que preocupan a la población, como la crisis económica.
Una de las consecuencias inmediatas en beneficio del Gobierno fue la defensa del gobierno electo democráticamente, incluso su detractor Evo Morales ordenó defender a la administración nacional. Sin embargo, esto fue bajando porque, conforme van pasando los días, en Bolivia predomina la idea de que fue un “autogolpe”.
“Esto afecta el desprestigio del Gobierno y la opinión sobre su incapacidad para gobernar; o sea, tiene un alto costo político, a pesar de que ahora utilice todo su aparato propagandístico para atenuarlo. Esta es la consecuencia política más evidente en lo inmediato”, advierte la institución académica.
Los organismos internacionales y varios gobiernos también condenaron el supuesto intento de golpe de Estado, esto en honor a los principios de defensa de la democracia.
“Sin embargo, en el plano internacional, las reacciones casi inmediatas de gobiernos y organismos internacionales, que interpretaron los acontecimientos -sin fundamento en los hechos reales- de manera inequívoca como un ‘golpe o intento de golpe de Estado contra el gobierno de Arce’, fortaleció la imagen de este. Pero habrá que esperar a ver si, luego de la información más detallada, este respaldo permanece más allá de una fugaz reacción”, alerta el CEDIB.
El líder de la sublevación, el ahora excomandante del Ejército, Juan José Zúñiga, al momento de ser aprehendido, dijo a los medios de comunicación que todo fue montado a pedido del presidente del Estado, Luis Arce, para levantar su popularidad.
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